Antes de convertirse en el vicepresidente senior de Zions Bank, Clark B. Hinckley, hijo del fallecido profeta Gordon B. Hinckley, se tituló de matemático y obtuvo un magíster en administración de empresas en la Universidad de Harvard. A este impresionante currículum, ahora puede agregar que acaba de publicar su primer libro.
Clark Hinckley se interesó en la vida de Cristóbal Colón mientras servía como presidente de misión de la Misión España Barcelona. Al regresar a casa el 2012, continuó estudiando acerca del famoso descubridor y sus escritos. Aunque nunca había abordado un proyecto de escritura como éste antes, su pasión e investigación dieron como resultado un nuevo libro titulado “Cristóbal Colón: un Hombre entre los Gentiles”.
En una entrevista acordada a Deseret News, Hinckley explicó: “Me obsesioné con Colón. Es un personaje fascinante y por extraño que parezca, muy incomprendido hoy en día. Por muy famoso que sea, la mayoría de las personas no saben mucho sobre él. Fue intrigante indagar en su historia pues en su mayoría corresponde a material fascinante y profundamente religioso”.
“Mi enfoque fue el siguiente: Si creyera en lo que este hombre dijo, ¿Cómo lo vería? Si lee sus escritos y los llega a apreciar, asumiendo que los redactó con verdadera intención, ¿Qué clase de hombre resulta de eso? Fue un viaje fascinante».
Durante los últimos 500 año se ha escrito mucho material acerca de Colón. El primer desafío para el escritor fue entonces clasificar la información. Parte de ese proceso consistió en identificar las fuentes más valiosas y fiables.
Hinckley reconoció que en las últimas décadas, Colón ha sido retratado como un buscador de oro codicioso, un hombre culpable de genocidio y un destructor del medio ambiente. Pero cuando se indaga en los hechos, emerge una imagen muy diferente. «Se ha vuelto popular ver a Colón como el chivo expiatorio, como un hombre al que se podría culpar por todos los males del mundo moderno. Eso se convirtió en la forma políticamente correcta de mirarlo. Es como culpar a Einstein por Hiroshima y Chernobyl. «Colón abrió el nuevo mundo … pero no se le debe culpar por todo lo que otras personas del nuevo mundo hicieron mal.»
La clave para entender a Colón se encuentra en El Libro de Mormón. El autor cita 1 Nefi 13:12, donde el profeta Nefi describe a un hombre entre los gentiles que es traído por el Espíritu Santo e inspirado a ir por las muchas aguas.
Del mismo modo, Colón, un hombre profundamente religioso, registró que sintió que la mano del Señor abrió su mente al hecho de que era posible navegar a nuevas tierras. Al respecto, escribió: «Este fue el fuego que ardía dentro de mí. ¿Quién puede dudar de que este fuego no era sólo mío, sino también del Espíritu Santo … que me instaba a seguir adelante?»
«Esencialmente lo que Colón dijo una y otra vez es que Dios lo había elegido para hacer lo que hizo y que jugó un papel clave en el plan divino de la historia. Estaba muy convencido de ello», dijo Hinckley. «Lo que el Libro de Mormón hace es validar esa perspectiva.»
La perspectiva SUD es lo que diferencia al escrito de Hinckley con los demás escritos sobre Colón. Lo que Hinckley buscaba hacer era ir más adelante y mostrar a Colón a través de recursos santos de los últimos días, particularmente El Libro de Mormón y otros comentarios por líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Él estaba intrigado al darse cuenta que entre todas las profecías de la Restauración en El Libro de Mormón, sólo dos individuos son especialmente reconocidos: José Smith y Cristóbal Colón.
«¿Por qué es eso? ¿Por qué no George Washington? ¿Por qué es que Nefi, en todo lo que está hablando, destaca a Colón?» Dijo Hinckley. «La conclusión a la que llegué al hacer esta investigación es que la Restauración comienza con Colón y su viaje. Cambia el mundo casi de un día para otro. … Colón y José Smith son los sujetalibros de la Restauración. Creo que esa es la razón por la que Nefi lo destaca».
Además de la profecía de Nefi y la historia de la vida de Colón, Hinckley incluyó un apéndice con información sobre las ordenanzas del templo a favor de Colón y la tripulación de su primer viaje. Una pintura de Colón por el fallecido William J. Parkinson aparece en las primeras páginas del libro. Parkinson escribe que pintó el retrato de Colón después que el explorador se le apareció una noche.
Hinckley dijo que salió del proyecto con una renovada convicción y la comprensión de que Dios cumple sus promesas y profecías. Él tiene un nuevo respeto profundo por Colón, quien cumplió el llamado de su vida en el rostro de extraordinaria oposición.
Hinckley también espera que los lectores salgan con una apreciación mejorada hacia Colón.
“Hay una gran cantidad de información errónea (allá afuera), pero espero que los lectores ganen una nueva apreciación por este hombre que fue llamado por Dios para hacer algo,” dijo Hinckley, “Él fue un hombre imperfecto con debilidades, pero él hizo lo que Dios le había ordenado de antemano que hiciera, y por eso merece nuestro respeto”,