La Iglesia continúa colaborando con el gobierno en la entrega de ayuda y el obispo Waddel manifiesta su gratitud por la fe de los santos ecuatorianos.
PORTOVIEJO, Ecuador — «Parece una zona de guerra» dijo el obispo W. Christopher Waddell, segundo consejero del Obispado Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, luego de ver los efectos del reciente terremoto en Ecuador.
El sismo de magnitud 7.8º R golpeó la región el 16 de abril, matando a más de 650 personas y dejando miles de heridos.
El obispo Waddell visitó dos de los las áreas más afectadas, incluyendo las ciudades de Manta y Puertoviejo, entre el 28 y 29 de abril de 2016. Consoló y ministró a las víctimas del terremoto durante su gira, caminó con las personas mientras le mostraban los daños en sus hogares, visitó los centros de distribución y se reunió con oficiales de gobierno.
Durante su visita, el obispo Waddell también pasó tiempo con los líderes locales de la Iglesia. «Mis sentimientos luego de estar con los miembros aquí, en Ecuador, son de gratitud por quienes son, por su fe», dijo.
«Me siento humilde luego de estar con ellos en la zona de desastre del terremoto y ver cómo han reaccionado, cómo han servido a otros. No se preocupan solo por sus necesidades materiales y personales, sino que se preocupan de ayudar a otros», expresó el obispo Waddell. «Esto magnifica mi fe en la humanidad y en los miembros de la Iglesia».
La Iglesia desplegó inmediatamente ayuda humanitaria, incluso comida, agua, y otro artículos, a las áreas afectadas luego del fuerte terremoto que se sintió a lo largo del país y en los vecino Colombia y Perú. El Departamento de Bienestar de la Iglesia también está trabajando con los líderes del gobierno ecuatoriano para entregar ayuda a las víctimas. Las voluntarios también preparan kits de ayuda para las familias afectadas.
La Sala de Prensa de la Iglesia en Ecuador informó que 11 santos de los últimos días fueron muertos (El Faro Mormón informó del fallecimiento de 23 miembros de la Iglesia pertenecientes a las estacas de Manta, Esmeralda y Portoviejo) y no hubieron misioneros heridos. El gobierno del Ecuador estimó los daño en uno US$3 mil millones.
Algunos centros de reuniones de la Iglesia sufrieron daños menores. Otros están siendo usados como refugio temporal donde las víctimas, sin importar su religión, está recibiendo cuidados médicos. Incluso, algunos de los albergados han ayudado a descargar las donaciones.
«Por un momento, dejaron su pena de lado y trataron de encontrar maneras de ayudar a otro que necesitaban más ayuda que ellos», dice el presidente Franklin Romero, de la Estaca Manta Ecuador.
El Obispado Presidente supervisa muchos de los asuntos temporales de la Iglesia, incluyendo las ayuda de bienestar y humanitaria.
«La Iglesia a colaborado y le agradecemos por la atención que los mormones nos han dado» dijo Santiago Armas, coronel del ejército en Portoviejo.
El presidente de la Estaca Ecuador Portoviejo, Leonida Toala, fue animado por la visita del obispo Waddell y de los otros líderes de la Iglesia. «Sus palabras y alivio nos permitieron ver que el futuro es brillante y promisorio. El evangelio de Jesucristo nos permitirá avanzar y todo estará bien«, dijo.
El obispo Waddell y su esposa vivieron en Perú mientras él servía en la presidencia del Área Sudamérica Sur antes de ser llamado a servir como segundo consejero del Obispado Presidente en octubre pasado. Sirvió una misión en España y habla español fluido.
Ver video de su visita (solo en ingles).
Adaptación del artículo original de la Sala de Prensa Mormona.
(Imagen destacada: Obispo W. Christopher Waddell, segundo consejero del Obispado Presidente de la Iglesia, vistió Ecuador luego del devastador terremoto).