A pocos días de fallecer nuestro querido Élder Robert D. Hales, deseamos compartir parte de sus sentimientos del salvador y como sus hermanos del cuórum de los doce apóstoles, veían reflejado atributos cristianos en Élder Hales.
Élder Hales, compartió su último post en las redes sociales el día 14 de septiembre, y como siempre compartía su amor hacia el Salvador y la expiación:
Al prepararse para el sacrificio expiatorio, Jesús oró a Su Padre en el Jardín de Getsemaní cuando tomó sobre sí los pecados, los dolores y el sufrimiento de toda la humanidad. En esas horas de soledad, nuevamente dejó claro que Él no estaba haciendo Su obra. Él oró: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”. En ese momento tan crucial para Él y para todos nosotros, no se hablaba a Sí mismo ni dependía de Su propia fuerza. Él acudió a Su Padre, el Dios Omnipotente, para que lo sostuviera y le permitiera hacer la voluntad de Su Padre; y Su Padre envió un ángel “del cielo para fortalecerle”.
Aprecio tanto el amor que el Padre siente por Su Hijo y por todos nosotros.
Como último orador en la última sesión de la conferencia general, el élder Neil L. Andersen del Cuórum de los Doce Apóstoles tomó un momento para compartir algunas frases del discurso que el élder Robert D. Hales había preparado antes de fallecer el domingo por la tarde.
“La Primera Presidencia le dijo al élder Hales que él podía dar un breve mensaje en la sesión de la mañana del domingo si su salud lo permitía… pero ya que no estuvo presente, él preparó un mensaje, el cual terminó la semana pasada y lo compartió conmigo. Ya que él ha fallecido hace aproximadamente tres horas, comparto tres líneas de este mensaje. Citando a Elder Hales:
“Cuando nosotros elegimos tener fe, estamos preparados para estar ante Dios. Después de la crucifixión del Salvador, Él se apareció a aquellos que habían sido fieles en el testimonio de Él aún cuando vivían en esta vida. Aquellos que rechazaron los testimonios de los profetas no pudieron estar en la presencia del Salvador ni tampoco mirar a su faz. Nuestra fe nos prepara para estar en la presencia de Dios”, dijo el élder Andersen.»
“Él vivió su testimonio”, dijo el presidente Henry B. Eyring, miembro de la Primera Presidencia, el máximo cuerpo gobernante de la Iglesia. “Él conocía a Dios, conocía al Salvador y amaba al Salvador … Y se comportaba como si Dios estuviera cerca”.
El llamamiento de un Apóstol es ser “un testigo especial de Jesucristo” en todo el mundo. El élder Hales enseñó: “Si tenemos fe en nuestro Salvador, Él nos guiará a través de nuestras pruebas y tribulaciones, y podremos perseverar hasta el fin y regresar a Su presencia después de esta prueba mortal. Él vive, conoce y ama a cada uno de nosotros”.
La Iglesia anunciará detalles sobre los arreglos funerarios a medida que estén disponibles. No se ha determinado cuando se llenará la vacante en el Cuórum de los Doce Apóstoles.