Elder Cook, nos cuenta sus experiencias luego de seguir un estudio sobre la felicidad.
Durante varios años, he seguido con interés un proyecto de investigación que comenzó en la década de 1940. Al principio, el grupo que se investigaba consistía de doscientos sesenta y ocho hombres que asistían a la Universidad de Harvard y a quienes se estudió periódicamente a lo largo de toda su vida; más adelante, otras personas, entre las que se incluyó a mujeres, también formaron parte del estudio. El objetivo del estudio original era descubrir todo acerca del éxito y de la felicidad. Se demostró que ni el promedio de notas para ingresar a la universidad ni el de las calificaciones en la escuela eran un indicio de éxito ni de felicidad en épocas posteriores de la vida de esas personas.
Este estudio contiene tres conclusiones significativas para mí: Primero, la felicidad en las personas adultas tenía una alta correlación con la felicidad familiar durante la niñez, en particular, con el amor y el afecto de los padres. Segundo, la importancia de un matrimonio saludable y estable brinda felicidad para toda la vida; y tercero, los efectos negativos del alcohol en el éxito y la felicidad del matrimonio y de la vida de las personas.
En un artículo reciente, que apareció en la primera plana del diario The Washington Post, titulado “Wine, Women, and Danger” [“Vino, mujeres y peligro”], y que se basó en estadísticas federales de salud del gobierno de los Estados Unidos, informó que “las mujeres de ese país están bebiendo mucho más y con más frecuencia que sus mamás y abuelas lo hicieron en su momento, y el consumo de alcohol las está matando en cantidades récord”.
El artículo concluye: “Los estudios científicos actuales y en desarrollo no respaldan la idea de que hayan posibles beneficios de beber alcohol en cantidades moderadas”. Y “el riesgo de muerte debido al cáncer parece que aumenta con cualquier nivel de consumo de alcohol”.
En los últimos dos o tres años, muchas universidades en todo el mundo han tratado de disminuir el consumo de alcohol de sus estudiantes debido a su relación a un comportamiento inapropiado grave, entre los que se incluye el abuso sexual y problemas serios de salud, en especial del consumo excesivo de alcohol. Ahora se ha establecido médicamente el terrible impacto del alcohol en el cerebro de muchos jóvenes.
El fumar, el consumo de alcohol y el uso generalizado de opiáceos son actividades que ya son bastante perjudiciales para la sociedad, pero ahora las fuerzas del mal están abogando para que el uso de la marihuana de forma recreativa sea legalizado.
En una peligrosa tergiversación de la realidad, lo que el adversario presenta como de moda, sofisticado y divertido, de hecho, ha resultado en miseria y en la muerte prematura de millones de personas. Que seamos lo suficientemente sabios para seguir las normas de salud del Señor y que reconozcamos los resultados perjudiciales que el engaño del adversario tiene sobre la sociedad.