Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, creemos que Jehová es Cristo. Hay personas que no son de nuestra fe que también, junto a nosotros, creen que Jehová es Cristo.
Por ejemplo, el erudito eminente sobre el Antiguo Testamento, Franz Delitzsch, explicó, “יְהוָה צִדְקֵנוּ (Jehová nuestra Rectitud) también se ocupa como nombre del Mesías —un nombre mesiánico [en cuanto a las enseñanzas judías] (vid. Midrash Mishle 57a, donde se aduce como uno de los ocho nombres del Mesías).”
Algunos de nuestros compañeros cristianos, sin embargo, se han confundido al pensar que Jehová es el Padre. Intentaré demostrar que Jehová es el Cristo. Lo haré usando la Biblia como mi texto de prueba. Más específicamente, Isaías 6 que se cita en Juan 12.
Prueba bíblica
Al leer Juan 12:36–41, vemos que Juan está testificando de que Jehová es Jesús el Cristo.
Primero volvamos a Isaías 6:3–5 (en estos versículos los serafines estaban dando gloria a Jehová יהוה, o Yahweh o Yavé, y entonces Isaías habla de sus sentimientos de insuficiencia al ver a Jehová):
“Y el uno al otro daba voces, diciendo: ¡Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria! Y los umbrales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí que muerto soy!, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de un pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, a Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:3–5).
Cuidadosamente note la doble mención de Jehová de los ejércitos, Jehová Tzebaoth, o יְהוָה צְבָאוֹת: una vez en Isaías 6:3 (Santo, Santo, Santo es Jehová Tzebaoth: קָדוֹשׁ קָדוֹשׁ קָדוֹשׁ יְהוָה צְבָאוֹת) y una vez en Isaías 6:5 (El Rey Jehová Tzebaoth: אֶת־הַמֶּלֶךְ יְהוָה צְבָאוֹת). Podemos establecer, en forma indudable, que el texto hebreo está hablando de Jehová (יהוה). (Más fácil en español, ya que en inglés, en la Biblia del Rey Santiago, usan la palabra LORD, toda en mayúsculas, para indicar que se trata de Jehová.)
Ahora citaremos algunos versos adicionales en Isaías 6, para ofrecer más contexto: “Después oí la voz del Señor, diciendo: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Entonces dije: Heme aquí, envíame a mí. Y él dijo: Anda y di a este pueblo: Oíd bien, pero no entendáis; ved bien, pero no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos y ciega sus ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se convierta y sea sanado” (Isaías 6:8–10).
Nuevo Testamento
Ahora, estudiemos a Juan 12. Primero citaremos el final de los comentarios de Jesucristo: “Entretanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se escondió de ellos”. A continuación, Juan cita a Isaías 6 (ver lo que ya hemos citado anteriormente), y termina con una alusión a los primeros versos de ese capítulo, cuando Isaías vio al Jehová premortal: “Pero, a pesar de haber hecho tantos milagros delante de ellos, no creían en él, para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Ha cegado los ojos de ellos y endurecido su corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane. Estas cosas dijo Isaías cuando vio su gloria y habló de él” (Juan 12:36–41, explicando que no creerían en Cristo, énfasis añadido).
Evidencias
Entonces: (1) Los versículos de Isaías 6 hablan de Jehová. (2) Juan cita estos versículos sobre Jehová y los asocia con Jesucristo. (3) Por lo tanto, tenemos pruebas bíblicas de que Jesucristo es Jehová. También tenemos las palabras de Jehová, en Doctrina y Convenios 110:1–4, y el testimonio de los profetas, videntes y reveladores en estos, los últimos días.