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Análisis del cierre de estacas en el mundo 

Análisis del cierre de estacas en el mundo

(NOTA DEL EDITOR: Traducción del artículo original “Analysis of Discontinued Stakes Worldwide«, publicado originalmente el 30 de noviembre de 2013 por el grupo de estudios SUD Cumorah.com. Muchos datos y antecedentes han variado desde la publicación original, pero el contenido general y las conclusiones son tan vigentes ahora como hace 4 años)

Por Matt Martinich, de Cumorah International LDS Resources
Traducido y adaptado por Hans Catalán Jaque

Contexto

La creación de nuevas estacas es un indicador robusto del crecimiento real de la membresía en la Iglesia SUD ya que, para que las estacas funcionen, se requieren estándares mínimos en el número de poseedores del Sacerdocio de Melquisedec activos, el número de congregaciones dentro de un área determinada y un cierto porcentaje de miembro pagadores de diezmo íntegro. Cuando una estaca ya no cumple los criterios para funcionar como tal puede ser descontinuada y consolidada con estacas vecinas o convertirse en uno o más distritos. La localización, el momento y antecedentes de las condiciones para cuando una estaca se descontinúa proporcionan información valiosa con respecto a la autosuficiencia local de la iglesia, sobre indicadores del nivel de actividad de los miembros y recién conversos, en cuanto a las políticas del área con respecto al crecimiento de la iglesia y su expansión, y sobre la proyección de las tendencias del crecimiento de la iglesia en el área afectada. Desde 1990, 129 estacas han sido descontinuadas en la Iglesia en todo el mundo. Decenas de estacas fueron descontinuadas entre 1830 y 1990, pero la mayoría de estas estacas se cerraron como parte de los ajustes de límites para crear nuevas estacas o debido a desafíos administrativos causados por largas distancias entre congregaciones.

Este estudio de caso proporciona información estadística sobre las estacas descontinuadas entre 1990 y 2013. Se identifican las razones por las que la Iglesia suspende las estacas y se discute la ramificación de las estacas que cierran en las poblaciones locales SUD. Se describen los métodos para evitar futuros cierres de estacas. Se pronostican las perspectivas futuras con respecto al cierre de estacas adicionales.

Antecedentes

106 de las 129 estacas descontinuadas entre 1990 y 2011 operaban en América del Norte o del Sur (82%). Junto con el número de estacas descontinuadas en paréntesis, entre los países que han cerrado más estacas desde 1990 figuran Chile (43), Estados Unidos (36), Filipinas (10), Brasil (6), Japón (6), México (5), Perú (5), Colombia (3), Ecuador (2), Alemania (2), Guatemala (2), Australia (1), Bolivia (1), Canadá (1), República Dominicana (1), Hong Kong (1), Liberia (1), Nigeria (1), Panamá (1) y Corea del Sur (1). Las estacas descontinuadas entre 1990 y el presente que operaron por más tiempo son las estacas Ogden Utah Mount, Ogden (82 años), Salt Lake Park (68 años), Glendale California (58 años), Walnut California (49 años) y Barstow California (49 años). Seis estacas que cerraron después de 1990 operaron por tres o menos años e incluyen las estacas Esmeraldas Ecuador San Rafael, Iquitos Perú Mi Perú, Iquitos Perú Sachachorro, Kidapawan Filipinas, Ozamiz Filipinas, y Kyoto Japón Sur. En promedio, las estacas interrumpidas entre 1990 y 2011 funcionaron durante 15 años. La mediana del número de años que operaron las estacas descontinuadas fue de nueve, mientras que la moda del número de años en que se cerraron las estacas fue de cinco. Chile es el país que ha tenido el mayor porcentaje de estacas discontinuadas en los últimos 20 años (37%), mientras que México ha tenido el más bajo (2,2%). Entre 1990 y 2011, los años donde la mayoría de las estacas se discontinuaron fueron el 2002 (26), 2003 (19), 2001 (10) y 2011 (10), mientras que en 1990 y 1997 no hubo cierre de estacas y sólo 5 estacas fueron disueltas en los años 1995, 2010 y 2013. En promedio, las estacas disueltas entre 1990 y 2013 se organizaron en 1988 y se interrumpieron en 2003.

Razones por las que se descontinúan las estacas

La disminución del número de miembros activos debido a que los miembros se mudan fuera de los límites geográficos de una estaca es la principal razón por la que las estacas se cierran en los Estados Unidos. Casi todas las estacas discontinuadas en los Estados Unidos operaban en California y Utah en lugares urbanizados donde los precios de los bienes raíces han aumentado, las condiciones sociales se han deteriorado, donde las familias activas de los Santos de los Últimos Días se han reubicado en otros lugares o donde se ha producido una combinación de estos factores. Muchas de estas antiguas estacas tenían límites geográficos pequeños y cinco o seis congregaciones durante la mayor parte del tiempo que operaron, lo que las hacía propensas a cerrarse si un gran número de miembros abandonaba la zona, pocos miembros se mudaban a la estaca o un pequeño número de conversos se unía a la Iglesia. Muchos de los conversos bautizados en estas localidades no fueron retenidos o se trasladan a otros lugares donde hay más viviendas asequibles, mejores estándares de vida y una cultura comunitaria percibida como más compatible con el estilo de vida tradicional de los SUD. Los índices del nivel de actividad de los miembros también son más bajos en los lugares donde se descontinuaron las estacas en comparación con otros lugares. Este hallazgo puede deberse al estilo de vida diferente de los miembros menos activos e inactivos que no replican a las comunidades suburbanas que se perciben como culturalmente SUD. Con el tiempo esto resulta en un porcentaje creciente de miembros que no son activos en las unidades respecto a los miembros menos activos o inactivos que se mudan fuera de una determinada estaca. Los cierres de estaca generalmente ocurren después de que se consolidan varios barrios o justo antes de ajustes de límites y cierre de barrios y ramas en áreas donde la membresía activa decrece.

El bajo nivel de actividad de los miembros y los bajos porcentajes de retención de conversos son las principales razones para que la Iglesia cierre estacas fuera de los Estados Unidos. A menudo, muchas de estas estacas se organizaron durante los años de crecimiento más acelerado de miembros experimentado por la Iglesia en los países latinoamericanos y Filipinas, que también fueron los años en que las tasas de retención de conversión fueron las más bajas. La mayoría de las estacas interrumpidas en Chile se crearon originalmente entre 1993 y 1998, un período en que la Iglesia creó estacas y congregaciones con un pequeño número de miembros activos en un esfuerzo por asignar responsabilidades de liderazgo a un mayor número de miembros nuevos para ayudar a reducir la deserción de conversión. Pocos miembros activos en los barrios y estacas de Chile impulsaron la consolidación de 43 estacas entre 2000 y 2005 para crear congregaciones con un mayor número de miembros activos y reorganizar las estacas para que cada una cumpliera con los criterios mínimos para operar como una estaca funcional. Sin embargo, en el proceso de ajuste de límites de barrios y ramas, los misioneros retornados de la época informaron que muchos miembros activos se volvieron inactivos ya que no lograron integrarse socialmente a las nuevas congregaciones y tenían que viajar más lejos para llegar a la iglesia.

En ocasiones, junto con los bajos índices de actividad de los miembros, la distancia a otros centros reuniones y condiciones políticas adversas han iniciado el cierre de estacas a nivel internacional. Las estacas Ozamiz y Kidapawan interrumpidas en la isla de Mindanao, Filipinas fueron descontinuadas aparentemente en parte debido a la inestabilidad política y la distancia a otras estacas cercanas y la sede de la misión. La aislada Estaca Monrovia Liberia operó lejos de cualquier otro centro de la Iglesia SUD y fue afectada negativamente por la emigración de miembros activos a Ghana y otros países debido a la guerra civil a principios de los años 2000. La estaca fue eventualmente descontinuada y dividida en dos distritos debido a estos problemas además de desafíos administrativos y bajos indicadores de la actividad de miembros. A finales de los años ochenta, se cerraron varias estacas en las zonas rurales de Uruguay, principalmente debido a las largas distancias entre los barrios y ramas individuales y por las pocas congregaciones dentro de estas antiguas estacas.1

Los desastres naturales que han motivaron la reubicación de miembros también han contribuido al cierre de estacas. La erupción del Monte Pinatubo en 1991 dañó el 80% de los hogares de los miembros en la Estaca Olongapo Filipinas,2 lo que provocó reubicaciones que probablemente contribuyeron a la interrupción de la estaca en 1993. La Estaca Slidell Louisiana fue descontinuada en 2007, dos años después de que el huracán Katrina dejara daños generalizados en la zona.

Los misioneros que han servido en algunas naciones latinoamericanas y Filipinas han señalado que eventuales crisis de liderazgo local han influido en la decisión de los líderes generales de iglesia de cerrar algunas estacas. Problemas crónicos con el liderazgo de la estaca y de los barrios al seguir correctamente las políticas de la iglesia y los procedimientos administrativos dentro de sus jurisdicciones han sido un desafío en algunos casos, ya que algunos líderes no se dieron cuenta o se negaron a seguir las políticas de la iglesia. En algunos lugares, el liderazgo de la iglesia local trató de manera inapropiada a los miembros culpables de transgresiones serias. El malversamiento de donaciones de los miembros por parte de los líderes de las estacas, barrios y ramas ha ocurrido en raras ocasiones en algunas estacas discontinuadas.

A veces se cierran estacas para crear múltiples distritos con la intención de que cada distrito se convierta en una nueva estaca. En República Dominicana, la primera y única estaca en ser descontinuada fue la Estaca La Vega en 2009 la cual se dividió en tres distritos con sede en Bonao, Cotuí y La Vega. En Filipinas, varias estacas descontinuadas se dividieron en dos distritos, como las estacas Camiling Filipinas y Burgos Filipinas. A finales de 2013 no se habían organizado estacas de los distritos organizados a partir de una única estaca descontinuada ya que han continuado bajos índices de actividad de los miembros y problemas de liderazgo. En las dos últimas décadas sólo se han restablecido algunas estacas descontinuadas, como la Estaca Chincha Peru [NOTA DEL TRADUCTOR: En Chile el 2014 se reorganizó el distrito Coquimbo Chile como estaca, habiendo operado anteriormente como una única estaca hasta 2002]. 

Efectos negativos de cerrar una estaca

Misioneros y miembros han reportado que el cierre de una estaca puede reducir significativamente la moral de los miembros y debilitar sus testimonios, ya que los objetivos establecidos anteriormente en los barios y ramas no fueron alcanzados y una combinación de factores ha precipitado la decisión de los líderes de la iglesia de interrumpir una estaca. La decisión de cerrar una estaca puede ser particularmente difícil para los líderes locales quienes pueden sentir que fracasaron en sus deberes eclesiásticos para edificar y fortalecer la Iglesia en sus áreas. Las consolidaciones de estaca a menudo ocurren junto a consolidaciones de congregaciones. La consolidación de barrios y ramas a menudo resulta en una mayor reducción de los niveles de actividad de los miembros ya que los miembros deben viajan distancias mayores hacia las capillas y deben integrarse socialmente en nuevos barrios y ramas, siendo esto un desafío. Devolver una estaca al estado de distrito da como resultado una autonomía limitada del liderazgo local y el cese de ciertas responsabilidades y recursos otorgados a los miembros y líderes de la iglesia solamente dentro de las estacas. Estas responsabilidades se vuelven a asignar al presidente de la misión cuando una estaca vuelve al estado de distrito. Ejemplos de estas responsabilidades y privilegios de los líderes locales incluyen la emisión de recomendaciones para templo, la ordenación de miembros varones al Sacerdocio de Melquisedec y la posibilidad de entrevistar y apartar a miembros para el servicio misional de tiempo completo. Limitaciones adicionales también entran en juego cuando una estaca vuelve al estado de distrito tales como que ningún poseedor del Sacerdocio de Melquisedec es avanzando al oficio del sumo sacerdote y no hay patriarca en funcionamiento para proporcionar bendiciones patriarcales. Algunas de las estacas que se degradan a distritos no pueden volver a ser estacas a pesar de varios años de estrecha supervisión y apoyo de los líderes de la misión para tratar estas preocupaciones y ayudar a los líderes del distrito a alcanzar de nuevo los requisitos para operar como estaca. Volver una estaca al estado del distrito puede ser más beneficioso que consolidar las estacas descontinuadas con las estacas vecinas, ya que hay mayor continuidad en las responsabilidades del liderazgo local que no depende del apoyo de estacas cercanas, y una menor probabilidad de que las congregaciones se consoliden.

Métodos para evitar que se cierren estacas

El principal método para evitar el cierre de estacas es evitar la creación de estacas con pocas congregaciones que no satisfacen holgadamente los estándares para que una estaca funcione. A principios de los años 2000 la Iglesia elevó los estándares necesarios para que se organizaran nuevas estacas para así reducir la probabilidad de llegar a ser descontinuadas. Los estándares que parecen haberse elevado incluyen aumentar el número de poseedores del Sacerdocio de Melquisedec activos requeridos para que una estaca funcione, un mayor número de congregaciones para pertenecer a las nuevas estacas, un aumento en el tiempo requerido para que un distrito funcione como una estaca antes de que una estaca sea organizada oficialmente y una reducción en el tamaño geográfico de las nuevas estacas. También se aumentaron los requisitos de las congregaciones para crear unidades nuevas con más miembros activos. En los Estados Unidos la Iglesia aumentó el número mínimo de miembros nominales necesarios para que se organice una nueva estaca en más de mil respecto a las estacas fuera de los Estados Unidos. El promedio de barrios por estaca en todo el mundo ha aumentado en las últimas dos décadas de 6,72 en 1993 a 6,97 por cada estaca en el 2000, y a 7,16 unidades por estaca en 2010.

Aparentemente la Iglesia aumentó el número de barrios incluidos en nuevas estacas organizadas en los Estados Unidos; de sólo cinco o seis antes de finales de los años 2000 a generalmente siete a nueve después. El aumento en el número de barrios incluidos en las nuevas estacas organizadas pueden aumentar la carga administrativa sobre los líderes de la estaca, pero ofrece un amortiguador en caso de que un gran número de miembros activos se trasladen fuera de los límites de la estaca o se vuelvan inactivos. Un cambio en el promedio de barrios incluidos en una estaca recientemente organizada también puede indicar un mayor énfasis de la Iglesia en crear estacas fuertes y dotadas de recursos en lugar de generar un mayor número de nuevas estacas con menos recursos.

El éxito en reducir la probabilidad del cierre de estacas descansa en gran parte en estándares contundentes para que los barrios y ramas sean organizadas y continúen operando. Reducir el estándar para que un barrio o rama se cree al disminuir el número de miembros activos o los poseedores del sacerdocio necesarios, y luego aumentar este estándar y consolidar unidades más pequeñas varios años después no ofrece sustentabilidad a largo plazo y generalmente resulta en un gran número de miembros activos y semiactivos que caen en la inactividad ya que las relaciones sociales forjadas en la iglesia se interrumpen y los lugares de reunión y tiempos de traslado se alteran con frecuencia.

La participación consistente de los miembros y misioneros es crucial para salvaguardar la probabilidad de un eventual cierre de estaca. Los miembros locales deben asumir la responsabilidad de encontrar a los investigadores, hermanar a los nuevos conversos, coordinarse con los líderes de la iglesia para los esfuerzos de reactivación y cumplir fielmente las asignaciones de maestras visitantes y maestros orientadores. Las estacas con programas misionales activos con frecuencia reducen los riesgos de problemas de actividad de los miembros y la probabilidad de que la estaca se descontinúe.

Limitaciones

La Iglesia publica anualmente una lista de las estacas interrumpidas por país en su Almanaque oficial [NOTA DEL EDITOR: Deseret News publicó la última edición del Almanaque en 2013 y no se han anunciado planes de retomar dicha publicación periódica]. Las razones por las que las estacas individuales se discontinúan no se revelan públicamente. Artículos de prensa, informes de miembros, misioneros, líderes locales de la iglesia, análisis realizados con datos oficialmente publicados sobre la membresía y las tendencias de crecimiento de las congregaciones locales proporcionó la información necesaria sobre las razones por las cuales la Iglesia suspende las estacas argumentadas en este estudio.

Perspectivas para el futuro

Es probable que la Iglesia suspenda estacas adicionales en un futuro previsible, especialmente en las ciudades más grandes del oeste de los Estados Unidos, debido a que, comparativamente respecto a otras zonas, pocos conversos se bautizan, los miembros activos y familias generalmente se trasladan a otros lugares y muchas de estas estacas poseen el número mínimo de barrios para sostener el funcionamiento de una estaca. El aumento de los estándares para que las estacas operen en gran parte de América Latina probablemente disminuirán el número de estacas descontinuadas en América Central y América del Sur dentro de la próxima década ya que las moderadas tasas de bautismos de conversos reemplazan a menudo el número de miembros activos que se desplazan fuera de las estacas donde hay pocos barrios. En la actualidad, Brasil y México parecen más susceptibles al aumento del número de cierres de estaca en la próxima década, ya que muchas de sus estacas operan con sólo cinco o seis barrios.

[1]  «Uruguay,» Deseret News 2013 Church News Almanac, p. 592

[2]  «Members in Guam aid volcano victims from the Philippines,» LDS Church News, 20 July 1991.  http://www.ldschurchnews.com/articles/21641/Members-in-Guam-aid-volcano-victims-from-the-Philippines.html

Imagen destacada: Sostenimiento de los líderes de la primera estaca organizada en Armenia. | Iglesia SUD.

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