El pasado viernes 12, nuevamente La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha pronunciado en relación al debate que se viven en el Estado de Utah, donde se encuentra la sede de la Iglesia, en relación al uso medicinal de la cannabis sativa.
A través de un comunicado de prensa se menciona que «aunque no estamos en la posición de evaluar sus propiedades médicas, la Iglesia entiende que has algunos individuos que pueden beneficiarse del uso médico de componentes encontrados en la marihuana».
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En cuanto a los proyectos de ley que por hoy se discuten en el congreso estatal, la Iglesia volvió a enfatizar de que «se opone [al proyecto de ley] SB73» el cual es auspiciado por el senador Mark Madsen y permitiría el consumo completo de la planta para cualquier paciente diagnosticado. Pero también se asegura de que la Iglesia «no ha levantado ninguna objeción contra el [proyecto de ley] SB 89» auspiciado por el senador Evan Vickers que propone el uso de productos derivados de componentes de la planta para el uso de algunos pacientes selectos. «Estas dos piezas legales plantean métodos muy diferentes a la hora de referirse a temas como el acceso, la distribución, el control y el peligro potencial del componente alucinógeno THC» versa el comunicado.
Además, la Iglesia llamó a la cautela en la aprobación de este tipo de políticas públicas. «Junto con los aspectos terapéuticos, de tratamiento y de control, hay varios otros importantes asuntos por resolver», recordando que «el uso de marihuana medicinal es aún ilegal bajo la ley federal».
«Estamos de acuerdo con grupos como la Asociación Médica de los Estados Unidos, quienes dicen que se requiere un estudio adicional antes de avanzar en decisiones sobre política púbicas significativas en cuanto a la marihuana. Por estas razones, la Iglesia insta a abordar el tema de una manera prudente», finaliza la declaración.
(Imagen destacada: Imagen referencial | Dank Depot, Flickr)
«Recuerden: el pecado, aunque el hombre lo legalice, ¡sigue siendo pecado a los ojos de Dios!.»
Russell M. Nelson