LONDRES, Inglaterra — La fe es tan importante para muchos refugiados y desplazados como lo es el agua, la comida y el aire, dijo el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“Al preservar la fe de una personas ayudamos a preservar su futuro”, dijo.
El élder Holland se dirigió ante el Instituto Real de Asuntos Internacionales en Londres, Inglaterra el 2 de julio.y llamó a las organizaciones no gubernamentales, gobiernos, y grupos religiosos a volver a enfocar sus esfuerzos en la respuesta a la crisis personal y familiar que sufren los refugiados y desplazados.
“En el pasado, las instituciones de caridad han proveído de apoyo financiero, tratamiento médico y en otras necesidad físicas para las víctimas refugiadas, lo cual aún se necesita”, dijo el élder Holland al hablar en la Chathan House. “Pero ahora entendemos que también debemos mirar las necesidades emocionales y espirituales”.
El élder Holland fue invitado por la baronesa Emma Nicholson de Winterbourne, directora de la Fundación de Caridad Internacional AMAR. LDS Charities y AMAR han trabajado juntas en operaciones humanitaria, sirviendo a refugiados en Irak y otros lugares en el mundo.
El élder Holland dijo que en los último años, estudiosos y líderes religiosos se han unido con la Fundación AMAR y LDS Charities para participar en una serie de conferencia enfocadas en mejores maneras para manejar los enormes desafíos humanitarios que enfrentan los hijos de Dios, incluyendo las tragedias impuestas sobre varios pueblos en violación a sus libertades religiosas.
Luego de una intensa discusión el años pasado, la Conferencia Windsor emitieron un informe con recomendaciones sobre como la comunidad internacional podría ayudar, dijo él.
“Estas recomendaciones destacan el hecho de que a menudo la ayuda y los programas de asistencia se enfocan en el bienestar físico de las personas desplazadas, pero no dan la misma importancia a la salud mental, social, emocional y espiritual de ellos”, dijo el élder Holland. “Así como son importantes las necesidades físicas, también es crucial que abordemos las otras, menos tangible pero necesidades igualmente vitales si esperamos dar a los refugiados una verdadera oportunidad de sanar”.
Para subrayar la importancia de este tipo de recomendaciones que vienen de estas sesiones de conferencia, el élder Holland habló sobre la experiencia de los refugiados yazidí y la relacionó con la historia de los santos de los últimos días.
“No pretende decir que las experiencia de mi pueblo sea la misma de los que vemos que sucede en muchos lugares hoy”, dijo. “Sin embargo, todos los refugiados comparten algunos denominadores comunes de pesar y sufrimiento, entonces quizás hay algunas ideas enterradas en las persecución de mis ancestros a comienzos de hace dos siglos”.
A comienzos de la década de 1800, los miembros de la Iglesia se encontraban con los primeros malentendidos, “luego fueron perseguidos violentamente y finalmente movidos, desplazados o, en algunos casos, muertos”.
Las cosas llegaron a un nivel críticos en 1838 “cuando el gobernador Lilburn W. Boggs de Misuri emitió su infame ‘Orden de Exterminio’ declarando que los mormones eran enemigos y debían ser exterminados o sacados del estado. De hecho, me paro frente a ustedes como un oficial de la única iglesia en la historia de los Estados Unidos que ha tenido una ‘orden de exterminio’ contra ella”.
El élder Holland dijo que la imagen de los santos de los últimos días es notablemente diferente a sus circunstancias en el siglo XIX, la cual es parte de la esperanza que él extiende a todos los refugiados. La clave de la supervivencia de los santos de los últimos días fue la fe que les llevó a través de de medio siglo de persecución.
El evento de la Chatham House siguió a la Tercera Conferencia Windsor, denominada “Persecución Religiosa — El Impulsor de la Migración Forzada”. Al evento asistieron académicos de alto nivel, médicos humanitarios y líderes religiosos.
La hermana Sharon Eubank, directora de la LDS Charities y primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, ofreció unas palabras introductorias a la conferencia.
“Los recientes conflictos, particularmente las persecuciones religiosa, han conducido a una crisis humanitaria de tremendas proporciones alrededor del mundo al comienzo del siglo XXI”, dijo. “La necesidad de ayuda enorme”.
Tal como hizo el élder Holland, al destacar la necesidad vital para todos los refugiados de tener sus espìritus renovados por una continua conexión con su fe, al hermana Eubank habló sobre el volver a proveer artículos religiosamente significativos para las comunidades, lo cual muchas veces se pasa por alto.
“LDS Charities es auspiciada por una iglesia cristiana, pero podemos entender fácilmente la importancia y el consuelo del Santo Corán y las alfombras de oración para las mezquitas inundadas durante el tsunami en el sudeste asiático. O el deseo las ancianas yazidíes quienes no pudieron sus vestidos blancos tradicionales, usadas como parte de su vestimenta religiosa. LDS Charities proveyó máquinas de coser y tela para que las costureras pudieran hacer los trajes de la manera prescrita”, comentó. “Hay artículos que pueden no estar en la lista de cosas más urgentes para la ayuda física, pero que son extremadamente importantes para la salud emocional y espiritual”.
El élder Holland, la baronesa Nicholson y la hermana Eubank también participaron en la mesa redonda auspiciada por el Grupo Parlamentario Multipartidario para la Prevención de la Violencia Sexual en los Conflictos, llevado a cabo en el Parlamento del Reino Unido.
Imagen destacada: Asistentes a la reunión en el Parlamento del Reino Unido en Londres, Inglaterra.