PROVO, Utah | The Digital Universe | — Como bien se sabe, una actividad de estaca común y corriente no requiere permisos ciudadanos, ni 23 oficiales de policía, ni 75 misioneros de tiempo completo, mucho menos una asistencia de 10.000 personas.
En tan sólo tres años, la Corrida de Templo a Templo pasó de ser una actividad de estaca al evento oficial del día del Pionero en la ciudad de Provo. Para este año, los organizadores esperan una participación de 15.000 hermanos, los que comenzarán el recorrido en el templo de Provo hasta el templo de la ciudad de Provo.
Legrand A. Richards, profesor de Fundamentos del Liderazgo Educacional en la Universidad Brigham Young (BYU), uno de los organizadores originales, declaró: “Hice el recorrido en bicicleta sólo para averiguar qué tan lejos era y me di cuenta que eran exactamente cinco kilómetros de un templo a otro”. Erick Speckhard, miembro de la estaca de Richard quien también colaboró con esta iniciativa, comentó: “Es una forma de reunirnos a hacer algo realmente divertido cada 24 de julio.
La primera corrida fue una actividad interestaca, la que contó con 5000 participantes. Al año siguiente, ya eran 10.000 personas las inscritas. Para pagar los costos de la carrera, los organizadores obtienen dinero de donaciones y de la venta de poleras oficiales. Así, la inscripción es totalmente gratuita.
Hasta el momento, han logrado funcionar así, aunque eso conlleve una falta de ganancias: “Nuestra intención es mantenerlo orientado a las familias. Es por esta razón que hemos declinado las ofertas de algunos patrocinadores”. Además, los creadores desean emplear el evento como una herramienta misional, crear un ambiente tal que cualquier miembro pueda invitar a sus vecinos y amigos.
Cada corredor recibirá una medalla con la inscripción “Corriendo en memoria de”, seguida de un espacio en el que podrán anotar el nombre de un ser querido.
Los participantes aprecian la atmósfera familiar y amistosa que caracteriza la competencia. Benjamin Larson, el presidente de la estaca Provo Sur quien ha corrido desde el primer año, comentó: “Me encantó que hubieran tantos niños el año pasado. Saludamos a todos los misioneros que encontramos en el camino… Es simplemente una actividad buenísima, la que creo que será aún mejor este año”.
Los organizadores cuentan con que los estudiantes de BYU masificaran el evento a través de redes sociales. Asimismo, esperan que los jóvenes valoren la carrera y el verdadero mensaje que ofrece. Speckhard concluyó: “Además de proponer una actividad divertida, la razón más importante por la que deberían asistir los estudiantes de BYU es para que reflexionen acerca de las bendiciones que provienen del templo”.
ve Benedict Gexy