Elder M Russell Ballard, acaba de compartir en sus redes sociales, una hermosa mirada sobre las mujeres. Además de dejar una bendición para cada una de ustedes mujeres.
No existe una manera perfecta de ser una buena madre; cada situación es única; cada madre tiene desafíos diferentes, capacidades y habilidades diferentes y, ciertamente, hijos diferentes. Las elecciones son distintas y únicas para cada madre y en cada familia.
Muchas mujeres pueden ser “madres de tiempo completo”, al menos durante los años formativos de los hijos, y muchas otras quisieran serlo. Algunas tienen que trabajar a tiempo completo o a medio tiempo; algunas trabajan en la casa; otras dividen su vida entre el hogar, la familia y el trabajo. Lo realmente importante es que la madre ame profundamente a sus hijos y que, de acuerdo con la devoción que tenga hacia Dios y hacia el esposo, les dé prioridad a ellos sobre todo lo demás.
Espero que ninguna de ustedes, queridas hermanas, casadas o solteras, se pregunte alguna vez si tiene valor a la vista del Señor y de los líderes de la Iglesia. Las queremos, las respetamos y apreciamos la influencia que tienen en preservar la familia y en contribuir al progreso y a la vitalidad espiritual de la Iglesia. Ruego que Dios bendiga continuamente a las mujeres de la Iglesia para que encuentren gozo y felicidad en sus sagradas funciones como hijas de Dios.