Elder Christofferson: «[Nueva política] viene del deseo de proteger a los niños en su inocencia» 

«No queremos que el niño tenga que lidiar con situaciones que puedan surgir cuando los padres piensen de una manera y las expectativas de la Iglesia sean muy diferentes» dijo el apóstol.

La siguiente es la transcripción y traducción de la entrevista del élder D. Todd Christofferon, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en la que se refirió a las recientes actualizaciones al Manual 1, las cuales incluyen políticas relacionadas con las parejas homosexuales y sus hijos.

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La entrevista fue realizada por el hermano Michael Otterson, director ejecutivo del Departamento de Asuntos Públicos de la Iglesia. A continuación está la transcripción al español:

Entrevista a D. Todd Christofferon

6 de noviembre de 2015, Salt Lake City, Utah

Hermano Otterson: ¿Cómo describiría su función como líder de la Iglesia?

Élder Christofferson: Bueno, las responsabilidades incluyen, por supuesto, asuntos administrativos, pero lo primero y más importante es el ministerio. Mis colegas y yo viajamos por todo el mundo a muchos lugares en diferentes circunstancias, haciendo lo que el Señor le mandó hacer a Pedro a «apacentar [sus] ovejas».  Estas preguntas que han surgido, con las cuales hemos sido empáticos, son difíciles, son sensibles, tocan el corazón, y son muy reales. Esto es sobre la familia, sobre el amor y especialmente sobre el amor del Salvador y cómo Él desea que las personas sean auxiliadas, apacentadas y elevadas. Esta es toda la motivación en la cual se basan nuestros esfuerzos.

Hermano Otterson: El 5 de noviembre la Iglesia hizo algunos cambios en su Manual en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo y sus políticas hacia los hijos de parejas del mismo sexo. ¿Podrías explicar por qué eso era necesario?

Élder Christofferson: Vemos el matrimonio entre personas del mismo sexo como un pecado particularmente grave o de gran seriedad que requiere la disciplina de la Iglesia. Esto significa que la disciplina es obligatoria, no se indica cuáles serán los resultados de la misma pero sí se indica que la disciplina es necesaria en estos casos. Es una declaración para eliminar cualquier duda que pueda existir. Reconocemos que el matrimonio entre personas del mismo sexo es ahora legal en los Estados Unidos y en algunos otros países, por lo que esas personas tienen el derecho de entrar en ese tipo de relaciones, pero ese no es un derecho que exista en la Iglesia, esa es la aclaración.

Hermano Otterson: Desde hace un par de años la Iglesia ha tenido una postura de entendimiento y aceptación hacia aquellas personas que experimentan atracción hacia personas de su mismo sexo y esta política pareciera ser un tanto abrupta ¿Qué es lo que realmente impulsa este cambio en el Manual?

Élder Christofferson: En algún grado proviene de consultas que han surgido en diferentes partes del mundo y en los Estados Unidos. Con la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos había una necesidad de que se hiciera una distinción entre lo que era legal [en el país] y lo que era la ley de la Iglesia y la ley del Señor y cómo nosotros respondíamos a eso. Es cuestión de ser claros, y tiene que ver con entender lo que está bien y lo que está mal, es una política firme que no deja lugar a dudas. Pensamos que es posible y que es nuestro deber como discípulos de Jesucristo no ceder terreno en asuntos relacionados al amor, comprensión, ayuda, hermandad, servicio y hacer todo lo que podamos por los demás al mismo tiempo que mantenemos las normas que Él mantiene. Ese fue el modelo del Salvador, Él siempre fue firme en cuanto a lo que estaba bien y lo que estaba mal, Él nunca justificó ni le hizo guiños al pecado, él nunca redefinió ni cambió su manera de pensar sobre esto, para Él las cosas eran como eran y son como son y así es como somos, pero su compasión, por cierto, era sobresaliente y su deseo y voluntad, sus esfuerzos proactivos para ministrar, para sanar, para bendecir, para elevar, para traer a las personas al sendero que lleva a la felicidad nunca cesó. Eso es lo que somos y no vamos a detenernos, no vamos a rendirnos en nuestros esfuerzos de ayudar a las personas a encontrar la felicidad y sabemos que el pecado no lo es y vamos a permanecer firmes en esto, no queremos engañar a las personas, no hay nada de bondad en dirigir incorrectamente a las personas y provocar malos entendidos en cuanto a los que es verdad, lo que es correcto, lo que está mal, lo que nos acerca a Cristo y lo que nos aleja de Cristo.

Hermano Otterson: Entonces, élder Christofferson ¿por qué los hijos de parejas del mismo sexo son una preocupación?

Élder Christofferson: Para responder su pregunta, permítame decir que hablo no solo como un apóstol de la Iglesia, sino también como un esposo, como padre, como abuelo y, así como otros en estos perdurables llamamientos, tengo esos mismos sentimientos de compasión, simpatía y ternura, por lo que esta política viene de esa compasión, viene del deseo de proteger a los niños en su inocencia, en su minoría de edad. Cuando, por ejemplo, hay una bendición formal y se le da un nombre a un niño en la Iglesia, lo cual sucede cuando sus padres son miembros de la Iglesia, esto desencadena una serie de cosas, primero se crea un registro de miembro, lo cual lleva a que se le asignen maestras visitantes y maestros orientadores, genera la expectativa de que estén en la primaria así como en otras organizaciones de la Iglesia y esto parece no ser una cosa apropiada para la estructura familiar en la cual ellos viven como hijos donde sus padres sean una pareja del mismo sexo, no queremos generar este conflicto, no queremos que el niño tenga que lidiar con situaciones que puedan surgir cuando los padres piensen de una manera y las expectativas de la Iglesia sean muy diferentes. Así también lo es con otras ordenanzas como el bautismo y las que siguen, habrá tiempo para eso cuando el niño o la niña cumplan la mayoría de edad y sientan que esto es lo que quieren hacer. Ellos podrán tomar una decisión informada y consciente sobre esto, ellos no pierden nada si esta es la dirección en la cual ellos quieren ir y, mientras tanto, ellos no estarán en una posición conflictiva que podría perjudicar su desarrollo a corta edad. Por ejemplo, la situación con familias polígamas y las familias y parejas entre personas del mismo sexo tienen un paralelo. Por generaciones hemos tenido el mismo tipo de políticas relacionadas con los hijos de familias polígamas, quienes no pueden recibir estas ordenanzas mientras se encuentren en esas circunstancias sino hasta que alcancen la mayoría de edad. La situación con la que lidiamos ahora es del mismo tipo. Es algo con lo que ya tenemos una historia, es una práctica análoga al caso que ha existido ya por muchas generaciones.

Hermano Otterson: Hay también un requisito para la persona que haya cumplido la mayoría de edad y quiera servir una misión para la Iglesia pero que venga de un matrimonio entre personas del mismo sexo, el requisito es que rechacen la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo, no rechazar a los padres, pero la idea de ese tipo de matrimonio ¿Cuál es idea detrás de esto?

Élder Christofferson: Este es un paralelo con la poligamia, cualquier que venga de un entorno polígamo y quiera servir una misión, debe aclarar de que entiende qué es lo que está mal y lo que no se puede hacer. Ellos rechazan la práctica del matrimonio plural y este será el mismo caso aquí, ellos deberían rechazar o, más bien, afirmar las doctrinas y prácticas de la Iglesia en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo. Así lo que ellos harán, tal como usted dijo, no será rechazar a los padres sino rechazar la práctica.

Hermano Otterson: Elder Christofferson, en el último año se le ha dado mucha atención ya que la Iglesia ha tenido un gran alcance con su mensaje de igualdad para cada persona, la idea de «igualdad para todos», frase que se ha usado mucho. ¿Cómo ese enfoque en la igualdad para todos, particularmente en la atracción hacia personas del mismo sexo, encaja en este en este asunto en particular?

Élder Christofferson: Muy consistentemente. Esto es realmente las dos caras de la moneda. Por una parte trabajamos con otros y continuaremos haciéndolo para proteger los derechos de empleo y vivienda y ese tipo de asuntos para todos; por otra parte, debe haber un reconocimiento respetuoso de los derechos de toda comunidad religiosa de establecer sus normas y  de vivir de acuerdo con ellas y de enseñar y regirse por sus propias doctrinas, tales como su visión en cuanto al matrimonio, en este caso. La Iglesia obviamente no intenta practicar el control mental y las personas tienen variadas opiniones. Solo es un problema cuando se promueve, y cuando la gente presiona y aboga contra las normas y la posición clara y expresa de la Iglesia tal y como ha sido declarada repetidas veces y nuevamente en este momento.

Hermano Otterson: Hay otras ordenanzas tales como la bendición de los enfermos cuando el niño está enfermo ¿esta política también excluye este tipo de bendiciones o es solo la membresía formal?

Élder Christofferson: Cuando hablamos sobre bendiciones del sacerdocio dadas a aquellos que están enfermos o que desean una bendición de consuelo o guía, estas son dadas a todos y esperaríamos que eso se hiciese a lo largo de toda su vida, desde su infancia o en la medida que sus padres lo deseen; eso es algo que estamos ansiosos por proveer.

Hermano Otterson: Entonces, si hubiera un abuelo, por ejemplo, que con el permiso de sus padres quisiera bendecir al nieto, ¿eso estaría permitido en lo que respecta a bendiciones de cura o bendecir a los enfermos?

Élder Christofferson: Ciertamente, donde haya necesidad de una bendición, de consejo, de ayuda o de cualquier tipo, queremos hacerlo.

Video con audio solo en inglés: