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Los doce bueyes en el bautisterio del templo 

Los doce bueyes en el bautisterio del templo

En las puertas abiertas del templo de Concepción, una de las preguntas frecuentes es, ¿qué representan los bueyes que se encuentran en el bautisterio? Representan a las doce tribus de Israel y sobre ellos una voluminosa pileta de agua que los hebreos llamaban “el mar” (אֶת־הַיָּם).

La pila bautismal en el bautisterio del templo se encuentra sobre los lomos de doce bueyes que representan a las doce tribus de Israel.

En 2 Crónicas 4:4 leemos, en cuanto a la pileta, la que “Descansaba sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, y tres al occidente, y tres al sur y tres al oriente; y el mar descansaba sobre ellos, y las ancas de ellos estaban hacia dentro”.

Algunos han sugerido que “los bueyes eran emblemáticos de la fuerza y de la paciencia, mirando hacia cada costado y que era una gran bendición [para el pueblo] tener el santo sacerdocio” (Biblical Illustrator, Homiletical Commentary).

Keil y Delitzsch (Commentary on the Old Testament) añaden: “Los doce bueyes, en el que estaba apoyado [el mar], apuntaba a las doce tribus de Israel como una nación sacerdotal, la que se lavaba por medio de sus sacerdotes, para poder comparecer limpios y santos ante el Señor. Tal como el número doce, indudablemente, sugiere una alusión a las doce tribus de la nación del convenio, los bueyes o toros al sostener el mar, hace imposible pasar por alto la elección del animal más importante en cuanto a los sacrificios sacerdotales [de la ley de Moisés], especialmente cuando comparamos la posición que llevan los leones en el trono de Salomón (1 Reyes 10:20)”.

El Comentario Pulpit, en cuanto a la dirección hacia cada punto cardinal del planeta (ver el comentario de Gil, también), nos recuerda que así se acampaban las tribus en el tiempo del tabernáculo en el desierto (Números 2:1–34). También pensé de Ezequiel 48:30–35, que cuenta que en el postrer día, asociado con el templo que se construirá en Jerusalén, se verán las tribus “estacionadas” en una forma similar a la del tabernáculo. Solo que en ese entonces se encontrarán en la presencia del Señor ya que Jehová estará ahí (מִיּוֹם יהוה שָׁמָּה). 

La palabra buey (בָּקָר), en el hebreo, puede según en contexto referirse al ganado, vacas, bueyes o toros (p. ej., The Dictionary of Classical Hebrew, Theological Dictionary of the Old Testament).

Las dos tribus de José (Efraín y Manasés), están asociadas con el simbolismo del buey o toro, también (Isaías Testifica de Cristo, Gregorio Billikopf), y ayudarán a recoger a Israel de todos los rincones del mundo. Del Antiguo Testamento citamos: “Su gloria es como el primogénito de su toro, y sus cuernos como cuernos de toro salvaje; con ellos arrinconará a todos los pueblos hasta los confines de la tierra; y estos son los diez millares de Efraín, y estos los millares de Manasés” (Deuteronomio 33:17).

Me gustaron estas palabras, “El templo no es sólo un tipo de Cristo, pero también del creyente que es un templo …” (Summarized Bible). Se ha sugerido que los bueyes son fuertes para soportar la carga que tendrían que llevar en el proceso de recoger a Israel. (Why are oxen used in the design of our temples’ baptismal fonts? Edward J. Brandt.)

Al escribir este artículo se me vino a mente que Jesucristo tuvo que soportar la carga de los pecados del mundo. Fue Él, solo, el que expió por nuestros pecados y somos limpios al entrar en las aguas bautismales. Lo que sólo es posible por medio de su expiación. Todo el tremendo peso del mar de nuestros pecados sobre Él, nuestro Redentor.  

Fotos

Agradecimiento por las fotos que aportó La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

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