En la noche del martes, Adam Levine le dijo a la joven SUD de 15 años Hanna Eyre “eres el ser humano más dulce que alguna vez ha existido” después de su interpretación de “Skyscraper” de Demi Lovato.
Sobre su crecimiento en el programa, Levine dijo: “Hanna siempre ha sido fuerte, pero la ves ganando un poco más de control y un poco más de sutileza y creciendo un poco como cantante, lo cual es un buen ritmo”.
Levine ha sido un fan de Eyre desde hace tiempo, llamándola “milagrosa” después de su presentación en las rondas de knockouts. “Es milagroso cuando una joven de 15 años se levanta y hace eso”, dijo Adam.
A pesar del asombroso crecimiento de Hanna en el show, su jornada en The Voice terminó el martes en la noche cuando no quedó dentro de los 12 finalistas, uniéndose a la joven SUD de 14 años, Aaliyah Rose, quien también fue eliminada del programa la noche anterior.
Cuando los resultados de los espectadores llegaron y la mitad del equipo de Levine estaba en riesgo de ser eliminado, él tuvo la oportunidad de salvar solo a una persona, escogiendo a Mark Isaiah para que avanzara.
A lo largo de su jornada en el programa, Eyre dijo que tuvo muchas oportunidades de compartir su fe.
Por ejemplo, ella dijo que le contaba a quienes estaban a cargo de su guardarropa sobre sus normas de vestimenta para que supieran que iba y qué no iba a vestir.
“En segundo lugar, siempre uso mi medallón de las Mujeres Jóvenes”, dijo Eyre. “Y he podido hablar acerca de mis creencias con varios de los participantes quienes me han preguntado por qué usó el collar todo el tiempo y qué es el ‘castillo’ del medallón. Fue tan fácil comenzar a hablar sobre el templo y lo que hacemos ahí, en qué creo, y por qué los uso como recordatorio constante de quién soy y qué representó”.
Aunque ella solo tiene 15 años, Hanna ha dejado una impresión en sus compañeros participantes y jueces por la manera en la que comparte sus normas, su talento y su bondad.
Durante las audiciones a ciegas, Eyre giró tres asientos, pero fue su sonrisa la que se robó el show esa noche. “Hanna, dulce Hanna, eres tan linda. En el segundo que me giré, comenzaste a sonreír y tú, tal vez por un pequeño momento, olvidaste el hecho de que aún estabas cantando”, dijo Levine.
“Cada vez que sonríes, la sala entera se ilumina”, observó Shelton. “Tú tienes esa sonrisa, que, literalmente, escucha a la gente, ellos literalmente ríen cuando tu sonríes. No tienes que hacer nada, solo tienes que pararte ahí y hacer eso y ya estoy comprando tu disco”.
Pero la persona a quien más impactó con su fe durante el show fue ella misma al allegarse a su fe para hallar paz.
“Para estar tranquila, mi papá me dio una bendición la noche anterior a mi audición, lo que siempre me da consuelo. También, justo antes de entrar al escenario, hice una oración que me ayudó mucho” comentó Hanna.