por Linda y Richard Eyre
Traducción por Margarita Espinoza
El artículo de portada de la revista Time de la semana pasada llevó este titular: “Vida sin hijos: Cuando tenerlo todo, significa no tener hijos”.
Como es de suponer, encontramos poco en este artículo que nos gustara o en lo que estuviéramos de acuerdo.
El artículo incluía una encuesta pública con algunos resultados inquietantes. Permítannos mencionar las cuatro preguntas que más nos molestaron:
– Tener hijos les trae: >Felicidad: 25.71% / Infelicidad: 37.25% / menos felicidad en el corto plazo, pero más satisfacción a largo plazo 37.04%.
– El descenso en la natalidad es: >Bueno para la sociedad americana 33.36% /Malo para la sociedad americana 12.12% /Ninguna de las anteriores, nos adaptaremos 55%.
– La gente sin hijos debería recibir exenciones tributarios y se debería compensar a los lugares de trabajo por los beneficios dados a los padres: Si, 66.56%; No 33.44%
– Crees que las personas que deciden no tener hijos, son egoístas: >Sí: 8.24% /No: 91.76%.
En la pregunta número uno: ¿no depende esto de cómo se defina la felicidad? Si la felicidad significa fácil, menos preocupaciones, o más libertad y opciones personales, entonces el 37 % que dijo que los hijos traen infelicidad, quizás tiene un punto. Pero si la felicidad significa amor, sacrificio y satisfacción y la alegría única que traen los niños, entonces el 25% que dijo que los hijos traen felicidad, debería ser cercano al 100%.
En la pregunta número dos: ¡Esta nos vuelve locos! Si crees que la natalidad de Estados Unidos, en su más bajo nivel en la historia, es bueno para la sociedad, o si crees que la baja en nuestra fuerza de trabajo es bueno para la economía, creemos que necesitas despertar.
En la pregunta número tres: Espera un minuto. ¿No son las exenciones y deducciones de impuestos por hijos un esfuerzo para dar a los padres un pequeño respiro en los gastos de criar un hijo – para crear ciudadanos responsables que refuercen la economía y pague nuestro seguro social cuando seamos viejos? ¿Por qué las personas que no tienen el gasto de criar hijos tener las mismas exenciones en impuestos? (por cierto, la deducción por hijo es pequeñísima en comparación a lo que fue en sus inicios, y en todo caso debe ser planteado como un reconocimiento de la contribución, financiera y de todo tipo, que hacen los padres).
En la pregunta número cuatro: Aquí llegamos a un punto donde hay una gran división de acuerdo a la creencia espiritual. Aquellos que comparten nuestra fe de que nuestros niños son hermanos y hermanas espirituales que vienen de una existencia premortal y merecen su oportunidad en la tierra, y sienten que convertirse en padres de esos hijos es un honor dado por Dios y una mayordomía sagrada. Para nosotros, elegir no tener hijos, es claramente, una decisión espiritualmente egoísta.
Aquellos sin esta creencia – particularmente si operan bajo el supuesto de que la tierra puede tener demasiadas personas en él – deberían decidir que los padres traen otro niño a este mundo están agotando los recursos de la tierra y siendo egoístas por usar más de lo que la tierra tiene. (Habría mucha más justificación para este pensamiento en ciertas naciones en desarrollo que enfrentan escasez, que en este país o Europa donde el mayor problema económico del futuro es la disminución de la fuerza de trabajo).
Así que gracias, revista TIME, por manifestar la tontería colectiva estadounidense, y por inadvertidamente recordarnos cuán única y diferente es nuestra perspectiva SUD.
Si pudiéramos escribir un artículo en contra, tendría como título: “La Vida Abundante: Cuando tenerlo todo, significa tener hijos y todo lo que viene con ellos.”
Richard y Linda Eyre son dos de los autores más vendidos de Nueva York con labores docentes en todo el mundo, sobre temas relaciones con la familia. Visítelos en: www.EyresFreeBooks.com o www.valuesparenting.com . Su último Desert e-book es “On the Homefront”.