(NOTA DEL EDITOR: La influencia de la Hna. Emilia Farías de Rosinni va más allá de su país, la Hna. de Rosinni es la madre de la Hna. María Emilia (Negui) Rossini, quién justo a su esposo Ronald Walker dirigieron el programa de los CEM (EFY) para la juventud en al Área Sudamérica Sur hasta el año pasado.)
Fuente: LDS.org.ar
BUENOS AIRES, Argentina – El viernes 31 de enero de 2014, falleció en San Miguel de Tucumán, la hermana Emilia Farías de Rossini, a los 91 años de edad. Recordada como uno de los pioneros, siendo el cuarto converso de la Iglesia en Tucumán, la hermana Rossini de bautizó en diciembre de 1960.
Ella siempre hablaba con cariño de los misioneros que le enseñaron: «Recuerdo con emoción los nombres de los misioneros, los élderes Paul Mortensen y William Sill, sus testimonios fueron la causa determinante de mi conversión»; Y refiriéndose a esos tiempos dijo en una entrevista que se le hizo: “todos estábamos ávidos de conocimiento, todo era nuevo. Aprendíamos a orar, cantar, dar discursos, ser puntuales, dar servicio y amar a las personas. Los primeros años en la Iglesia fueron muy especiales… Con mi bautismo, nuestra vida se tornó nueva, una nueva manera de vivir y una nueva manera de obrar. Me siento feliz gozando de las bendiciones del Evangelio.»
Entre sus varios talentos, su calidad de maestra, su generosidad y entrega desinteresada son tal vez los más mencionados por todos aquellos que la conocieron, sea que se trate de familiares, miembros de la Iglesia, vecinos y aun aquellos que fueron sus alumnos en los colegios que enseñó.
Uno de sus nietos, Daniel, dijo: “Mi abuela (o como solemos decirle, abuelaicha) me mostró siempre su fe y dedicación a través de su ejemplo. Además de malcriarme como lo hace cualquier abuela, ella dedicaba gran parte de su tiempo a servir a los demás, con o sin un llamamiento, dándole de comer a los misioneros, brindando cursos en la Sociedad de Socorro, o pasando alguna de sus tradicionales recetas. La amo profundamente por cómo me facilitó la vida mediante su amor y consejos para mi vida personal y profesional. Como pidió el presidente Gordon B. Hinckley, ella es uno de los “eslabones fuertes” en mi cadena familiar”.
Rosita Vergés de Reginatto dijo sobre ella: «Fue un ejemplo de vida, como docente fue muy grande… como miembro de la Iglesia fue una luz en mi vida y en la de mis hermanas; fue leal y fiel al Señor, vivió su testimonio y trabajó en sus llamamientos con dedicación y gran amor.»
Emilia nació 8 de diciembre de 1922, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, tiene 4 hijos, 16 nietos, 6 bisnietos y una infinidad de hijos y nietos postizos; para todos fue una fuente de inspiración y fortaleza.
Foto: la Hna. Emilia Farías junto a sus hijas. | LDS.org.ar