El siguiente es el mensaje anual de Pascua de Resurrección de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Jesucristo, el Hijo Unigénito de nuestro amoroso Padre, es ‘la resurrección y la vida’. Su nacimiento, vida y muerte trajeron consigo la promesa de que ‘el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá’ (Juan 11:25). Durante esta época de Pascua de Resurrección, invitamos a todos a meditar en esa gloriosa promesa. Gracias a que Él quebrantó los lazos de la muerte, cada uno de nosotros tiene la certeza de la inmortalidad y la esperanza de la vida eterna.
“El gran sacrificio expiatorio del Salvador puede darnos esperanza de gozo y paz no solo en la vida venidera, sino también aquí y ahora, en tanto afrontamos los inevitables desafíos de la vida. Gracias a Él, sabemos que la muerte no es el fin; sabemos que nuestras adversidades no durarán para siempre; recibimos paz al poner nuestra confianza en Él; tenemos fe en que el gozo eterno es posible.
“¡Testificamos que Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor, vive! ‘Marcó la senda y nos guio’ de regreso a nuestro Padre Celestial (‘Jesús, en la corte celestial’, Himnos, N.°116). Cuán agradecidos estamos por el don de Su Hijo, mediante el cual podemos hacernos merecedores del mayor de Sus dones: el de la vida eterna”.