Fuente: Deseret News
Traducción por Camila Vargas
OREM, UTAH.- Marco Lui es un misionero retornado y director de cine italiano, y dado que suele crear películas extrañas tanto en la trama como en el enfoque, su nueva producción, “Cripta”, no debería causar mayor sorpresa.
La película, que fue estrenada en el Festival de Cine SUD del 2014, impactó de todos modos porque no cumple su objetivo. En efecto, se muestra confusa y desorganizada mientras incorpora un acercamiento entre un videojuego y un puzle en línea que seis adolescentes intentan resolver.
Las respuestas que buscan son bastante obvias, por lo que la tensión que se genera cada vez que intentan pasar un nivel, se siente forzada. Es como si en la escuela dominical del día domingo, todas las respuestas fueran iguales.
Asimismo, se mantiene demasiado tiempo sin cambiar la línea del film. Los adolescentes juegan en sus teclados y celebran cuando tienen éxito. No hay una verdadera historia o movimiento.
El profesor de los jóvenes (un Lui más viejo) desaparece poco después de presentarles el juego y es reemplazado por una versión más joven del director, quien encarna a un hombre con doble personalidad. Pese a que intente guiar y dirigir la travesía de los adolescentes, a ratos se vuelve enigmático y maniático.
Todos los jugadores cuentan con sus escrituras (incluida la chica gótica maquillada de negro) y parecen saber dónde pueden hallar las respuestas correctas.
A favor de Marco Lui, podemos decir que mientras los jóvenes avanzan en el juego, nos encontramos con momentos de conocimiento espiritual.
El trabajo de subtitulado, que en inglés tiene un orden sintáctico distinto y varias palabras mal escritas, ofrece a los interesados una recompensa de todos modos, una que otra joya de vez en cuando.
Sin embargo, para los espectadores que no son fanáticos de un ritmo intenso y de las ediciones extremas, esta película de 80 minutos difícilmente les llamará la atención.
