Hoy domingo 29 de marzo mientras el mundo vive el avance del COVID-19. Nosotros los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días vivimos un ayuno y oración mundial para brindar alivio de la pandemia COVID-19. En este contexto el Presidente M. Russell Ballard acaba de escribir en sus redes sociales lo siguiente:
Hoy sigo la invitación del presidente Russell M. Nelson y me uniré a ustedes en ayuno y oración para pedir a nuestro Padre Celestial para que brinde alivio de la pandemia COVID-19.
Reconozco que muchos de ustedes están preocupados por esta enfermedad y su impacto en sus familias. Mientras dirigimos nuestros pensamientos y oraciones a un poder superior en nuestro ayuno de hoy, deseo ofrecer algunos de mis pensamientos.
En 1941, cuando tenía 13 años, regresé a casa de la escuela dominical y supe por parte de mi madre que Pearl Harbor había sido bombardeada. Recuerdo sentir miedo y pánico de que lo perderíamos todo. Pero eso no es lo que pasó.
La gente del mundo se reunió y la libertad prevaleció y las cosas se resolvieron.
De una manera similar, creo que ganaremos la guerra contra del COVID-19. Espero que todos sepan esto: ya sea que sean capaces de ir al templo o a la iglesia, su casa es un lugar donde se pueden arrodillarse y orar. Puedes sentir el Espíritu del Padre Celestial y la mano del Señor en sus vida, sin importar tus circunstancias.
Vuelve al Señor para que te guíe a través de este difícil momento. Míralo como el Salvador y el Redentor de toda la humanidad. Expresa gratitud por lo que tienes. Sigue avanzando y haz lo mejor que puedas. Con el tiempo, estas circunstancias pasarán.
Siguiendo el llamado de nuestro querido Profeta y Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, nos unimos en Oración y Ayuno mundial por la pandemia que hay en todo el mundo, agradecí por todo lo que tengo mi familia, mis hijos con sus propias familias, mis nietos y nietas, agradecimiento de la vida que tenemos, de los bienes y la ayuda del Espíritu para hacer bien las cosas, agradecí a Jesucristo por su sacrificio expiatorio y por su gran amor por el amor que nos tiene a cada uno de nosotros, por todos los hombres que pasamos por la vida espiritual, la mortal y por nuestros familiares que pasaron el velo.
agradezco los mensajes inspiradores y las palabras de nuestros lideres y profeta ahora que estamos en casa sin reuniones en la capilla y nuestros templos cerrados necesitamos que nuestros hogares sean el pedacito de cielo y el refugio en tiempos de tribulación.
gracias por las noticias que envian …exito