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Encuesta CEP: menos chilenos participan en sus iglesias, pero la amplia mayoría sigue creyendo en Dios 

Encuesta CEP: menos chilenos participan en sus iglesias, pero la amplia mayoría sigue creyendo en Dios

SANTIAGO, Chile — El Centro de Estudios Públicos dio a conocer el martes pasado una encuesta en materia religiosa en Chile. Si bien dentro de las denominaciones religiosas, una vez más, sólo se consideró a la católica y evangélica, y no se consideró en específico a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, si hay varias conclusiones que pueden ser de interés para los miembros que están interesados en la religiosidad y fe de las personas.

La denominación religiosa: la caída libre de la iglesia católica

Los católicos en Chile siguen siendo la religión mayoritaria pero su caída ha sido especialmente acentuada. Si en el año año 1998 el 73% de la población chilena se declaraba católica, hoy es sólo el 55% de la población. Sin embargo, eso no ha significado un repunte de las demás religiones, ni de los evangélicos, ni de las otras denominaciones, sino un crecimiento de las personas que se declaran sin denominación. El dato es que si en 1998 el 7% de los ciudadanos se consideraba sin denominación, hoy ese porcentaje es de un 24%.

Si revisamos el segmento entre los 18 y 34 años la caída de la religión católica es mucho mayor, de hecho sólo un 45% de los jóvenes se considera católico y la segunda opción de ese grupo etareo es la de aquellas que no participan en ninguna denominación, con un 36%. Los evangélicos también descienden a un 11% y las otras religiones corresponden a un 8%. En consecuencia, una conclusión rápida, es que los excatólicos no se estarían pasando a otra religión, sino que están dejando de participar en cualquier religión o iglesia. Una conclusión mucha más compleja es que el crecimiento porcentual de las religiones organizadas es casi nulo, los evangélicos en 1998 eran un 14% de la población, en 2008 un 17% y en 2018 un 16%, las otras creencias hoy marcan un 5% de la sociedad chilena y la trayectoria no es muy diferente.

El 80% de la población cree en Dios

Pero no todo es falta de fe, que la religión organizada no esté teniendo buenos resultado, no significa que la gente no crea en Dios. Actualmente el 80% de la población responde que cree en Dios y siempre ha creído. Si bien el porcentaje de quienes creían en Dios y ahora no creen ha crecido, también ha crecido el porcentaje de aquellos que no creían y ahora creen. Una mala noticia para la Sociedad Atea es el porcentaje de aquellos que nunca han creído en Dios (3%), que se mantiene prácticamente invariable.

Fuente: Encuesta CEP

El «mal de ojo», la virgen y los cristales

Una muestra de que lo espiritual sigue siendo siendo importante en la vida de las personas, es el porcentaje de la población que cree en los siguientes temas:


Fuente: Encuesta CEP

Existen amplias mayorías en la población que creen en el «mal de ojo», en la virgen, o en las energías espirituales. Quizá sea más fácil creer en sólo ciertas ideas que en sistemas más complejos de creencia, pero el caso es que la gente sigue creyendo en fuerzas sobrenaturales y/o seres trascendentes a la vida mortal y a las tecnologías desarrolladas por el ser humano. La naturaleza espiritual del ser humano sigue estando muy presente, aunque sea en práctica que para algunos puedan rayar en la superstición.

La asistencia a la iglesia y la oración

Este tema resulta un poco más complejo de leer, resulta que el porcentaje de aquellos que nunca van a su iglesia aumento casi el doble desde la última medición, si en 1998 sólo un 18% decía no asistir nunca a la iglesia, y en 2008% un 22%, el porcentaje actual corresponde a un 42% de la población. En contraste aquellos que asistían una vez a la semana o más en 2008 era un 18% de la población y en 2018 un 16%. Entre estos dos grupos de personas hay varios segmentos de aquellos que asisten dos veces al mes, una vez al mes o alguna vez en el año, y es en estos grupos donde se registra una disminución considerable. Una vez más, la conclusión rápida, es que aquellos que van a la iglesia todos los domingos, en su mayoría siguen haciéndolo. En cambio, son quiénes están en la zona gris de ir con menos frecuencia quienes ya no asisten o han disminuido su asistencia a su comunidad religiosa.

Las oraciones o el rezo también registra una disminución en su frecuencia, pero sigue siendo una práctica que realiza el 77% de la población.

Fuente: Encuesta CEP

No hay duda que la espiritualidad de las personas está desanclándose de las denominaciones religiosas, y ese es un problema para todas las religiones organizadas. No obstante, el resto de las religiones, si bien no parecen crecer, si parecen mantenerse. La crisis en la iglesia católica, no ha provocado que el resto de las iglesias disminuyan con ella pero tampoco crezcan a costa de su disminución. Sin duda se requieren más datos al respecto y la mirada de expertos, pero la conclusión más simple es que la crisis en el catolicismo es un fenómeno independiente al crecimiento de las otras religiones. Tampoco se debe confundir la falta de identificación con una religión con el rechazo a la espiritualidad por parte de la población. El 80% de la población sigue creyendo en Dios, y los que se declaran ateos son un grupo minoritario. Las creencias espirituales, pese a que algunas puedan parecer rudimentarias, siguen siendo parte de la vida cotidiana de la población. Quizá el desafío más grande para la religión sea hacer sentir a esas personas que creen en Dios pero no practican una religión en particular, que su vida puede ser mucho más rica participando activamente en la religión organizada.

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