Recientemente viví una experiencia conociendo a un apóstol, y la verdad fortaleció mucho mi testimonio, lo he escrito y compartido en mis redes, y esta es la historia.
Esta fue la única foto que pude tomar (por los nervios) luego de la sesión del domingo por la mañana de la conferencia general de abril de este año
La foto muestra las oficinas donde se hospedan los apóstoles y el profeta entre las sesiones de la conferencia, y aquí relataré brevemente lo que pude sentir al poder estar allí, y conocer en persona al nuevo apóstol Gerrit G. Wong, y a David A. Bednar, aunque se me haga muy difícil expresarlo con palabras
Pequeña introducción: Yo vivo en Santiago, Chile, y hace un par de años una misionera sirvió misión aquí, y se hizo muy amiga de mi abuela y de mi familia, a tal punto de mantener esa relación hasta hoy, esta misionera luego se casó con el hijo de Elder Bednar, y fue gracias a ella que todo esto fue posible
Cuando supe que conocería a Élder Bednar, (gracias a la esposa de su hijo) momentos antes de entrar al centro de conferencias para la primera sesión del domingo, no podía concentrarme en los mensajes y estaba inquieto e impaciente, y lo veía a el, sentado adelante, como cada conferencia y yo pensando “A ese gran hombre, a ese apóstol, a esa gran autoridad, voy a conocer terminando esta sesión”, y de verdad no había cosa que hubiere querido mas en ese momento
Porfin había terminado la sesión y me tocaba ir a verlo, me preguntaba, ¿bajaremos hasta allá?, ¿pasaremos por esa puerta donde siempre salen?
Y nada de eso, me llevaron por otro lado, a un estacionamiento subterráneo donde había una entrada a las oficinas (la foto es pasando la seguridad de las oficinas, lo primero que ves al entrar allí)
Al llegar a la entrada, y antes de pasar al pasillo, me encontré afuera con Elder Wong, a primera vista no lo reconocí, pensé que era un miembro que estaba por allí, así que pasé cerca suyo, y el al verme, extiende su mano y con una gran sonrisa me saluda muy cordialmente y con fuerza, y al momento supe quién era, era el recién llamado Elder Wong, iba camino a conocer a Elder Bednar, y de camino pude extenderle la mano a un apóstol recién llamado, fue un saludo corto, y de paso, pero no lo olvidaré jamás, nunca había visto a alguien saludar con tanta felicidad y amabilidad como lo hizo él, supe sin duda alguna que había saludado a un siervo del señor, pude sentir inmediatamente el espíritu y un inmenso poder, tan solo extendiendo su mano por breves segundos, y presentándome ante él
Luego, la primera impresión al pasar por esos pasillos, primeramente fue pensar “detrás de que puerta estará?” “Y aquí están todos los apóstoles?”
Luego de aquellos pensamientos, que fueron por breves momentos, sentí paz, calma, silencio y respeto, seguía igual de nervioso, pero sabía que estaba en un lugar muy especial, el silencio en aquel lugar era similar al silencio, paz y tranquilidad que se siente en los santos templos, podía sentir el poder que había en ese lugar, y testifico que solo al pasar por aquel pasillo, pude sentir el espíritu como nunca antes, me hizo sentir que estaba en el lugar correcto.
Pasé por la sala de selección de misión (y yo había sido llamado un par de semanas atrás), y me entró una alegría enorme al saber que 2 apóstoles del señor entraron en aquella sala, vieron una fotografía mía y me asignaron a Colombia, Cali, sin duda bajo inspiración divina
Luego de esa sala, 2 puertas hacia la derecha, había llegado, la oficina de elder Bednar, la esposa de su hijo, que era quien me acompañaba, tocó a la puerta, la puerta enseguida abrió, increíblemente nervioso vi que no era Elder Bednar, era su esposa, y vio que era yo, que ya sabían que los iría a visitar, y me dijo que espere que Elder Bednar termine de almorzar (no imaginan lo incómodo que me sentí interrumpiendo el almuerzo de un apóstol)
En breve momentos, escuché unos pasos, y ahí estaba él, de pie frente a mi, a mi parecer, mas alto de lo que pensaba, me vió y me saludó, me presenté y por fin se me quitaron los nervios, al extender su mano nuevamente sentí lo mismo que con Elder Wong, una estreches de mano bastante afectuosa, y fuerte, y con una sonrisa muy grande en su rostro, volví a sentir la confirmación que él era divinamente llamado por Dios, y supe sin duda que estaba ante un siervo del señor, me entraron ganas de llorar, no por emoción o pena, si no porque el espíritu me confirmó de tal manera, que no cabía duda alguna, que él es, un apóstol, que tiene poder, y no sabía por que en ese momento me lagrimeaban los ojos, solo sabía que estaba estrechando la mano de uno de los 15, y la fuerte impresión e irrefutable seguridad de que todo lo que siempre había aprendido era real, fue realmente emocionante, y aunque fueron 5 segundos entre que estreche mi mano, y me presenté ante él, para mí fueron muchos sentimientos y muchos buenos pensamientos los que vinieron a mi cabeza, de verdad jamás hubiese podido imaginar que podría llegar a literalmente, sentir al espíritu diciéndome, “todas las inquietudes que has tenido, todas las dudas y problemas que has enfrentado, cada cosa que te haya hecho dudar, cada pensamiento, cada jugada del enemigo, o tentaciones, te digo que este es el camino, mira adelante, y fíjate a quien ves, él, es verdaderamente un apóstol de Dios, por medio de él y gracias a él y apóstoles tales como él, tu puedes ser salvo, éste es el camino”
Muchas emociones y sentimientos que ni si quiera puedo describir, pasaron en muy breves segundos, fue realmente una experiencia muy poderosa, y ahora sé por mi mismo, y sin duda alguna, que este es el camino, y agradezco mucho la oportunidad que tuve de poder verlo, y estrechar su mano y hablar por 5 minutos
En aquellos 5 minutos me preguntó un par de cosas, tales como mi edad, de donde era, si estaba por servir una misión, si estaba dispuesto a darlo todo, si estaba preparado para hacerlo, entre otras cosas; fue una charla bastante breve, y puedo rescatar un par de cosas de las que hablamos en esos breves minutos
Primero, no podía dejar de pensar mientras hablábamos que estaba frente a él, y la emoción no se me fue en el resto del día, de verdad se podía sentir el espíritu junto a el
Tambien pude notar que estaba muy sereno, es una persona bastante tranquila y relajada, su voz entrega seguridad y se muestra seguro de lo que dice, Es muy amable, es extremadamente agradable hablar con él
Y tambien puedo destacar que sin duda alguna, es una experiencia hermosa, algo que jamás podría olvidar, conocer a un apóstol personalmente y hablar unos breves minutos, es algo que nunca olvidaré
Una experiencia increíble e inolvidable.
Bastian Zepeda