SANTIAGO, Chile – Durante horas de la noche la capilla O’Higgins estuvo a punto de ser evacuada debido al avance de la llamas, edificio que estaba siendo usado como refugio para miembros que había perdido sus enseres, siendo trasladados todos a la capilla de Hostaneda (el centro de estaca). No hubo desgracias que lamentar entre los miembros albergados y el edificio que continúa intacto.
Toda la noche los líderes locales del sacerdocio en la Estaca Valparaiso se han mantenido alerta de las necesidades de los miembros y la evolución de las llamas que sigue arrasando en nuevos sectores del puerto.
En una conversación con el Obispo Ibarra, obispo agente y a cargo de la coordinación de la emergencia, informa que en breve el presidente de estaca y otros líderes del sacerdocio irán a constatar en terreno para realizar un catastro de las pérdidas entre los miembros de su estaca que tienen sus casas en los sectores de Cuesta Colorada y Rocuán.
Aún cuando son cifras que se confirmarán durante esta mañana, el número de casas de miembros de la Iglesia con pérdida total podría ascender por sobre las 30. Cabe destacar que estas cantidades solo abarcan los miembros activos que han se han reportado a los líderes del sacerdocio, ya que aún no se ha podido contactar a la totalidad de miembros menos activos por lo que se espera que las pérdidas entre los miembros SUD aumenten aún más.
Las labores de las “Manos Mormonas que Ayudan” se limitan por este momento a la acopio y clasificación de la ayuda que llega continuamente desde diversos lugares. Debido a lo impredecible del fuego y el viento, no se ha permitido hacer ingreso a los voluntarios a los cerros devastados, pero el Obispo Ibarra menciona que “estamos esperando, porque hay sectores en que los que ya no hay nada que consumir, vamos a esperar y luego vamos a subir igual porque los focos deberían estar en otros lugares”.
Al ser consultado por si han tenido tiempo para descasar comentó que “bueno, algo se hace, después habrá tiempo para dormir”.
Los líderes locales han solicitado no enviar más ropa, ya que se dispone de suficiente. Se has solicitado manos para el acopio, clasificación y entega de la ayuda; además de ropa para niños pequeños y recién nacidos, camas, muebles, ropa de cama, útiles de aseo y leche.
Hasta ayer de noche la ONEMI informó que más de 2.000 viviendas han sido consumidas y 12 personas han fallecido y se estima que más de 5.000 efectivos de CONAF, Bomberos, PDI, Carabineros, Ejército, Armada, Samu y ONEMI trabajan en el combate y control de esta emergencia.
El pronóstico en cuanto a la emergencia no es muy alentador. La oficina de emergencia a decretado alerta preventiva las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins por las altas temperaturas esperadas. La CONAF ha advertido que el siniestro podría tardar hasta 20 días en ser extinto.