Por Tad Walch, Deseret News
Traducción por Arlette Sureda y Yamil Inostroza
PROVO, Utah – Apóstoles de la Iglesia SUD y líderes de otras religiones cultiva relaciones unos con otros cada vez más, un proceso recientemente acelerado por preocupaciones comunes sobre la libertad religiosa.
Mencionando lo que él llamó su «amistad» con los oficiales de la Iglesia, un líder bautista dio el lunes [21 de octubre] lo que en algún momento pudo haber sido considerado como un discurso único en BYU, diciendo que mientras que los mormones y los evangélicos están divididos teológicamente, comparten «preocupaciones y urgencias comunes» en cuanto a los ataques «sin precedentes y siniestros» a la libertad religiosa.
«No creo que vayamos al cielo juntos, pero creo que podemos ir juntos a la cárcel,» dijo R. Albert Mohler durante un discurso ante cerca de 400 estudiantes y profesores en un casi lleno Teatro Varsity del Centro de Estudiantes Wilkinson.
Más tarde agregó, «… sólo los que tienen las creencias más profundas e incluso las diferencias más profundas puede ayudar a los demás contra la amenaza invasión a la libertad religiosa, el matrimonio y la familia.»
El presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, dijo que después de su discurso que «no estaba exagerando, estaba hablando honestamente cuando dije que podríamos ir a la cárcel juntos. No necesariamente quise decir que iremos juntos a prisión, pero creo que vamos a sufrir el poder coercitivo del Estado laico juntos”.
Dijo que las personas religiosas ya han visto corroídos los derechos de las legislaturas y resoluciones judiciales sobre la anti-concepción, el matrimonio y la familia tradicional.
Mohler dijo que los mormones y los evangélicos “comparten amor por la familia, el amor por el matrimonio, el amor por el don de los hijos, el amor por la libertad y el amor por la sociedad humana. Esto lo hacemos desde el amor y el respeto por el otro y desde el don de una creciente y genuina amistad”.
«He tenido el gran privilegio de conocer la amistad de los líderes de la Iglesia SUD y conversar con ellos, como el Élder Tom Perry, Élder Quentin Cook y el Élder Todd Christofferson,» agregó.
Aunque el notable discurso de Mohler alguna vez podría haber sido considerado raro, hoy se ajusta dentro de un marco más amplio de alcance interreligioso.
En 2004, el líder evangélico Ravi Zacharias, presentado por Richard Mouw del Seminario Teológico Fuller, habló en el Tabernáculo Mormón en Salt Lake City. La primera vez en 105 años que un internacionalmente reconocido líder evangélico se paró en ese púlpito.
En 2010, el cardenal Francis George habló a 12.000 personas en un foro en el campus de BYU sobre la necesidad de que católicos y mormones permanezcan unidos para proteger la capacidad de los individuos y grupos para practicar su religión en la arena pública.
El mes pasado, la Universidad Brigham Young separadamente recibió a prominentes líderes cristianos. Richard Land, presidente del Seminario Evangélico del Sur, y George Wood, superintendente general de las Asambleas de Dios. Ambos se reunieron con oficiales de la Iglesia SUD y discursaron marco del ciclo de conferencias «Fe, familia y sociedad» al que Mohler se unió el lunes. Land le dijo al Deseret News: «Cuando se trata de la libertad religiosa, a todos concordamos o todos estamos en desacuerdo. Tenemos objetivos comunes en esto”. La intervención de Wood contó con la presencia de por otro miembro del Quórum de los Doce de la Iglesia SUD, el Elder Jeffrey R. Holland.
«Yo creo que es el año de los evangélicos en BYU,» dijo Greg Johnson, presidente de Standing Together, un ministerio que busca la unidad entre las iglesias evangélicas de Utah y facilita diálogos entre evangélicos y mormones. «Estos tres son conocidos a nivel nacional, líderes de opinión de gran prestigio. Lo que nos entusiasma es que en estas conferencias surgieron de invitaciones institucionales. Esto fue hecho por los niveles más altos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Como ex santo de los últimos días que tenía un cuñado graduado de BYU, digo que hay muchos días nuevos y buenos”.
En enero, el Deseret News había confirmado que Zacarías volverá a la Manzana del Templo para hablar desde el púlpito del Tabernáculo otra vez. También aparecerá en BYU, como parte de la misma serie de conferencias como Land, Wood y Mohler.
Mohler regresará a la Universidad Brigham Young el 25 de febrero para dar un discurso televisado nacionalmente, para un foro a nivel de campus.
Esfuerzos interreligiosos como estos no están exentos de críticas. Land y Wood han enfrentado algunas objeciones sobre sus visitas del mes pasado, como Zacarías y Mouw lo hicieron en 2004. Wood emitió una respuesta a las quejas de que su visita BYU validaba el mormonismo.
«Estos chicos van a recibir golpes», dijo Johnson, «pero están ganando ayuda para esta causa.»
Mohler dijo claramente sus diferencias doctrinales con los mormones, quizás como un esfuerzo por mitigar las críticas por un hombre que el Times.com llamó «el intelectual reinante del movimiento evangélico en los EE.UU.»
«El conflicto de las libertades el que estamos ahora no tiene precedentes y es inquietante», dijo. «Estamos obligado a elegir entre la libertad erótica y la libertad religiosa,’ muchos’ de los estadounidenses claramente sacrificarían la libertad de religión. ¿Cuánto tiempo más pasará antes de que los ‘muchos’ se convierte en la ‘mayoría’?
«Esto es lo que me trae a la Universidad de Brigham Young hoy. No estoy aquí porque creo que vamos a irnos al cielo juntos. Yo no creo eso. Creo que la salvación viene sólo a aquellos que creen y confían sólo en Cristo y en su expiación sustitutiva para salvación. Creo en la justificación por la sola fe y sólo por Cristo. Les quiero y respeto como amigos y como amigos hablaremos solo lo que creemos que es cierto, sobre todo en asuntos de importancia eterna. Habitamos en mundos teológicos independientes e irreconciliables, dejando en claro la doctrina de la Trinidad, y sin embargo estoy aquí, y con gusto lo hago. Vamos a hablar entre nosotros de lo que sinceramente creemos que es verdad, precisamente porque nos amamos y respetamos mutuamente.
«No creo que vayamos al cielo juntos, pero creo que podemos ir a la cárcel juntos. No quiero exagerar, a pesar de que estamos viviendo en la sombra de una gran revolución moral que comúnmente creemos tendrá grandes y devastadoras consecuencias humanas. La fe de ustedes ha mantenido en alto la importancia del matrimonio y la familia. Su teología requiere tal afirmación y se vive con amor por millones de familias mormonas. Nos unimos por la familia natural, por el matrimonio natural, por la integridad de la sexualidad solo dentro del matrimonio, y la esperanza de la prosperidad humana.
«Vengo con la esperanza de mucha más conversación, conversaciones sobre exigencias tanto temporales y eternas. Me avergüenza estar junto a usted en la defensa del matrimonio y la familia y la defensa de la integridad sexual humana. Estoy listos para hablar y actuar en su defensa, contra las amenazas a la libertad religiosa, tal como me has mostrado igual voluntad de hablar y actuar en defensa de los mías”.
El texto de la conferencia de Mohler, «Un peligro claro y presente: la libertad religiosa, el matrimonio y la familia a fines de la edad moderna», está disponible en su página web, www.albertmohler.com.
Mohler también se reunió el lunes con el facultativos del departamento de educación religiosa de la BYU.
«Me quedé impresionado con su habilidad para hablar con nuestra comunidad universitaria de una manera tan centrado (sin) distraerse por las diferencias teológicas obvias que existen entre nuestras tradiciones religiosas diferentes,» dijo el profesor de historia de la Iglesia de BYU Richard Neitzel Holzapfel. «Nuestros estudiantes y profesores se beneficiaron de su revisión de los retos actuales y futuros a la libertad religiosa en los Estados Unidos que se dan por sentado hace tan sólo una generación atrás.»
Russ Robinson, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Provo, dijo que estaba emocionado por el mensaje de Mohler. «Creo que seria mejor que seamos capaces de trabajar juntos por un terreno común, si honesta y abiertamente hablaban de nuestras diferencias, también. Esa honestidad y respeto nos ayudarían a participar más en las cosas que tenemos en común, como el matrimonio y la familia.»