SANTIAGO DE CHILE — En Chile, cientos de niños nacen cada año con fisura labiopalatina, una condición congénita que afecta el desarrollo facial y genera diversas dificultades en la alimentación, el habla y la respiración. La Fundación Gantz, una institución sin fines de lucro dedicada al tratamiento de estas afecciones, ha brindado atención especializada durante 47 años pero, recientemente, se vio imposibilitada de continuar con las cirugías programadas debido a la falta de equipamiento esencial.
Frente a esta situación, la fundación acudió a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien respondió de manera inmediata con una donación que permitirá a la fundación retomar su misión de brindar esperanza y mejorar la calidad de vida de los niños con fisuras labiopalatinas.
El proyecto comenzó con la llegada del electrobisturí, una herramienta crucial para cortar tejido y cauterizar simultáneamente durante las cirugías. Luego se completó la renovación del sistema de gases clínicos, garantizando la presión y el abastecimiento necesario para operar con seguridad. Como resultado, se podrán realizar unas 450 cirugías por año gracias a esta donación.
Durante la ceremonia de entrega, la directora de la Fundación Gantz, Ximena Ovalle Barros, expresó su gratitud: «Es una alegría haber sido recibidos por la Iglesia con tanto cariño e interés por nuestras necesidades. Esta ayuda nos permite seguir adelante con nuestro objetivo… devolver la sonrisa a nuestros pacientes».
La hermana Leslie Layton, en representación de la Iglesia, agregó: «Cada vez que venimos a su hospital tenemos un sentimiento dulce. Nuestra misión es ayudar a otros a sentir el amor de Jesucristo. Una simple donación de un electrobisturí y sistemas de gases clínicos beneficiará a muchos pacientes».
El director médico de la fundación, Dr. Carlos Giugliano, también agradeció el apoyo: «Vuestra valiosa contribución ayudará enormemente a nuestros esfuerzos por rehabilitar a nuestros niños. Nos sentimos honrados de contar con su generosidad».