Las misiones han sido un modo de vida para los licenciados de la “Southern University”, John y Michelle Wright Amos.
Después de egresar de la universidad en 1989, la pareja se casó, y John fue comisionado a la Marina y más tarde a la Reserva de la Marina, en donde pasó 21 años como ingeniero de energía nuclear antes de entrar al sector privado. Él era el único director de ingeniería de color durante su tiempo en el conglomerado global “Siemens Energy”.
Michelle continuó sus estudios y recibió su grado de magister en ciencias en administración de la ingeniería de la Universidad de Florida Central (University of Central Florida) en Orlando, antes de pasar 30 años trabajando para la NASA y el Centro Espacial John F. Kennedy. Ella formó parte del equipo de ingenieros que ayudaron con el explorador Mars 2020 lanzado en julio.
Sin embargo, pese a los logros y estatus, la pareja dice que su misión más importante es su servicio misional en la iglesia mormona.
“No hay nada más importante para nosotros que el evangelio de Jesucristo. Es la máxima prioridad”, dice Michelle, de 53 años oriunda de la ciudad de Baker, Louisiana. “La máxima prioridad son las personas y el ayudarlas a entender que Jesús es nuestro Salvador, y que no podemos obtener la vida eterna o gozo en nuestra familia sin él”.
La pareja llegó a Baton Rouge al comienzo de este verano para embarcarse en una misión de 3 años, luego de que a John se le llamara para ser presidente de la Misión Louisiana-Baton Rouge de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La misión tiene 226 jovenes misioneros y abarca casi todo el estado de Louisiana (excepto la región oeste desde Lake Charles hasta Shreveport) y gran parte de Mississippi.
La asignación significó que la pareja tuvo que dejar sus puestos de trabajo y dejar su hogar en Orlando. Recordar que la decisión incluye el compromiso de un trabajo de tiempo completo en la misión, y no visitar a sus 3 hijos o 4 nietos.
“Estamos sirviendo 24/7 por estos 3 años”, dijo John, de 58 años y oriundo de Opelousas.
“Esto es parte del sacrificio que hemos hecho”, comentó Michelle. “Hemos dejado nuestros trabajos y familia. El único momento en que podemos ver a nuestros hijos es si ellos nos visitan. …Nuestra religión es como la estrella guía o como una brújula para nosotros, y es parte de todas las decisiones que tomamos. Nuestra religión impacta a nuestra familia, nuestras profesiones, y nuestro servicio en la comunidad. Por lo que, somos guiados por el evangelio de Jesucristo en todo lo que hacemos”.
Por su parte, John comenta: “El verdadero enfoque es hacer las cosas para ser dignos de volver a la presencia de nuestro padre celestial. Él quiere que hagamos su obra aquí, y esa es nuestra prioridad. Estudiamos una carrera para adquirir conocimiento y mantenernos a nosotros mismos y a nuestras familias, y para superarnos a nosotros mismos. Pero nuestro enfoque central siempre es él”.
Michelle dijo que el mensaje del evangelio se puede resumir en dos de sus escrituras favoritas. Una es la conocida escritura en Juan 3:16 — “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. La otra se encuentra en 2 Nefi 31:20 en el Libro de Mormón — “Por tanto, debéis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, si marcháis adelante, deleitándoos en la palabra de Cristo, y perseveráis hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna”.
“Esto muestra cómo la Biblia y el Libro de Mormón trabajan mano a mano para ayudar a traer a las personas hacia Jesucristo”, dijo Michelle. “Él es nuestra única esperanza de salvación en este mundo. Él es la respuesta para el amor, y eso es lo que el mundo necesita. Eso es lo que todos necesitamos en estos momentos”.
Aun así, dejar nuestras vidas y carreras en Florida no fue fácil.
John comparó su difícil situación con la de Nefi, y quien escribió los dos primeros libros en el Libro de Mormón. Después de que su padre profetizó lo que la familia necesitaba hacer, Nefi oró y buscó la confirmación del Espíritu Santo. En 1 Nefi 3:7 dice: “Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado”.
La historia motivó a John.
“Esa es una de mis escrituras favoritas, porque el Señor nos ha pedido hacer muchas cosas difíciles, como este llamamiento que tenemos ahora, pero confío que él proveerá una manera para que lo logremos junto con todo lo que nos ha pedido hacer”, afirmó John.
Michelle dijo que fue especialmente difícil dejar su “trabajo soñado” en la NASA y no poder presenciar el lanzamiento de Mars en persona.
“Fue emocionante. Pude verlo en la transmisión en vivo de la NASA. Pero si estuviera trabajando aún en el Centro Kennedy, habría estado ahí, de manera presencial en el lanzamiento, trabajando con algunas de las personas que trabajaron en el explorador”.
Los Amos no están seguros de si volverán a sus trabajos luego de que terminen su misión (John también trabajó como un profesor adjunto en la University of Central Florida).
“Creo que a ambos nos gustaría servir otras misiones o servir en otra misión”, dijo Michelle.
“Ellos necesitan a alguien con mucha experiencia no solo en lo profesional, sino en el evangelio y la organización de la Iglesia”, comentó John.
La pareja llegó a bautizarse en la iglesia de maneras separadas y en diferentes puntos de sus vidas.
Michelle fue criada en la fe Bautista, pero cuando tenía 11 años se bautizó en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Mi padre era un diácono Bautista, por lo que mis recuerdos más tempranos fueron yendo con él a la iglesia para acomodarla, asegurándose de que fuera acogedora y luego él prepararía los sacramentos. Fuimos criados con buenos valores cristianos mediante la fe Bautista”, dice ella.
Pero Michelle cuenta que su familia comenzó a buscar otras “opciones” y eventualmente encontraron la religión mormona.
“Estábamos buscando una iglesia que enseñara las escrituras como nosotros las entendíamos”.
El 21 de enero de 1979, 13 miembros de la familia de Michelle, incluyendo sus hermanos y primos, fueron bautizados en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Por otra parte, John conoció la Iglesia durante el tercer año en la universidad. Su compañera de clases, Michelle, lo invitó a una cita.
“Le pedí que fuera conmigo a una actividad de la Iglesia. Esa fue nuestra primera cita”, dijo ella. “Él estuvo de acuerdo en ir, y fue. Lo pasamos muy bien”.
A John le sorprendió el ambiente familiar.
“La experiencia fue un poco diferente de lo que había experimentado en otras iglesias antes”, dijo John, quien creció como católico. “Todo era muy enfocado en la familia y no solo los domingos, sino que cada día de la semana eran exactamente los mismos estándares que ellos vivían, independientemente de lo que pasara. Eso me pareció interesante”.
Fue lo suficientemente interesante como para que él asistiera a instituto con los estudiantes mormones durante su último año en la universidad.
“A finales de ese año, yo había desarrollado un fuerte testimonio del evangelio debido a la manera en que se vivía y la autoridad con él. Por lo tanto, me comprotí a que esa sería la manera que iba a pasar el resto de mi vida” dijo él.
John y Michelle se casaron en 1990.
Además de su vocación, John ha sido consejero de la presidencia de estaca, obispo, consejero del obispado, presidente de la escuela dominical de barrio, y secretario ejecutivo de barrio en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Michelle ha sido presidenta de la primaria de estaca, secretaria de las mujeres jóvenes de estaca, presidenta de la sociedad de socorro y de las mujeres jóvenes de barrio, maestra de escuela dominical, y maestra de doctrina del evangelio.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una organización activa en varias áreas, comentó John. Los misioneros que comparten el evangelio en la comunidad sirven donde se les necesite.
“Existe un compromiso consistente y real por parte de los jovenes al dedicar 18 meses a 2 años para ir a algún lugar del mundo y compartir el evangelio 24/7.
Sus esfuerzos de servicio fueron evidentes durante las consecuencias del huracán Laura.
Si te fijas, los primeros en responder a la población civil en las áreas donde el huracán Laura golpeó con más fuerza, diría que probablemente 50% de las personas son de la iglesia mormona”, dijo John.
Cerca de 90 misioneros de la misión Baton Rouge pasaron el último fin de semana ayudando a socorrer a las personas afectadas por el huracán en Leesville, Alexandria y Monroe.
Otra área en la que la iglesia ha trabajado para mejorar es en “las relaciones entre razas”. John comentó que el presidente de la iglesia mormona tiene una “fuerte coalición” con La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés).
“Los líderes tienen un diálogo que ha estado sucediendo probablemente durante varios años para apoyar la diversidad y la igualdad de derechos, e incluso el movimiento Black Lives Matter (la vida de los negros importa)”, dijo John.
Las personas de color constituyen alrededor de un 6% de los 16 millones de miembros de la iglesia mormona alrededor del mundo, según el informe de Associated Press en 2018.
“Desde luego, la cultura es diferente en comparación con la cultura que experimentamos de jóvenes en la iglesia y comunidad predominantemente afroamericana de nuestra familia. Sin embargo, nuestro enfoque en el servicio a Dios y el crecimiento espiritual como cristianos no se ha visto afectado por nuestra raza”, afirmó John.
Él dijo que no ha visto la raza como un problema en el “día a día” dentro de la iglesia.
“O me amas o no lo haces. Tienes la misma preocupación sin importar en qué iglesia estés. Siento el mismo amor de mis hermanos hacia mi en esta iglesia que el que sentiría de alguien de otra iglesia”.
Michelle agrega otra perspectiva en relación a la raza.
“Extraño la cultura. La iglesia de personas de color es como una familia y una comunidad”, dice ella. “Diría que la única cosa que identificaría que extraño es la buena música gospel y soul”.