El domingo pasado fuimos invitados, junto con mi esposa, al barrio Pichipelluco de la Estaca Puerto Montt en el sur de Chile. Era quinto domingo. El Obispo Jorge Alejandro Hernández Catalán enseñó una bella clase sobre la importancia de regocijarnos en el día de reposo. Como parte de su presentación sacó a colación que una escritura, relacionada a sus enseñanzas, tenía una traducción bastante diversa en inglés y en español. Es algo que el Presidente de Estaca, Sergio Rodrigo Vargas Barría les había enseñado a los líderes.
Efectivamente, en español Proverbios 29:18 aparece en nuestras Biblias como: “Sin profecía, el pueblo se desenfrena, pero el que guarda la ley es bienaventurado”. Después pidió que se leyera en inglés, de la versión del Rey Santiago, “Where there is no vision, the people perish: but he that keepeth the law, happy is he”. En español, se traduciría como, “Donde no hay visión, el pueblo perece; mas aquel que guarda la ley, feliz es él”. Me especialmente interesó la diferencia en la traducción de la primera expresión.
Percibo estas diferencias como una oportunidad de aprender más. Así es que cuando volví a casa decidí estudiar estas pequeñas discrepancias. Muchas veces la traducción del Rey Santiago es más correcta que la versión Reina Valera, pero no siempre. Hay importantes excepciones. También, de vez en cuando, hay interesantes diferencias entre la versión Reina Valera 1960 (RV1960) que usábamos como Iglesia hasta tener nuestra propia traducción Reina Valera 2009 (RV2009).
Lo primero que hice fue revisar las diferencias en traducción en varias versiones en inglés. Aquellas Biblias interpretadas en forma más literal están de acuerdo con la versión del Rey Santiago. En español también vemos diferencias interesantes:
“Sin visión profética el pueblo perecerá; mas el que guarda la ley es bienaventurado” (BDJ); “Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado es el que guarda la ley” (LBLA); “Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, Pero bienaventurado es el que guarda la ley” (NBLH); “Sin profecía el pueblo será disipado: mas el que guarda la ley, bienaventurado él” (RV); “Sin profecía el pueblo será disipado: Mas el que guarda la ley, bienaventurado él” (RV-BRG); y “Donde no hay visión el pueblo perece; mas el que guarda la ley, es bienaventurado” (RVG).
El comité de traducción de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tenía el propósito de darnos una Biblia en la que la Iglesia pudiera añadir los aportes de la traducción inspirada del Profeta José Smith y los encabezamientos de los capítulos actuales y muchas ayudas adicionales sin tener una Biblia con derechos reservados por otra organización, como lo es la versión RV1960. Y al mismo tiempo no quería desviarse mucho de la tradición Reina Valera 1909. (Siempre le aconsejo a los hermanos a que utilicen la maravillosa versión RV2009 de día a día pero que conserven la también maravillosa versión RV1960 para contrastarlas cuando profundicen en las escrituras.)
Las otras versiones RV adicionales que poseo traducen este verso en Proverbios: “Sin profecía, el pueblo será disipado, mas el que guarda la ley bienaventurado él” (RV1865); “Sin profecía el pueblo será disipado: mas el que guarda la ley, bienaventurado él” (RV1906), y finalmente, la edición sobre la cual la Iglesia basó la RV2009, “Sin profecía el pueblo será disipado: mas el que guarda la ley, bienaventurado él” (RV2009). Aunque en este caso hay pocas diferencias entre estas versiones, hay motivos transcendentales por los que La Iglesia de Jesucristo prefirió la RV1909 como su base. Podríamos concluir que las varias versiones dan la misma idea, pero veremos que hay diferencias significativas.
Finalmente, decidí buscar esta expresión en la Biblia en hebreo: “בְּאֵין חָזוֹן יִפָּרַע עָם”. La palabra clave que nos interesa es חָזוֹן. Significa, principalmente, visión. Los diccionarios Bíblicos explican que especialmente se trata de visiones recibidas como revelación de Dios.
Con nuestra comprensión de la palabra חָזוֹן (pronunciada, jazón), vemos que esta escritura nos dice que donde no existe un profeta vidente y revelador, o sea, cuando no haya visión, la gente perecerá. (Como miembros también debemos —además de oír y obedecer a las palabras inspiradas de nuestro Profeta, y otros líderes generales y locales— obtener nuestra propia חָזוֹן en cuanto a nuestras vidas.)
La palabra חָזוֹן es una palabra activa. Cuando no estamos guiados, como pueblo, por un profeta vidente y revelador, pereceremos. Seremos como jinetes montados sobre una manada de caballos, pero sin riendas para dirigirlos. En contraste, podríamos decir que tanto la Biblia como el resto de los libros canónicos son libros de profecía. Y lo son.
Pero aquellas personas que no tienen la bendición de pertenecer a la Iglesia restaurada podrían engañarse y decirse que no necesitan un profeta ya que las escrituras están llenas de profecías. Este versículo en Proverbios deja claro que eso no es suficiente. Necesitamos, además, חָזוֹן. Necesitamos visión, o sea, revelación, para nuestros días.
Podemos agradecerle a Dios el Padre Eterno que tenemos un profeta, vidente y revelador, a la cabeza de su Iglesia y también a la primera presidencia y quórum de los Doce Apóstoles. Éstos son profetas, videntes y reveladores y nos guían, junto a nuestros líderes locales, por el camino de la salvación. Tenemos la oportunidad de escucharlos en la Conferencia General y ojalá no sólo escucharlos, sino que poner en práctica sus enseñanzas.
Las diferencias en las versiones Bíblicas nos permiten escudriñar las escrituras más a fondo.