Ya que es un tema un tanto confuso debido a nuestro propio desconocimiento, todos nosotros, miembros de la Iglesia de Jesucristo, tenemos la responsabilidad de educarnos sobre la relación de las mujeres con el Sacerdocio y una buena manera de empezar es leyendo el artículo de la hermana Barbara Morgan Gardner publicado en la revista Liahona este mes titulado «Cómo conectar a las hijas de Dios con el poder de Su sacerdocio». En estos tiempos en que existen muchos «vientos de doctrina» relacionados con divesas ideología en auge por estos tiempos, quienes hemos recibido un testimonio de la restauración del evangelio debemos esforzarnos por buscar las respuestas disponibles en él.
Dentro del gobierno teocrático y organización jerárquica de la Iglesia, todo los llamamientos de responsabilidad se llevan a cabo bajo la dirección del sacerdocio. Cuando un obispo, quien posee las llaves, llama y aparta a una hermana a servir en algún llamamiento, se le entrega autoridad del sacerdocio para cumplir con sus funciones, tal como se nos entrega a nosotros, lo hombres para ejercer llamamientos.
Tal como se explica en la Santa Biblia, en los templos, tanto hombres como mujeres somos «investidos con poder de lo alto.» Literalmente, somos investidos con el sacerdocio, hombres y mujeres, con el fin de llevar a cabo la obra del Señor en el hogar, en la Iglesia y entre todos los hijos de Dios.
Tal como indica la hermana Morgan en su artículo, el hogar y la familia se administra de manera diferente a la Iglesia. Espero nadie se escandalice con la palabra que usaré, la cual hoy tiene una connotación muy negativa, pero el hogar y la familia se debe administrar de acuerdo a lo que en las Escrituras se le llama «el Orden Patriarcal». Bajo este orden del sacerdocio, padre y madre, como compañeros iguales, y con la autoridad del sacerdocio con la que se les ha investido, bendicen a su familia. Ante la ausencia del padre, la madre es quien preside la familia y no el hijo varón mayor que haya sido ordenado a algún oficio del sacerdocio.
El que existan llamamientos específicos a los cuales sea necesario ser ordenando a algún oficio en el sacerdocio para administrar las llaves del sacerdocio no significa que para los otros llamamientos no sea necesario la delegación de llaves o autoridad del sacerdocio. A las mujeres no se les ordena a oficios en el sacerdocio, según la revelación que se ha recibido hasta el momento, pero tanto a hombres como a mujeres se nos delega autoridad cuando se nos aparta para servir en cualquier llamamiento en los cuales no son necesarios un oficio en el sacerdocio.
Esto es algo que lo he ido aprendiendo de a poco. Creo que debemos dejar de decir cosas como que «las mujeres no pueden tener el sacerdocio» porque de hecho, en cierto modo, lo tienes o puedes tenerlo; o respuestas como «a las mujeres no se les da el sacerdocio porque ellas pueden ser madres», «ellas no lo necesitan para progresar», y otras ya que, las madres si necesitan del sacerdocio y todas las mujeres necesitan la autoridad del sacerdocio para progresar.
El propósito del Plan de Salvación es llegar a ser como Dios y ¿cómo podrían llegar a ser como Dios las mujeres de esta Iglesia sin tener el sacerdocio dado que Él si lo tiene? A las mujeres de la Iglesia también se les promete que podrán ser coherederas con Cristo de todo lo que el Padre tiene y en Doctrina y Convenios 84 se nos explica que quienes llegan a obtener esta bendición son «quienes son fieles hasta obtener estos dos sacerdocios… y magnifican su llamamiento» ¿Cómo podría llegar a obtener la herencia que nuestro Padre Celestial tiene preparadas para sus hijas si no es por medio del Santo Sacerdocio? Gracias a la restauración del evangelio, en los santos templos se cumple esta promesa, lo cual desde los inicios de esta Iglesia nunca ha sido restringido a nuestras hermanas.
Me siento agradecido de conocer a mujeres de magnifican sus llamamientos y responsabilidades en la Iglesia y el hogar, usando esa autoridad del sacerdocio. Sobre todo a mi mamá y a mi esposa, quienes para mi son ejemplos de rectitud, amor y ministración en su discipulado.
Este es un artículo de opinión donde el autor expresa su punto de vista el cual es de su exclusiva responsabilidad y no necesariamente representa la posición de FaroALasNaciones.com o de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Gracias por explicar tan claro la importancia de la relación sacerdocio y la madre en el hogar.
Confío plenamente en las directrices del Señor. El sabe el porqué de cada cosa que nos manda… solo debemos obedecer. El orden Patriarcal está establecido desde antes de la fundación del mundo. Muy acertada la afirmación de que nuestras hermanas también gozan de las bendiciones del sacerdocio.
es verdad sobre las hnas
No entiendo lo de las hermanas y el sacerdocio, si lo tienen o no!
Sabio análisis con argumento de lectura, estudio y reflexión
Leemos en la Escritura: «se rebeló contra mí, diciendo: Dame tu honra, la cual es mi poder» y en Moisés: «y de seguro lo haré; dame, pues, tu honra». ¿Cual es el poder y autoridad de Dios? Su honra, su honor. Si una santa de los últimos días es honorable entonces tiene poder y autoridad.
SI lo tienen porque son ungidas y ordenadas sacerdotisas en los templos, lo que no tienen es una función en la administración temporal de la iglesia digamos, según mi entender el porque? solo Dios sabe… los hombres tiene una responsabiliad y funcion y las hermanas tienen otras algunas de elllas marcadas digamos por su anatomia biologica…