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Opinión y estudio del evangelio

La Biblia del Rey Santiago, Parte II 

La Biblia del Rey Santiago, Parte II

Desde mediados de octubre de 2020, he tenido la tremenda oportunidad de asistir a una conferencia del profesor Emmanuel Tov (de la Hebrew University y autor de Textual Criticism of the Hebrew Bible) y tres del Dr. Russell Fuller (profesor asociado de interpretación del Antiguo Testamento en el Seminario Teológico Bautista del Sur, y autor de Invitation to Biblical Hebrew Syntax). Espero escribir artículos sobre cada uno de estos talleres. Hoy deseo centrarme en el discurso del Dr. Fuller, sobre los acentos masoréticos 𝕸 en la Biblia hebrea (o Antiguo Testamento) y la gran bendición para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es el aporte de la Biblia del Rey Santiago (King James Version, KJV, como se le conoce en los EE. UU., o Authorized Version, AV, en círculos académicos y en Gran Bretaña).   

El Dr. Fuller habló sobre el aporte de los acentos masoréticos en cuanto a la comprensión de la sintaxis de la Biblia Hebrea y, por ende, para su mejor comprensión y traducción a otros idiomas, tal como al inglés o el español. Cuando era joven no me interesaba la gramática, pero la gramática llega a ser algo muy emocionante cuando comienza a responder a nuestras preguntas sobre el funcionamiento de algún idioma. Es por lo que la gramática me interesa cada día más.  

Pude comprender que los acentos masoréticos a menudo son ignorados por los traductores de la Biblia hebrea a pesar de su gran aporte para la comprensión adecuada de la misma. Quería saber cuál de las versiones bíblicas en inglés ofrecía la mejor traducción, de acuerdo con la tradición masorética 𝕸. Tuve el privilegio de hacer esa pregunta.

Supuse que la respuesta apuntaría a una de las más de cincuenta traducciones de la Biblia que poseo y estaba presto a comprar una Biblia adicional, si fuera necesario. Me sorprendió y emocionó la respuesta. El Dr. Fuller manifestó que la mejor traducción, en cuanto a la fidelidad hacia la tradición masorética, era la versión del Rey Santiago. He amado y defendido la versión del Rey Santiago durante décadas. En mi opinión, a pesar de sus muchos errores, conserva mejor la cristología de la Biblia hebrea y es a la vez la traducción más precisa y poética disponible en cuanto al inglés o al español (véase la Parte I de esta serie). El profeta José Smith declaró, sin embargo, que la Biblia de Martín Lutero al alemán, era la mejor traducción.

Somos tan bendecidos dentro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la disponibilidad, en inglés, de la versión Rey Santiago junto con las notas inspiradas del Profeta José Smith. Nos centraremos en 1 Samuel 3:3 para elaborar el punto principal de este ensayo. Luego veremos un ejemplo en el libro de Isaías.

“And ere the lamp of God went out in the temple of the LORD, where the ark of God was, and Samuel was laid down to sleep” (1 Samuel 3:3, versión del Rey Santiago), o “Y antes que la lámpara de Dios se extinguiera en el templo del Señor, dónde estaba el arca de Dios, y Samuel fuera recostado a dormir” (1 Samuel 3:3, mi traducción de la versión del Rey Santiago).

También aprovecharemos a ver brevemente la versión Reina Valera: “Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde el arca de Dios estaba: y antes que la lámpara de Dios fuese apagada” (Reina Valera 1960) y “y Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios, y antes que la lámpara de Dios fuese apagada” (Reina Valera 2009, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días). La política de traducción de la Iglesia fue la de no apartarse mucho de la versión Reina Valera 1909, actualizando el lenguaje actual. El propósito de la traducción 2009, fue la de obtener una edición que permitiera agregar las muchas ayudas, incluyendo las maravillosas traducciones del Profeta José Smith, y no tener que lidiar con los derechos reservados de la Biblia Reina Valera 1960. Algunas traducciones de la Reina Valera 2009 son maravillosas y otras no tanto. Todas las traducciones en español, por ejemplo, dan la idea equivocada de que Samuel estaba durmiendo en el templo junto a la lámpara de Dios y cerca del Arca del convenio. Otra equivocación, también compartida por todas las traducciones al español, es que la lámpara de Dios sería apagada. Eso da la impresión de que alguien las apagaría en vez de que se extinguieran en forma natural, al acabarse el aceite que era agregado dos veces al día. Pero, volvamos a la Biblia del Rey Santiago.        

Exégesis

La Biblia del Rey Santiago afirma que Samuel se había recostado antes de que la lámpara de Dios se hubiera extinguido por completo. En cursiva encontramos la expresión, a dormir. Esto indica que los traductores de la Biblia del Rey Santiago resolvieron la expresión elíptica para que la escritura pudiera entenderse mejor, pero esas palabras no están presentes en la Biblia hebrea. La idea es que el joven Samuel se había recostado para dormir.

Cuando leemos este versículo en el contexto de los que lo rodean, observamos que Elí, el Sumo Sacerdote, también se había recostado. Ya que se dijo que Samuel se había recostado (שׁכב) en vez de dormido (ישן), siempre había supuesto que ambos se habían acostado, en habitaciones adyacentes o cercanas, pero aún no se habían quedado dormidos esa noche. 

Por la forma en que Elí responde al muchacho, parece que el Sumo Sacerdote estaba despierto y no había sido despertado de su sueño. Este asunto no es de gran consecuencia. Además, debo admitir que la mayoría de los estudiosos toman una explicación diferente en cuanto al detalle de la hora de estos sucesos. Sólo Matthew Henry parece estar de acuerdo conmigo. Henry también añade: “Samuel yacía despierto en su cama, sus pensamientos, sin duda, bien empleados (como en el Salmo 63:6 de David), cuando el Señor le llamó”.

La lámpara de Dios representa el candelabro o Menorá que se encontraba en el Lugar Santo en el Templo, adyacente al Lugar Santísimo. En el Lugar Santo se encontraba el altar del incienso, el candelabro sagrado y la mesa del pan de la proposición. La gran mayoría de los exégetas sugieren que la manifestación tuvo lugar antes de que el candelabro se extinguiera por la mañana. El nuevo aceite se reponía para que ardieran toda la noche ya que se extinguían naturalmente por la mañana (Éxodo 27:21). Se agregaba nuevo aceite dos veces al día: una vez al atardecer y otra vez por la mañana, para que la llama ardiera en forma perpetua. (Algunos eruditos han sugerido que la luz de la lámpara también es una referencia a la revelación, a una época en que la revelación todavía existía en Israel.)

Delitzsch y Keil explican: “La ‘lámpara de Dios’ es la luz de la Menorá en el tabernáculo, las siete lámparas que se encendían cada tarde, y que ardían toda la noche hasta que el aceite se consumiera (véase Éxodo 30:8; Levítico 24:2; 2 Crónicas 13:11, y la explicación dada en Éxodo 27:21). La afirmación de que esta luz aún no se había extinguido, es equivalente a decir ‘antes de la madrugada.’”     

Lang también explica, “Y la lámpara de Dios aún no se había extinguido— sin duda esto indica la noche, cerca de la mañana, ya que la Menorá de siete lámparas en el Santuario frente a la cortina, la que (Éxodo 27:20-21; 30:7-8) estaba equipado con aceite todas las mañanas y noches, después de haber quemado durante toda la noche y consumido su aceite, por lo general, sin duda, se aminoraba al transcurrir la noche con el llegar de la mañana (ver Levítico 24:2-3)”.

Las palabras, donde estaba el arca de Dios, se dan para mostrar el lugar donde se encontraba la lámpara y para distinguirla de otras fuentes de luz en el recinto del templo. La lámpara de Dios, una vez más, habla de la Menorá asociada con el Lugar Santo, ya que la escritura menciona que no está lejos del arca de Dios, la que estaba situada en el Lugar Santísimo. El Lugar Santo y el Lugar Santísimo estaban divididos por una mera cortina. Ambos tenían entrada restringida. En el Lugar Santísimo sólo entraba el Sumo Sacerdote; y eso, sólo un día del año, durante el Día de Expiación o Yom Kipur​. “Y estas cosas estaban así ordenadas, en la primera parte del tabernáculo (o sea, el Lugar Santo) entraban continuamente los sacerdotes para cumplir las funciones de su ministerio; pero en la segunda parte (o sea, el Lugar Santísimo), solo el sumo sacerdote entraba una vez al año, no sin sangre, la cual ofrecía por sí mismo y por los pecados del pueblo acometidos en la ignorancia” (Hebreos 9:6–7, véase también, Levítico 16 y 23).

La expresión antes de que la lámpara de Dios se extinguiera, sin embargo, marca un momento en el tiempo, más que un lugar. El comentario Pulpit expresa, “la lámpara se menciona para fijar la hora exacta. Aunque se dice que la Menorá de siete ramas era ‘para un quemar perpetuo’ (Éxodo 27:20), sin embargo, esto aparentemente iba a ser por medio de un reencendido constante (ib.1 Samuel 30:7–8); y como a Aarón se le mandó preparar y encenderlo cada mañana y noche, y suministrarlo con aceite, la noche debería haber casi transcurrido y estar cerca de la mañana antes de que se extinguiera”.

Es inconcebible suponer que al joven Samuel se le hubiera permitido dormir en una de las dos salas sagradas.  Es lamentable, pero precisamente lo que proponen la mayoría de las traducciones de la Biblia hebrea al inglés, y todas las traducciones al español (incluyendo nuestra propia Reina Valera 2009). Cuarenta y cinco de mis traducciones de la Biblia al inglés y al español, entonces, han cometido este error. El lector, repito, concluye que el joven Samuel dormía en el Lugar Santo o en el Lugar Santísimo del templo. Felizmente, además de la Biblia del Rey Santiago, existen cuatro versiones adicionales que siguen los acentos masoréticos:  

(AMPC) “The lamp of God had not yet gone out in the temple of the Lord, where the ark of God was, and Samuel was lying down.”

(NKJV) “and before the lamp of God went out in the tabernacle of the LORD where the ark of God was, and while Samuel was lying down,”

(TS2009) “And the lamp of Elohim had not gone out in the Hěḵal of יהוה where the ark of Elohim was, and Shemu’ěl was lying down to sleep.”

(Webster) “And ere the lamp of God went out in the temple of the LORD, where the ark of God was, and Samuel was laid down to sleep.”

Ahora estudiaremos algunos asuntos de gran interés dentro del texto masorético 𝕸, para explicar la virtud de la versión Rey Santiago.

La Masorah

El hebreo original o Paleo fue escrito con consonantes y muchas veces es difícil distinguir el final de una palabra y el comienzo de la siguiente.

Fuente: Hebreo Paleo del rollo de Levítico. Wikipedia

A partir del siglo II d.C., y durante los siguientes ocho siglos, un grupo de eruditos bíblicos, los Masoretes, desarrollaron un sistema de vocalización, acentuación y notas marginales llamado Masorah (מָסוֹרָה). Dos propósitos principales de estas adiciones fueron (1) evitar cualquier manipulación o corrupción adicional del texto, y (2) proporcionar tanto una guía de pronunciación como notas exegéticas sobre la Biblia hebrea. Este trabajo de aclaración se logró principalmente a través de acentos que, entre otras cosas, sirvieron como signos de puntuación y para señalar las relaciones sintácticas. Algunos han sugerido que la tradición oral que condujo a esta Masorah data de la época de Esdras.

Fuente: Texto Masorético Aleppo, Wikipedia

Los acentos en la Masorah

Emmanuel Tov explica: “La tradición de los acentos es antigua … ‘Y leían del libro, de la ley de Dios, y traducían y explicaban el sentido, de modo que entendiesen la lectura’ (Nehemías 8:8). ‘Y explicaban el sentido’—esto se refiere a los acentos, טעמים’” (Textual Criticism of the Hebrew Bible, 3ra edición, pág. 63).

Generalmente, los acentos se dividen en disyuntivos (los utilizados para separar las oraciones en cláusulas más pequeñas) y los conjuntivos (los que indican palabras que no se separan entre sí). O, en un sentido relacionado, los acentos disyuntivos requieren una pausa entre las palabras; los conjuntivos, la eliminación de éstas. Hay más acentos disyuntivos que conjuntivos, y entre ambos se encuentran más de veinte de esas marcas (el número exacto varía según los varios eruditos).

Existe una jerarquía de niveles entre los acentos disyuntivos. Tal, que el Athnach marca el subordinado remoto (es decir, desde la primera palabra de la frase hasta la palabra con el Athnach) y divide o separa la oración del subordinado cercano (es decir, la palabra después de la marcada por el Athnach hasta el final de la frase, que a su vez está marcada por el Silluq y por el Soph Pasuq (ambos, generalmente, se colocan uno al lado del otro para indicar el fin de la frase).

A continuación, ambas mitades de estas frases se dividen nuevamente, en subordinados cercanos y remotos, por acentos disyuntivos como los Tiphcha, Little Zaqeph o Segolta. Estos segmentos pueden a su vez ser divididos una vez más, por acentos como el Tebir, Pashta, Zarga o Rebia. Finalmente, cuando sea necesario, los fragmentos restantes pueden ser divididos por el Geresh, Pazer, o Gran Telisha. Por supuesto, muchas oraciones no son lo suficientemente largas para todas estas divisiones. Es importante señalar, las divisiones no se basan en el número de palabras, sino más bien en el significado. (A veces, los requisitos musicales anulan los sintácticos (como también sucede de vez en cuando con los himnos modernos).

Como estudiante de la Biblia Hebrea, comencé comprobando mis conjeturas con la más simple de estas divisiones, el uso del Athnach (que divide cada oración en dos), en los versos de Génesis 1. Una vez que comprendí eso, pasé a Génesis 2, donde me alegró poder lograr casi todas estas divisiones correctamente. Una vez que comencé con la tarea más ardua de aprender a marcar las declaraciones parentéticas, el trabajo se hizo más arduo. He estado estudiando múltiples libros y documentos sobre el tema, y lo tendré que seguir haciendo por un buen tiempo, en un esfuerzo por comprender estas reglas complejas.

Los paréntesis en la Masorah

Como me encanta aprender tanto por medio de la práctica como por el estudio teórico, he podido confirmar dos reglas básicas sobre cómo se utilizan los acentos para apartar las declaraciones parentéticas en la Biblia hebrea: (1) estas expresiones comienzan con la palabra que sigue al acento disyuntivo en cuestión, y (2) terminan con la palabra que contiene el acento disyuntivo siguiente de un orden jerárquico superior. El profesor Fuller amablemente proporcionó una tercera regla, (3) “[si] las palabras después del paréntesis van con palabras antes del paréntesis” (correspondencia personal, 21 de diciembre de 2020) entonces esto también ayuda a confirmar la expresión parentética. El asunto es complejo, ya que los mismos acentos no se utilizan para marcar todas las expresiones parentéticas, sino que varían siguiendo reglas adicionales.

Algunos eruditos le dan mucha importancia a las opiniones de los Masoretes. Los traductores de la versión Rey Santiago están entre ellos. Otros los descuentan por completo o incluso se burlan de ellos. Ninguno de los doctos, sin embargo, niega que los Masoretes tenían la intención de indicar la expresión parentética en 1 Samuel 3:3. Además, muchos eruditos modernos han establecido sus propios sistemas de reglas sintácticas para la Biblia hebrea, donde los acentos masoréticos no juegan un papel.

Pero volviendo a la Masorah, después de diagramar numerosos pasajes, me acordé de un versículo bíblico que contenía una expresión parentética muy destacada. A continuación, marcaré las expresiones parentéticas por medio de negrillas. En Génesis 31:50 leemos: “Si afligieres a mis hijas o si tomares otras esposas además de mis hijas, ningún hombre está con nosotros; mira, Dios es testigo entre tú y yo”. La expresión «ningún hombre está con nosotros» es parentética. Labán, el suegro de Jacob, le está diciendo a Israel que como no había otros hombres junto a ellos que pudieran actuar como testigos del pacto que estaban estableciendo, que Dios mismo sería el testigo.

אִם־תְּעַנֶּ֣ה אֶת־בְּנֹתַ֗י וְאִם־תִּקַּ֤ח נָשִׁים֙ עַל־בְּנֹתַ֔י אֵ֥ין אִ֖ישׁ עִמָּ֑נוּ רְאֵ֕ה אֱלֹהִ֥ים עֵ֖ד בֵּינִ֥י וּבֵינֶֽךָ׃

Tenga en cuenta que la expresión comienza con la palabra después del Zaqeph (se parece al signo de dos puntos, en la parte superior de la expresión mis hijas, בְּנֹתַ֔י) y termina con el Athnach (se parece a la parte superior de una flecha apuntando hacia arriba, y aparece en debajo de la palabra עִמָּ֑נוּ, con nosotros). Recuerde que el hebreo se lee de derecha a izquierda.

Fortuitamente, el versículo de Génesis 31:50 utiliza precisamente los mismos acentos parentéticos que los de 1 Samuel 3:3, que tanto nos interesan. En Samuel, la versión del Rey Santiago mueve la expresión parentética hacia el final de la oración para evitar confusiones. En las traducciones de la Biblia, se debe notar, los signos parentéticos () muchas veces se utilizan para un propósito diferente. Es decir, para indicar que las palabras entre paréntesis faltan de algunas fuentes manuscritas variantes, o para agregar alguna explicación del traductor.  

“Y antes que la lámpara de Dios se extinguiera en el templo del Señor, dónde estaba el arca de Dios, y Samuel fuera recostado a dormir” (1 Samuel 3:3, Rey Santiago).

וְנֵ֤ר אֱלֹהִים֙ טֶ֣רֶם יִכְבֶּ֔ה וּשְׁמוּאֵ֖ל שֹׁכֵ֑ב בְּהֵיכַ֣ל יְהוָ֔ה אֲשֶׁר־שָׁ֖ם אֲר֥וֹן אֱלֹהִֽים׃  פ

En resumen, ambas expresiones parentéticas comienzan después de la Zaqeph (aquí después de la palabra יִכְבֶּ֔ה, se extinguiera) y terminan con el acento Athnach (aquí bajo la expresión שֹׁכֵ֑ב, acostado).

Las tres reglas de acentuación se cumplen claramente en ambos ejemplos. Es decir, la expresión parentética comienza después del acento disyuntivo y termina con una disyuntiva de un orden jerárquico superior; y el tema antes de la apertura de la expresión parentética continúa después de su cierre.  

Isaías 38:8

Veremos un tercer ejemplo de una expresión parentética, una aportada por el Dr. Fuller. En Isaías 38:8 leemos: “He aquí que yo haré retroceder la sombra los diez peldaños que ya ha descendido con el sol en el reloj de Acaz. Y el sol retrocedió diez grados, por los cuales ya había descendido”.

הִנְנִ֣י מֵשִׁ֣יב אֶת־צֵ֣ל הַֽמַּעֲל֡וֹת אֲשֶׁ֣ר יָרְדָה֩ בְמַעֲל֨וֹת אָחָ֥ז בַּשֶּׁ֛מֶשׁ אֲחֹרַנִּ֖ית עֶ֣שֶׂר מַעֲל֑וֹת וַתָּ֤שָׁב הַשֶּׁ֙מֶשׁ֙ עֶ֣שֶׂר מַעֲל֔וֹת בַּֽמַּעֲל֖וֹת אֲשֶׁ֥ר יָרָֽדָה׃  ס

El paréntesis comienza después de la palabra con el acento disyuntivo Pazer (הַֽמַּעֲל֡וֹת, la T recostada hacia el lado izquierdo en la parte superior de la expresión, peldaños) y termina con el Tebir, el próximo acento con una jerarquía mayor, el Tebir (בַּשֶּׁ֛מֶשׁ, con el sol, un puntito a la izquierda de una raya diagonal bajo la palabra). Ya que en hebreo el orden de las palabras es diferente al orden en inglés (y en español también), la palabra sol es la última en la expresión parentética. El orden de las palabras parentéticas en hebreo es: que—ha descendido—los peldaños de—Acaz—con el sol. (La expresión “reloj de Acaz” o “sundial of Ahaz” en inglés, es una forma explicativa de hablar sobre los instrumentos de la antigüedad que se utilizaban para medir el tiempo siguiendo las sombras.)  

Una versión más literal en inglés, la LITV, ofrece una mejor traducción de este versículo: “Behold, I will bring back the shadow of the steps which has gone down in the steps of Ahaz with the sun, backward ten steps. So the sun went back up ten steps, by which steps it had gone down!” Como puede ver, a pesar de mi gran amor por la versión Rey Santiago, aprecio poder tener acceso a otras traducciones. Pero como ya lo mencioné anteriormente en el primer artículo de esta serie, de vez en cuando hay un versículo mejor traducido en otra Biblia. Pero estas mejoras no vienen de una edición en particular. En cambio, las diversas traducciones ofrecen mejoras de vez en cuando. Por lo que no tengo una segunda o tercera Biblia favorita para recomendar. Si pudiera retener sólo una de mis Biblias en inglés, o en español, indudablemente sería la del Rey Santiago, the King James Version.  

Bibliografía

Adam Clarke’s Commentary on the Bible

College Press Bible Study Textbook Series

Ewald, H. (1891). Syntax of the Hebrew Language of the Old Testament. Edinburgh: T. & T. Clark.

Expositor’s Bible Commentary

Fuller, R. T. & Choi K. (2017). Invitation to Biblical Hebrew Syntax: An Intermediate Grammar. Kregel Publications, Grand Rapids, MI.

Guzik, D. Enduring Word Commentary

Henry, M. Commentary on the Whole Bible

IVP Bible Background Commentary

Jamieson, Fausset and Brown Commentary

John Gill’s Exposition of the Bible

Keil and Delitzsch. Commentary on the Old Testament

Lange’s Commentary on the Old and New Testament

MacLaren, A. Expositions of Holy Scripture

Park, S.J. (2020). The Fundamentals of Hebrew Accents: Divisions and Exegetical Roles Beyond Syntax. Cambridge University Press. University Printing House, Cambridge.

The New International Commentary on the Old Testament

The Pulpit Commentary

Tov, E. (2012). Textual Criticism of the Hebrew Bible (Third Edition, Revised and Expanded). Minneapolis, MN: Fortress Press.

Van der Merwe, C., Naudé, J., Kroeze, J., Van der Merwe, C., Naudé, J., & Kroeze, J. (1999). A Biblical Hebrew Reference Grammar. Sheffield: Sheffield Academic Press.

Wickes, W. (1887). Two Treatises on the Accentuation of the Old Testament. Oxford: Clarendon Press.

Zewi, T. (2007). Parenthesis in Biblical Hebrew. Studies in Semitic Languages and Linguistics, Volume 50. Brill, Leiden. Netherlands.

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