LOS MIEMBROS DE La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo se esfuerzan por vivir el mismo evangelio, el cual ha sido revelado a profetas antiguos y modernos y contiene doctrinas, leyes y ordenanzas que pueden bendecir la vida de toda persona que decida vivir de acuerdo con ellas, sin embargo, los miembros de la Iglesia viven vidas particulares, en circunstancias específicas y sumamente diferentes, cada uno con sus propios desafíos y fortalezas, dependiendo de la situación esto podría hacerles sentir que les ha tocado una versión particularmente difícil de la experiencia terrenal o que ser un fiel discípulo de Jesucristo es especialmente exigente para ellos de manera personal.
Algunos miembros de la Iglesia son los únicos que han aceptado el evangelio en su familia y ello puede hacerles sentirse solos y desanimados al no contar con el apoyo que quisieran y ven que otras personas tienen. Es una situación que yo he vivido y con la que por lo tanto puedo empatizar, los siguientes son algunos consejos que vienen a mi mente al considerar qué cosas pueden ayudar a otros miembros (quizás particularmente jóvenes y nuevos conversos) a seguir perseverando en el evangelio a pesar de que no cuenten con la ayuda de sus familiares o círculo más cercano.
1. Relájense
No hablo de que relajen sus normas ni su fe ni su testimonio, sino de que relajen su temor y su ansiedad al respecto, como mencioné antes, salvo casos extremos, no están en una situación tan terrible, tampoco son los primeros ni serán los últimos.
Consideren por un momento que hay hombres y mujeres que sinceramente anhelan poder formar familias pero por diversos motivos es negada esta bendición en esta vida, otros experimentan atracción hacia personas de su mismo sexo y eso les hace particularmente difícil guardar la ley de castidad, mientras que otros se ven enfrentados a dudas, adicciones y diversos pecados que podrían hacerles sentir que el título de santos en estos últimos días les queda grande, todas las personas en una o más de estas situaciones merecen nuestro respeto y consideración.
El Señor desea que sean felices y pueden serlo, sin importar las decisiones de los demás, si bien ustedes pueden y deben dar un buen ejemplo a los otros miembros de su familia, depende del albedrío de ellos el aceptar o no el evangelio y cuándo hacerlo, de momento a ustedes se les ha dado la oportunidad y la han aceptado, por lo que los cielos se alegran, sean de buen ánimo.
2. Confíen en las promesas del Señor
Sin importar si son los únicos miembros o no, deben por ustedes mismos realizar convenios y mantenerse firmes en su determinación de observarlos, en realidad sin esto, daría lo mismo el resto de los consejos que puedan recibir. El Señor ha hecho convenio con ustedes y él siempre cumple sus promesas, las escrituras nos enseñan que aquellos que se arrepienten y hacen convenios, éstos son su pueblo, su especial tesoro, él derramará su Espíritu cuando participen dignamente de la santa cena, es el derecho que adquirieron al ser confirmados, cumplirá su parte del convenio del sacerdocio con los varones fieles así como todos los convenios del templo con quienes los reciban y perseveren en ellos. El Señor no hace distinción de personas y todos son iguales a su vista, de todo miembro de su Iglesia se espera lo mismo y se le bendecirá con lo mismo, ya sea en esta vida o en la venidera.
3. Lean y aprendan de las escrituras y de la historia de la Iglesia
Atesoren la palabra de Dios, lean El Libro de Mormón, la Santa Biblia y las otras escrituras, en ellas está registrada la voluntad del Señor y está registrada para ser leída, no pueden llevar a los misioneros consigo a todos lados por lo que tendrán que aprender por ustedes mismos en qué creemos los miembros de la Iglesia, qué leyes tenemos, por qué las tenemos y cuáles son las bendiciones específicas que corresponden a cada ley para poder explicar a sus familiares, amigos y conocidos su nueva fe, es natural que ellos sientan curiosidad y hasta temor y desconfianza, sean ustedes su primera fuente de aprendizaje sobre el evangelio y su principal referente de la vida de un discípulo del Salvador.
Aprendan de la historia de la Iglesia porque es ahora también su propia historia, los santos, los profetas y los misioneros que fueron antes que nosotros han estado tratando de vivir las mismas leyes mucho antes de que ustedes conocieran el evangelio y hay importantes lecciones que aprender de ellos, piensen en José Smith, en Brigham Young, en los hermanos Parley y Orson Pratt y en todos los miembros de la Iglesia durante los primeros 15 a 20 años desde que fue restaurada, ¡todos eran conversos recientes!, ¡ninguno fue criado en la Iglesia!, ¡ninguno fue a la Primaria!, ¿Cómo lo hicieron para poner los cimientos de una Iglesia mundial?, ¿Cómo se las arreglaron para establecer ciudades, enviar misioneros a otros países y publicar las escrituras sin un Manual General de Instrucciones?, al considerar esto, ¿Cómo no van a tener algo interesante que decirnos?, ¿Cómo podrían sus vidas y sus sacrificios no servirnos de inspiración?.
Al aprender por ustedes mismos estarán más preparados para enfrentar a aquellos que intenten (porque lo intentarán) destruir su fe y su testimonio.
4. Participen de lo que la Iglesia tiene para ofrecerles y sean buenos amigos
Participen de Seminario, de Instituto, de las actividades de servicio y de la Conferencia General, al hacerlo no sólo fortalecerán su fe sino que también harán amistades y conocerán otras realidades, se darán cuenta de que no hay un miembro ni una familia perfecta en el evangelio y eso les hará ver que si hay espacio en la Iglesia para ellos también lo hay para ustedes.
Puede que vivan en áreas donde hayan muy pocos miembros, aun así traten de ser buenos amigos para el resto, ellos también necesitan de su fortaleza y de su ánimo.
5. Demuestren amor a su propia familia y aprendan de ellos
Esto es muy importante, cada familia es distinta, cada familia tiene distintos valores, pienso que salvo casos extremos de violencia, negligencia y abuso, todos los padres son dignos de admirar y tienen mucho que ofrecer a sus hijos, es natural que deseen que se unan a la Iglesia, esperamos que lo hagan, pero demuéstrenles que los aman a pesar de su decisión al respecto, como Nuestro Padre en los cielos ama a sus hijos sin importar sus elecciones y hace salir el sol sobre todos.
Mis padres al no ser miembros de la Iglesia no comparten obviamente nuestra doctrina, pero me han enseñado mucho sobre autosuficiencia, sobre hacer sacrificios por los miembros de la familia, sobre unidad familiar y el cuidar de los demás, no sé si podría haber aprendido eso de otra manera.
Muchas veces sus familiares sentirán temor y desconfianza hacia la Iglesia, su participación en ella y el tiempo que requiere de ustedes, es natural, ustedes pensarían lo mismo probablemente, no les juzguen, explíquenles, explíquenles las veces que sean necesarias y luego tengan paciencia, en 14 años mis padres me han visto asistir a seminario, a instituto, servir una misión y dedicar tiempo en la semana a las actividades de la Iglesia, también me vieron terminar la universidad (para su tranquilidad) y trabajar, con el tiempo ellos se han acostumbrado a todo ello, han conocido otros miembros e incluso han trabado amistad con varios de ellos a niveles que me hubieran sorprendido al principio, ahora es lo más normal del mundo, pero eso requirió tiempo y paciencia, tanto de ellos como de mí.
6. Obtengan toda la educación posible y desarrollen sus habilidades
En la medida en que se esfuercen por obtener una mejor educación y adquirir nuevas habilidades tendrán más oportunidades de ser autosuficientes temporalmente, y esto les dará o dependiendo del caso consolidará la libertad que necesitan para seguir viviendo el evangelio, necesitan ser libres y no depender de otras personas, para así poder dar de su tiempo a la obra, para adorar como ustedes saben que deben hacerlo.
7. Mantengan una perspectiva eterna
Puede que al considerar estas cosas piensen en cómo les podría ayudar a ustedes, y esa es obviamente la idea, pero no pierdan de vista el cómo esto podrá ayudar a otras personas que vendrán después de ustedes, piensen en sus hijos y en cómo las experiencias de ustedes los fortalecerán a ellos, porque sin importar que debido a ustedes ellos nazcan bajo el convenio, tendrán que empezar a desarrollar su fe desde cero, no podrán heredarles eso, ellos también tendrán que hacerse preguntas y enfrentarse a dilemas, pero ustedes podrán entregarles su ejemplo y sus consejos. Y no sólo a sus hijos, todos los miembros de la Iglesia compartimos una responsabilidad hacia la generación emergente, estos jovencitos y jovencitas tendrán dudas y desafíos y tendrán tanta necesidad de liderazgo como ustedes la tuvieron en su momento.
Mantener una perspectiva eterna incluye el no rendirse, el Salvador no se rindió, realizó la expiación, ese fue su carga, su situación particular y específica, no fue tentado más de lo que sus fuerzas se lo permitían, pero fue tentado, estuvo cansado y sintió tristeza, más de la que podemos conocer nosotros, pero siguió adelante, sabía que los que fueron antes que él en la tierra y los que vendrían después contaban con que él siguiera adelante, que por su situación difícil, nuestras situaciones difíciles serían soportables y que para nosotros sería más fácil, infinitamente más fácil, y por eso estamos eternamente agradecidos.
Obviamente esta lista podría seguir ampliándose, pero en mi opinión los consejos anteriores producirán buenos resultados, pienso también que difícilmente alguien permancerá en la Iglesia perfectamente sólo, es necesaria la ayuda de líderes y amigos que puedan apoyar, enseñar o simplemente proveer un ejemplo bueno y constante, al considerar esto me siento agradecido de los miembros y líderes que me apoyaron, de los amigos que estuvieron siempre ahí y también de mi familia, quienes a pesar de no entender del todo lo que trataba de hacer tuvieron el amor de apoyarme y enseñarme.
Melissa eres un gran ejemplo! Sigue esforzandote cada dia
Cristina Castro
Pienso que la iglesia y los miembros enseñan bien a los nuevos conversos, sobre todo a los varones con edad para irse a la misión, nos enseñan muy bien y nos motivan para irnos, pero creo que falta enseñar más el tema de saber regresar de la misión. Jóvenes con familias sud tienen menos impacto emocional y social a su regreso que jóvenes que vuelven a sus casas con una familia sin tradiciones sud. Finalmente hay que considerar algo, la misión no te enseña a regresar, te enseña mucho para tu vida personal, pero hablo desde mi punto personal cómo converso, no hay mucha orientación antes, durante y después de la misión, para aquel converso que regresa sólo a su casa sin ese apoyo que es tener una familia con tradiciones sud.
Si nosotros tenemos sangre de Israel, sangre creyente, nuestra familia también! Alguien tiene que dar el primer paso! Yo lo di en mi familia!
Javier Ignacio Armijo para ti mi amor