[Opinión] Elder Archuleta, Disney Channel, Misión en Chile y su futuro 

Para quienes no lo conocen al misionero de la foto, él es el Elder Archuleta quién sirve una misión en Chile, igual como tantos otros en las 10 misiones que actualmente tiene el país. El asunto es que este misionero ha tenido una atención inusual a diferencia de otros misioneros.

Antes de ser conocido por su título de Élder, se le conocía como David Archuleta. Este joven es un popular cantante en los Estados Unidos luego de ser finalista del American Idol (célebre programa caza-talentos de la TV norteamericana). Gracias a su talento y su corta edad se convertía en el prototipo perfecto para que Disney Channel lo convirtiera en uno de sus rostros musicales.

Me llama mucho la atención los diferentes rumbos que han tomado algunos de sus colegas del canal infantil, entre ellos Selena Gomez y Miley Cyrus, con quienes cantó varias veces en varios programas. Creo que no vale la pena mencionar por este medio cómo la Sta. Cyrus se está haciendo famosa ahora, pero este joven, viniendo del mismo ambiente mediático, llegada la edad adecuada, decidió servir como misionero de tiempo completo para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por dos años, y fue asignado a Chile. Luego de eso volverá a los escenarios, pero con experiencias y una madurez diferente que solo da el haber sido un misionero diligente.

No es mi idea decir que los famosos deben dejar todo e irse como misioneros a África o alguna parte lejos de su casa para ser buenas personas. Lo que quiero decir es que cada vez es más difícil encontrar cosas buenas en la televisión y en la industria del espectáculo, y cada vez los medios se hacen más y más influyentes en la vida de los jóvenes y la sociedad en general. El mundo necesita más personajes influyentes, como este joven, que a su corta edad, en su etapa de formación artística, la farándula sucia no se lo ha comido.

En nuestra SUDcultura chilena se critica mucho a los miembros de la Iglesia que quieren aventurarse en la vida pública o del espectáculo, como por ejemplo en la política, la televisión, medios en general, o la industria del entretenimiento, ya que se dice que estos mundos son «sucios». Aún cuando tienen razón, estos mundos no son más sucios que el mundo universitario o el mundo laboral de un trabajador común (mundos en donde todos esperamos tener éxito), la única diferencia entre los personajes públicos y los que realizan sus actividades de forma más reservada es que las cosas que hacen los primeros influyen de maneras insospechadas en la vida de otras personas.

El tomar la decisión de ser un personaje público, como lo es el Élder Archuleta, no es solo tomar la decisión de seguir una vocación (como lo es la música) sino, además, es la decisión de ser un referente ante muchas personas que le siguen, es la decisión de aceptar que en algún momento se deberá decir que no ante la insistencia de las grandes productoras para hacer algo indebido, es aceptar que en algún momento se le criticará fuertemente desde varios sectores, es tener en cuenta que se inventarán cosas sobre él y su vida personal que serán mentiras para destruirlo y ganar lucro, y además, es tomar la decisión de ser un testigo de Dios en todo tiempo, en todas las cosas y en todo lugar, de acuerdo a los dones que el Padre ha conferido sobre él, para ser una influencia para bien ante miles de personas.

Creo que los pensamientos de un misionero del Libro de Mormón pueden ser ilustrativos al respecto:

“¡OH, si fuera yo un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón, para salir y hablar con la trompeta de Dios, con una voz que estremeciera la tierra, y proclamar el arrepentimiento a todo pueblo!…

“Mas he aquí, soy hombre, y peco en mi deseo; porque debería estar conforme con lo que el Señor me ha concedido.”

Creo que no soy el único que leyó esto decenas de veces en su misión sintiendose muy identificado con el sentir del profeta Alma. Pienso que quienes son personajes públicos (del área que sean) tienen una posición especial en la que Dios les ha puesto para hacer una obra especial. Quizás no tienen la trompeta de Dios para estremecer la tierra, pero si pueden hacer que su voz pueda ser escuchada por muchas personas más y que muchas personas puedan ver sus actos y su testimonio de Cristo reflejado en su manera de ser. Tienen la oportunidad de influir para bien en muchas personas, y deben aprovecharla.

Hay muchos otros mormones que han llegado a ser reconocidos públicamente por ser destacados en lo que hacen y, además, por su forma de vivir, tanto dentro de la televisión, política, deporte, música y el espectáculo. Al político Mitt Romney sus detractores podía atacarlo de acuerdo a la viabilidad de su proyecto político y de las ideas que planteaba para su gobierno cuando fue candidato en EE.UU., pero nadie podía criticar que era intachable como persona, un buen padre y un buen esposo. Al cantante Donny Osmond se le inventó que estaba involucrado en drogas, pero luego fue desmentido y no conozco nada que se le pueda reprochar en su vida personal de lo que es públicamente conocido. Estos, y varios otros famosos mormones, han ayudado a que la Iglesia sea más conocida y a que sea conocida por los valores que estos miembros prominentes representan.

Elder Archuleta es un testimonio viviente de que si se puede vivir en este mundo sin ser del mundo. Para los jóvenes es un ejemplo de que las influencias externas no deben ser más grandes de lo que tenemos en nuestro corazón, de lo que sabemos que es verdad y lo que queremos hacer para contribuir en nuestra sociedad. Ahora él es un excelente misionero y luego continuará siendo un gran artista así como lo fue antes de venir, influyendo positivamente en el mundo decadente en el cual vivimos. Mis expectativas de él en el futuro es que siga siendo ese ejemplo para los jóvenes, para que sean misioneros, para guarden sus normas y sean una contribución para la sociedad. Espero ver mucho más como él.

Este es un artículo de opinión donde el autor expresa su punto de vista el cual es de su exclusiva responsabilidad y no necesariamente representa la posición de El Faro Mormón o la de alguna otra institución.