COQUIMBO, Chile — Muchos de nosotros, al enterarnos de las inundaciones en el norte de Chile, quedamos atónitos al ver las imágenes en televisión, darnos cuenta de su gran magnitud y escuchar los testimonios de sobrevivencia. Así también llamó mucho la atención una forma peculiar en las qué varias personas de la ciudad de Diego de Almagro fueron rescatadas con un cargador frontal conducido por un hombre de buena fe que, al ver la desesperación de las personas de su pueblo, no dudo en tomar su “tractor” e ir al rescate de sus vecinos. Numerosas fueron las personas y animales rescatados desde los techos de sus casas por este héroe anónimo.
Si bien es cierto todos los hermanos de la rama Diego de Almagro de alguna u otra manera fueron abatidos por el aluvión, la familia Henríquez Moyano fueron los más afectados. Su vivienda y enseres se vieron reducidos a solo 10 bolsas grandes.
La familia Henríquez Moyano, integrada por el hermano Carlos Henríquez Guzmán, su esposa Cinthia Moyano Encina y sus dos hijos, Mateo de 4 años y Tomas de 3, nos cuentan cómo fueron rescatados desde el techo de su hogar y cómo se sobreponen a esta tragedia con optimismo.
Ya ha pasado un mes y algunos días de este gran aluvión, mas el recuerdo de la tragedia para esta familia sigue siendo como si hubiera sido ayer.
A las 10:00 a.m. del 25 de marzo, con el agua y barro a un metro dentro de su hogar, su villa completamente inundada y una fuerte corriente del río con escombros frente a ellos, fueron rescatados gracias a este héroe anónimo (tal como le llaman ellos) y su cargador frontal.
El hermano Carlos dice que en medio de la catástrofe y dentro de lo caótico y terrible del panorama en su pueblo con el aluvión ya instalado en la zona mientras no cesaba la lluvia, el agua seguía corriendo por la cuidad arrastrando camiones, trenes, casas y a sus vecinos.
Esta familia santo de los últimos días no perdía su fe de ser rescatados juntos como familia. El hermano Carlos testifica de que en ningún momento sintió solo, “se sin ninguna duda que el Señor estuvo con nosotros en todo, yo hice una oración, llore y me arrodille, sentí la presencia del Espíritu”, dice el hermano Carlos, “al Señor le rogué y le suplique que por favor nos ayudara a pasar esto y que esto ojala terminara. 15 minutos después de esa oración fue contestada ceso la lluvia”.
Su esposa, la hermana Cinthia, cuenta que para ella esta fue una experiencia caótica. Con lágrimas en sus ojos relata de que lo sucedido ese 25 de marzo puso a prueba su fe y sobre todo sus conocimientos de la Iglesia. La hermana Cinthia dice “sé que ésta es la iglesia verdadera y pese a todo continuaremos aquí… es difícil salir de la cuidad que uno vivió, creció, de la casa en que formaste tu familia y verla reducida a nada o solo a 10 bolsas de basura grandes” relata con tristeza.
El siguiente video se muestra el rescate de algunos pobladores de Diego de Almagro en un cargador frontal. Si bien no es el rescate de la Familia Henríquez Moyano, ellos fueron evacuados en el mismo vehículo y la situación que vivieron fue muy similar.
“Sé que el Padre estuvo en todo momento con nosotros, hubo un momento mientras estábamos siendo evacuados por el cargador frontal que estuvimos a punto de morir junto a mis hijos ( de 3 y 4 años de edad) ya que la maquina no podía continuar producto de la fuerza del agua. Nos bajábamos de la maquina en una islita que se armó con todo el pánico y caos que la situación conlleva, mi esposo miraba toda esta situación desde otra parte ya que el cargador frontal solo llevaba a niños y mujeres”.
“Pensé que era el final”, continúa narrando la hermana Cinthia, “pero mi ruego y el de mi esposo en ese momento fueron escuchados, sé que el Padre Celestial puso Su mano para que la maquina pudiera seguir y pudiéramos volver a subir y así dirigirnos a un lugar seguro y estar con vida junto a mi esposo y familia… el que no nos haya pasado nada eso es un milagro”.
“Todo lo que hemos vivido ha sido una experiencia fuerte pero también nos ha llenado de alegría”, afirma la herman Cinthia, “tenemos amigos y familiares que nos aman y se ha preocupado de nuestra familia, de que no nos falte nada. No soy la única y no somos los primero que vamos a empezar de cero”.
Además agradecen la ayuda de los miembros de la iglesia “no podemos quejarnos de nada no sabemos cómo llegaron hermanos al tercer días a Diego de Almagro con ayuda con esperanza y animo además la ayuda de los misioneros”
El hermano Carlos nos describe una maravillosa experiencia que vivió dentro de esta catástrofe, lo que él llama “el milagro de la capilla”.
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“Al otro día del aluvión, el día jueves 26 de marzo, crucé un río para llevarle víveres a mi esposa e hijos cuando me encuentro con mi presidente de rama. Le conté todo lo que nos había pasado y le pregunte si podía ocupar la capilla para dormir porque no teníamos donde dormir con mi esposa y mis hijos, el presidente me dice ‘vaya a ver la capilla, pero no sé cómo está ya que por ahí paso todo el río’ (detrás de la capilla estaba estancado un carro de bomberos donde un bombero falleció). Fui a ver la capilla, quede impactado, afuera era todo un caos y la capilla por dentro estaba totalmente seca. El río como que se abrió paso por el patio, por el costado, por el frente de la capilla y dentro no había una gota de barro, me afirme en la reja y lloré de emoción… no pude contener mis lágrimas, sabía lo que había pasado y sabia que eso era un milagro”.
“Pero eso no terminaba ahí, la capilla tenia agua, 6 mil litros de aguas, nunca antes había tenido agua ese estanque ya que el agua es muy cara en Diego de Almagro pero ese día tenia agua. Los alcantarillados de la capilla funcionaron mientras nosotros estuvimos allí por 15 día, fuimos los único en Diego de Almagro que teníamos un baño que funcionaba”.
Días después, la familia Henríquez Moyano pudo regresar a su casa que ya estaba más despejada del barro, actualmente viven con familiares en la ciudad de Coquimbo, y con la mira de reconstruir su hogar en la en Diego de Almagro. Gracias a su fe y fidelidad esta familia logro en encontrar paz en medio de la tormenta y un nuevo significado a la escritura que dice “Sé paciente en las aflicciones, porque tendrás muchas; pero sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el fin de tus días” (DyC 24:8).
Al terminal con la entrevista, El hermano Carlos cita 1 Corintios 13:7: “’El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta’. Ese amor fue y es él que nos motivó y me motiva a mí, a mi esposa a luchar ante esta catástrofe“.