Fuente: Sala de Prensa Mormona, Guatemala
CIUDAD DE GUATEMALA — Niños de Santiago Atitlán Guatemala recibieron sillas de ruedas especiales adaptadas a sus necesidades particulares.
El señor Mark Richard e Ilse Caballeros, administrador y terapista ocupacional respectivamente de la ONG Hope Haven en Guatemala, participaron en la entrega de 25 sillas de ruedas donadas por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a igual número de niños de una pequeña escuela en Santiago Atitlán. Dick Rutger terapeuta pediátrico de esta fundación dio asistencia profesional a cada niño para ajustar su silla de ruedas a sus necesidades particulares.
Elder Bingham y su esposa, misioneros de servicios humanitarios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Guatemala identificaron la necesidad de dotar de una silla de ruedas a cada niño que tiene necesidades físicas y mentales especiales. La Iglesia reconoce que todas las organizaciones cristianas que se esfuerzan por hacer el bien siguen los preceptos del artículo de fe No.13 (lista de creencias básicas de la Iglesia publicadas por Joseph Smith, profeta y primer presidente de la Iglesia) que reza: «Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza a esto aspiramos”.
Mediante los esfuerzos de Elder y hermana Bingham, se recibió la aprobación de la Presidencia de Área y el Director para Asuntos Temporales de la Iglesia para brindar apoyo a la fundación Hope Haven organización no-gubernamental (ONG) para ayudar a construir las sillas de ruedas para aquellos niños identificados con necesidades especiales.
Antes que un niño reciba una silla de ruedas es evaluado, se le toman sus medidas y luego se fabrica una silla de ruedas que le brinde la comodidad y seguridad particular requerida. Esto ayuda al niño a ser más independiente y ayuda también a la familia a transportarlo, sin tener que cargarlo, lo cual no es bueno para su desarrollo físico ni emocional.
Estudiantes de dos universidades, la Universidad de Kansas y la Universidad Park de Kansas que están estudiando la terapia física, ofrecen su tiempo como voluntarios para ayudar en el diseño y fabricación de las sillas de ruedas. Ayudan también con la entrega a los destinatarios. Cada estudiante voluntario muestra su entusiasmo al ayudar a estos pequeñitos, y aunque algunos hablaban poco español no les impide hacerse amigos de los niños.
Varios estudiantes de odontología se han unido al proyecto y dan a cada niño y a sus padres un kit e información de higiene y cuidado dental como parte del servicio dado por los voluntarios.