Hanna Eyre se adentró sonriendo al escenario de The Voice mirando el respaldo de los cuatro asientos rojos mientras las luces se apagaban y la música comenzaba.
Este fue su momento. Esta fue su audición a ciegas. El resultado de su presentación vocal de un poco más de un minuto y medio que podría ayudarle a moldear su carrera musical, la cual comenzó mucho antes de que se pusiera en el centro de atención nacional.
Cuando Hanna tenía 5 años, su madre le preguntó si quería tocar el piano. “Y yo dije: ¡Sí! Hagámoslo” dijo la joven SUD de 15 años en el programa de la cadena NBC, usando su medallón de las Mujeres Jóvenes durante su entrevista.
Desde ese momento, Hanna desarrolló amor por la música y cerca de 10 años después, ella aún toca el piano. En The Voice, su madre inclusive admite que Hanna la sobrepasó en su habilidad, haciéndose cargo de 12 a 13 estudiantes de piano por su cuenta. Sin embargo, Hanna dice que su real pasión es cantar y componer canciones.
La familia de Hanna dice que la apoya en su carrera musical. De hecho, fue el padre de la joven quien la inscribió en el popular programa de TV.
“Yo estaba eufórica y muy sorprendida” dijo Hanna en el programa, recordando como ella se sintió cuando descubrió que su padre la había inscrito.
La adolescente continuó avanzando en el proceso de las audiciones hasta que llegó a la audición a ciegas, una audición en vivo en la cual cuatro celebridades actúan como jueces y determinan si ella continúa o no en el programa.
“Si uno de los asientos se da vuelta, voy a tratar de no gritar”, dijo Hanna antes de su audición.
Con todas las cuatro celebridades sentadas en brillantes sillas rojas, y sus respaldos que permanecen dándole la espalda a Hanna a menos que disfruten su presentación lo suficiente como para apretar el gran botón rojo para dar vuelta sus asientos y verla frente a frente, Hanna comenzó su actuación cantando “Blank Space” de Taylor Swift.
Dentro de unos cuantos momentos de su presentación, fue claro que los jueces quedaron impresionados mientras Hanna se ganó un “Vaya, una buena voz” de la juez Alicia Keys. Cuando pasaron 30 segundos de la actuación, el juez Adam Levine golpeó su botón y giró su asiento. Unos momentos después, Blake Shelton también apretó su botón, seguido rápidamente por la juez Gwen Stefani.
En el momento en que Hanna finalizó, tres de los cuatro jueces habían dado vuelta sus asientos para verla frente a frente, una clara señal de que ella continuaría en la competencia.
Y aunque ella no gritó cuando el primer juez se giró, no pudo evitar sonreír cuando sucedió.
“Hanna, dulce Hanna, eres muy linda. En el segundo en que me di vuelta, comenzaste a sonreír y tú, un poco, tal vez, por un momento, olvidaste que aún estabas cantando”, notó Levine.
“Cada vez que sonríes, la sala completa se ilumina”, Shelton destacó. “Tú tienes esta sonrisa, que, literalmente, escucha a la gente, literalmente se ríen cuando sonríes. No tienes que hacer nada, solo tienes que estar ahí y hacer eso y estoy comprando tu disco».
Stefani y Keys también alabaron a Hanna por su talento, con Stefani comentando que Hanna era “exactamente lo que ella estaba buscando”.
Aunque tres jueces deseaban que Hanna estuviera en su equipo en la competencia, Hanna escogió a Levine, quien dijo que él iba a “arañar y luchar” para tenerla en su equipo.
“Para alguien que tiene 15 años y es tan buena, es muy talentosa”, declaró Levine.
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