| LDS Missionaries | — El pasado fin de semana, la ciudad de Houston, en Estados Unidos, se vio completamente sobrepasada por los efectos del clima. Fuertes lluvias e inundaciones y el paso de un tornado afectaron a gran parte de la ciudad. Uno de los lugares que resultó enormemente perjudicado fue un gran complejo de departamentos, de los cuales aproximadamente 250 quedaron inhabitables.
Pasada la tormenta, trabajadores municipales comenzaron con las labores de Socorro pero, las barreras del idioma les hizo difícil el interactuar con los residentes, que en su mayoría eran de habla hispana.
Cuando los encargados del municipio se acercaron a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para pedir ayuda, fueron enviados inmediatamente 31 misioneros a prestar socorro. Estuvieron todo el día traduciendo y ayudando a los residentes a recuperar enceres llevándolos a zonas seguras del recinto. Asimismo, colaboraron con los protocolos de seguridad de bomberos, explicándole a las personas que para entrar en un lugar debían solicitor escolta de los equipos de rescate. La ciudad se encontraba completamenete agradecida y la ayuda de los misioneros fue mencionada en varios medios de comunicación.
El periódico “The Houston Chronicle” informó acerca de cómo se realizaron las labores de ayuda. La Alcaldesa Annise Parker habló con los periodistas y señaló:
“Tenemos recursos destinados para ayudar con los costos de mudanzas, la renta del primer mes e instalaciones varias. Lo primero más importante que puedo decir es que tuvímos suerte que nadie resultó herido de gravedad. Como segunda cosa debo agregar que estoy muy agradecida de todos nuestros socorristas y voluntarios que vinieron aquí rápidamente”. Más tarde polícias y bomberos retransmitieron las palabras de la alcaldesa a través de las radios de sus patrullas, traducidas al español y todos quienes estaban en el lugar aplaudieron y se emocionaron con el discurso”.
“Residentes y oficiales señalaron que la comunicación fluída fue complicada ya que había una barrera que les impedía entenderse. Muchos habitantes no hablan inglés y los líderes de la ciudad acudieron por ayuda en traducción a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.
“´Había gente en el interior que llevaba 30 minutos, señaló Brian Ashton presidente de misión en el área Houston. ´Porque estamos disponibles las 24 horas del día, es que podemos responder rápidamente a situaciones como ésta´”.
“Decenas de misioneros destacaban entre las personas,con camisetas amarillas brillantes ayudaron en todo momento, ya fuera estacionando autos, traduciendo o llevando escoltas de bomberos a quienes necesitaban entrar a sus hogares”, concluyó The Houston Chronicle.