En una carta a su esposo, José, Emma Hale Smith escribió:” Deseo que el Espíritu de Dios me conozca y entienda, que pueda ser capaz de sobre llevar cualquier tradición o naturaleza no atendería mi exaltación en los mundos eternos. Deseo una fructífera y activa mente, para que pueda entender los designios de Dios, cuando sean revelados por sus siervos sin dudar”.
Esta fiel mujer, sacrificó mucho para ayudar a sacar a la luz el evangelio asi como sirvió como la primera presidenta de la sociedad de socorro y sostuvo la Iglesia y a su familia unida mientras su esposo era golpeado y encarcelado por su fe. Entre una de sus enseñanzas más prevalentes y deseos, era que las mujeres de la Iglesia fueran unidas en propósito.
Aquí hay algunas maravillosas ideas que podemos aprender de esta valiente mujer de: At the pulpit: 185 years of discourses by latter day women.
- Las mujeres tienen un extraordinario trabajo que hacer. (Marzo 17, 1842)
La presidenta Emma Smith dijo: Vamos a hacer algo extraordinario. Cuando un bote está atrapado en los rápidos con una multitud de mormones a bordo, deberíamos considerar un fuerte llamado de socorro. Esperamos extraordinarias ocasiones y llamamientos…
Presidente E. Smith entonces procedió a hacer ideas apropiadas con el objetivo de la sociedad, sus deberes hacia otros, asi como también sus deberes los unos con los otros, buscar y ayudar a otros en dificultades, cada miembro debe ser ambicioso de hacer el bien, los miembros deben lidiar francamente el uno con el otro, preocuparse de la moral y ser muy cuidadosos con el carácter y la reputación de los miembros de la organización.
- Necesitamos ser unidas, especialmente en el servicio a otros. (marzo 24, 1842).
Presidenta E. Smith se levantó y dijo que las medidas para promover la unión en esta sociedad debe ser cuidadosa al realizarse. Cada miembro debe ser recibido en hermandad Como sociedad, esperamos que puedan despojarse de si mismos y de cada sentimiento de orgullo y envidia hacia otro, si es que existen. Debemos traer nuestra conducta respetablemente aquí en cualquier lugar. Dijo ella me regocijo en el prospecto ante ella…
Dijo que era el deber de cada persona averiguar en la situación de cada persona pobre y representar su estado real… Deberíamos ayudarnos unos a otros de esta manera. (Junio 23, 1842)
La señora presidente dijo que se regocijaba al ver la creciente unión de la sociedad. Espero que deberíamos vivir correctamente ante Dios, entre nosotros, y ante el mundo… Dijo No tenemos nada que hacer más que temer a Dios y guardar sus mandamientos, y al hacer esto prosperaremos.
- Deberíamos erradicar todo mal de nuestros corazones. (Abril 14, 1842)
La presidenta E. Smith se levantó y dirigió a la congregación… Su deseo era hacer el bien. Deseo que todos los miembros de esta sociedad ayuden a esto. Para lo cual es necesario comenzar en casa, erradicar todo el mal de nuestros corazones, y advertir a aquellos que desean unirse a nosotros desprendiéndose de todo lo malo y uniéndose en unidad, buscarla y exponerla. Ella dijo que la sociedad tiene otros deberes de los cuales preocuparse que ver lo que los pobres quieren. Exhortar a los miembros a conducirse a tener honor en hacer obras buenas y llevarlas a cabo. Entender la necesidad de caminar de tal manera que el Señor la aprobase.
- Debemos arrepentirnos a menudo y ser prestos. (mayo 19, 1842)
La Presidenta continuo exhortando a todos quienes han errado a arrepentirse y perdonar sus pecados. Dijo que las fuerzas de Satanás están en contra de esta Iglesia. Cada Santo debe estar en su lugar presto.
- Deberíamos tener gracia para ellos. (mayo 27, 1842)
La presidenta E. Smith se levantó y dirigió a la congregación . Ella dijo que todos tenemos que tener gracia para los demás.
- Encontramos poder en fe y oración. (agosto 4, 1842).
La señora presidenta se levantó y dirigió a la sociedad acerca de la necesidad de ser unidos entre nosotros. Debemos tener suficientes dificultades de afuera sin levantar una disputa entre nosotros, dureza y malos sentimientos los unos hacia los otros, etc…
Podríamos gobernar esta generación de una forma si no otra. Si no es por el poderoso brazo, podemos hacerlo por fe y oración. Si vamos a tratar de vivir rectamente, ella creía que no deberíamos decididos.
Continuó diciendo que Dios sabe que tenemos trabajo que hacer en su lugar. Debemos cuidar y orar y ser cuidadosos de no crear sentimientos de enemistad el uno con el otro.
- Necesitamos fortalecernos los unos a los otros y tener caridad. (marzo 16, 1844)
La señora presidenta se levantó y dirigió a la congregación sobre la necesidad de ser unidos entre nosotros y fortalecer las manos de los unos con los otros en orden que podamos hacer bien entre los pobres… Debemos estirar el manto de la caridad alrededor de los que se arrepienten y no lo harán más… aconsejó que obedeciéramos El libro de mormón y Doctrina y Convenios… también nos exhorto a ayudar a los pobres.