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BBC Mundo: «No sabía que era adicto a la pornografía» 

BBC Mundo: «No sabía que era adicto a la pornografía»

El pasado 4 de junio la cadena británica de noticias BBC Mundo publicó un revelador artículo titulado “Cómo superé la adicción a la pornografía», en el cual expone el caso de un joven de 23 años, Daniel Simmons, que luego de años inmerso en el vicio, pudo salir adelante y recuperarse.

“No podía concentrarme ni siquiera en las actividades diarias más sencillas. No sabía que tenía un problema con el porno. No lo reconocía, pero fui un adicto durante seis años”, comenta Daniel, quien comenzó a consumir material erótico cuando sus padres le regalaron una computadora portátil a los 15 años de edad.

Lamentablemente, no es de extrañar la edad que tenía Daniel en ese entonces. En otro artículo que fue publicado por el Deseret News (y traducido por El Faro Mormón [EFM] el año pasado) indica que, según los expertos, “la edad en la que ocurre el primer encuentro con este tipo de material no deja de disminuir y que actualmente se halla alrededor de los 11 o 12 años”. Y si a esa edad el niño no tiene su primer contacto con el porno, no es motivo para descuidarse, ya que “algunos estudios demuestran que cerca del ciento por ciento de los adolescentes en la actualidad quedarán expuestos a la pornografía para cuando se gradúen de la escuela secundaria”, según se lee en un artículo anterior publicado por EFM en conjunto con los Servicios para la Familia SUD.

En este último artículo se menciona el caso de Justin, quien vio pornografía por primera vez cuando aún era un niño de 11 años. Aquel día buscaba videos en YouTube de autos a control remoto haciendo saltos junto a un amigo hasta que se toparon con material inapropiado.

“En ese momento quería más, por lo que busqué más”, confesó Justin cuando ya tenía 18 años de edad. “Era una necesidad constante, aunque no tuviera idea de lo que era. Nunca me sentía feliz con lo que encontraba. Aun cuando era de mi preferencia sexual, no me hacía feliz. Empecé con un clic y luego seguí haciendo más y más clics que nunca pararon”. De una manera similar, Daniel recuerda que “rápidamente se convirtió en una actividad diaria. Veía porno dos horas cada día”.

Con algunos de los mismos efectos que producirían algunas drogas duras en el organismo, la pornografía afectó el organismo de Daniel.

La Internet es la principal fuente de donde los niños y adolescentes conocen la pornografía por primera vez.
La Internet es la principal fuente de donde los niños y adolescentes conocen la pornografía por primera vez.

El comparar la pornografía con una droga fue planteada y corroborada de manera científica por un estudio de la Universidad de Cambridge. Parte de las conclusiones de este estudio fue citada en un artículo anterior de EFM: “Las personas que están adictas a la pornografía muestran actividad cerebral similar a la de un adicto a las drogas. A través de un escáner cerebral (MRI), los sujetos que admitían tener un uso compulsivo a la pornografía, mostraron una reacción similar a la de un drogadicto en la parte del cerebro que controla la sensación de premio”.

Su similitud a las drogas duras también se manifiesta ante la abstinencia. “Decidí abstenerme del porno y la masturbación por 100 días”, relata Daniel. “Las primeras dos semanas fueron horribles, tuve muchos cambios de humor. Fue realmente difícil… Había noches en las que no podía dormir. Otras, me despertaba sudando frío. En ocasiones comenzaba a temblar sin razón. Algunas veces me sentía muy ansioso y otras que podía conquistar al mundo y hacer cualquier cosa que quisiera”.

Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días este no debe ser un tema ajeno, ya que, según explican Servicios para la Familia SUD, “los santos de los últimos días no son diferentes en lo que respecta a la incidencia ni a la magnitud de las adicciones sexuales”.

BBC Mundo comenta que estudios previos “sugieren que de 25 adultos, uno sufre de comportamiento sexual compulsivo, lo que se define como una obsesión con pensamientos sexuales, sentimientos o acciones que no pueden controlar”. Estos síntomas comunes en adictos a la pornografía les “genera sentimientos de aflicción, angustia y vergüenza”. Otro especialista indica: “Quienes usan este material suelen estar aburridos, estresados o solos”. Este conjuntos de irregularidades provoca un negativo impacto en su vida personal en términos psicológicos, espirituales y sexuales (en la sexualidad matrimonial o en el desarrollo sexual de los jóvenes), además en la cotidianidad de la vida familiar, en el trabajo y la escuela.

La exposición a este tipo de material no solo provoca la adicción a la pornografía y a la masturbación, sino que también, cuando ocurre a una edad tan temprana, puede provocar efectos mucho más nocivos.

El Programa de Recuperación de Adicciones ayuda a quienes afronten el problema de la pornografía con la colaboración de profesionales de manera confidencial.
El Programa de Recuperación de Adicciones ayuda a quienes afronten el problema de la pornografía con la colaboración de profesionales de manera confidencial.

Bertha K. Madras, profesora de Psicobiología en el Departamento de Psiquiatría de la escuela médica de Harvard, especificó: “Los cerebros de los adolescentes no están completamente desarrollados. Su parte ejecutiva, el lóbulo frontal, que frena los impulsos, está implicado en la evaluación de las situaciones, en proporcionar una respuesta racional a las situaciones emocionales, lo que en el adolescente se encuentra subdesarrollado”. La incapacidad de los jóvenes adictos para decir ‘no’ puede tener consecuencias de por vida.

Daniel, según relató a BBC Mundo, logró comenzar su recuperación de la adicción de la misma manera en que la comenzó, es decir, navegando por internet se topó con una página dedicada a la adicción a la pornografía.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha creado un vasto programa para ayudar a quienes afrontan este tipo de tentaciones que, al ceder a ellas, llegan a convertirse en enfermedades.

Los Servicios para la Familia SUD ofrecen el Programa para la Recuperación de Adicciones, disponible a través de los Servicios para la Familia SUD, que es un recurso gratuito y confidencial. Además de esto, se puede encontrar material en línea especialmente enfocado en quienes sufran con esta adicción llamado SobreponerseALaPornografia.org.

Pero esta ayuda en línea puede, quizás, no ser suficiente, la psicóloga Carolina Pérego, de los Servicios para la Familia SUD, mencionó que esta es una de las adicciones más difíciles de superar, “no así como otras adicciones, en el que el elemento adictivo se puede ‘quitar’ del alcance del adicto. Por esto es importante recurrir a un profesional que pueda ayudarnos en este recorrido de alejar estas imágenes mentales, cuando estas se han vuelto parte de nuestros pensamientos”.

Además de la ayuda profesional, los obispos desempeñan una función vital en la recuperación y reciben inspiración y guía para ayudar a las personas mientras se esfuerzan por superar esos problemas. Puede que la adicción haya avanzado hasta un punto tal que se necesita más ayuda.

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