Hablando sobre “el amor y las leyes de Dios” durante un devocional de BYU el martes, el 17 de septiembre de 2019, el presidente Russell M. Nelson compartió “cinco verdades” con los jóvenes adultos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y les pidió que oren para saber si cada una de ellas son verdaderas.
“Pregunten a su Padre Celestial si realmente somos los apóstoles y profetas”, dijo él. “Pregunten si hemos recibido revelación tocante a estos y otros asuntos. Pregunten si estas cinco verdades realmente son verdad”.
Hablando en el Marriott Center de BYU, el presidente Nelson también hizo referencia a los ajustes en las políticas de la Iglesia con respecto a aquellos que se identifican como lesbiana, gay, bisexual o transgénero y sus hijos. Los cambios en las políticas LGBT de 2015 y 2019 “estuvieron motivados por amor — el amor de nuestro Padre Celestial por Sus hijos y el amor de las autoridades generales por aquellos a quienes servimos”.
El presidente Nelson — que ofreció su primer discurso en un devocional de BYU como presidente de la Iglesia — declaró:
Verdad 1: Ustedes son hijos e hijas de Dios
“Eso ya lo saben”, dijo el presidente Nelson, aclarando “una característica distintiva” sobre la identidad de los jóvenes adultos.
“Son los hijos que Dios escogió para ser parte de Su batallón durante este este momento clave en la antigua batalla entre el bien y el mal — entre la verdad y el error. No me sorprendería si, cuando se corra el velo en la vida venidera, nos enteramos que ustedes realmente le suplicaron al Padre Celestial que los reservara para esta época”.
Verdad 2: La verdad es la verdad
“Algunas cosas simplemente son verdad”, enseñó el presidente Nelson. “El árbitro de la verdad es Dios — no el portal de noticias de su red social favorita, ni Google, ni ciertamente aquellos que están descontentos con la Iglesia”.
Muchos argumentan que la verdad es relativa y que no hay tal cosa como una ley divina o un plan divino, agregó el presidente Nelson. “Dicho argumento simplemente no es verdad. Hay una diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. La verdad se basa en las leyes que Dios ha establecido para la confianza, protección y cuidado de Sus hijos. Las leyes eternas operan y afectan cada una de nuestras vidas, ya sea que creamos en ellas o no”.
Verdad 3: Dios ama a cada uno de nosotros con amor perfecto
Existe una fuerte conexión entre el amor de Dios y Sus leyes, continuó el presidente Nelson, ejemplificando esto con dos experiencias.
Primero, el presidente Nelson dijo que empezó a ver la importancia de esa conexión al convertirse en padre. A medida que los 10 hijos del presidente Nelson crecían, “su madre y yo establecimos reglas familiares para mantenerlos a salvo y facilitar su crecimiento”.
El amor de Dios por Sus hijos es infinito, dijo el presidente Nelson. “Así como las reglas que mi esposa y yo establecimos para nuestros hijos estaban motivadas por el amor, las leyes de Dios reflejan Su amor perfecto por cada uno de nosotros”.
Segundo, el presidente Nelson dijo que comenzó a entender el poder de la ley divina durante su carrera como doctor e investigador científico.
Luego de graduarse de la escuela de medicina, el presidente Nelson se unió a otros investigadores para crear una máquina de corazón y pulmón artificiales. Un día, dos verdades que se encuentran en Doctrina y Convenios hablaron a la mente del presidente Nelson. “Estas verdades eran, primero, que todas las bendiciones se reciben según la obediencia a la ley sobre la cual se basan (Doctrina y Convenios 130:21); y segundo, que a todos los reinos se ha dado una ley (Doctrina y Convenios 88:38).
“Llegué a la conclusión de que si cada reino tenía una ley, debía haber leyes que gobernaran el corazón humano”, dijo él. “Estaba decidido a descubrir esas leyes y obedecerlas”.
El equipo de doctores aprendió que si añadían cloruro de potasio a la sangre que llegaba hacia las arterias coronarias, alterando la relación normal de sodio/potasio, el corazón dejaría de latir inmediatamente. Luego, cuando pusieran nuevamente en el corazón la sangre con una relación normal de sodio/potasio, el corazón volvería a su patrón de latidos normal. Literalmente, podían apagar el corazón el tiempo suficiente para repararlo, y luego encenderlo de nuevo.
“Décadas más tarde, cuando se lo expliqué a un grupo de estudiantes de medicina, un profesor preguntó: ‘¿Pero, qué pasa si no funciona?’ Mi respuesta fue: ‘Siempre funciona, porque se basa en la ley divina’”.
La ley divina es incontrovertible, dijo el presidente Nelson. “Las leyes divinas son un don de Dios para Sus hijos. …Permítanme decirlo de manera lo más concisa posible: A medida que permanezcan en las leyes de Dios, están progresando hacia la exaltación”.
Verdad 4: El Señor Jesucristo, Cuya Iglesia ésta es, llama profetas y apóstoles para comunicar Su amor y enseñar Sus leyes
Algunas veces se critica a los líderes de la Iglesia “por asirse firmemente a las leyes de Dios, defender la doctrina del Salvador y resistir las presiones sociales de la modernidad”, dijo el presidente Nelson. “Pero nuestra comisión como apóstoles ordenados es ‘ir por todo el mundo a predicar (Su) evangelio a toda criatura’ (Doctrina y Convenios 18:28). Eso significa que tenemos el mandamiento de enseñar la verdad”.
Al hacerlo, a veces se acusa a los líderes de la Iglesia de ser insensibles. “¿Pero no sería mucho más insensible que no dijéramos la verdad — que no enseñáramos aquello que Dios ha revelado?”
La comisión de los apóstoles de enseñar la verdad no les da la autoridad de modificar la ley divina, dijo el presidente Nelson.
Por ejemplo, dijo él, consideren la definición del matrimonio.
Aunque muchos países, incluso los Estados Unidos, hayan legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, Dios no ha cambiado Su definición de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Dios tampoco ha cambiado la ley de castidad, dijo él.
Y aunque la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles no pueden cambiar las leyes de Dios, “podemos ajustar las políticas cuando el Señor nos guía a hacerlo. (…) Debido a que la Restauración es un proceso continuo, probable y seguramente seguirá habiendo cambios en las políticas”.
El presidente Nelson ilustró este punto al abordar los ajustes en las políticas con respecto a aquellos que se identifican a sí mismos como lesbiana, gay, bisexual o transgénero (LGBT) y sus hijos.
“Consideren la política anunciada en noviembre de 2015 con respecto a la conveniencia del bautismo para hijos de padres LGBT”, dijo él. “Nuestra preocupación entonces, por la cual discutimos por largo tiempo y oramos fervientemente, era encontrar la manera de reducir la fricción entre padres gays o madres lesbianas y sus hijos”.
Debido a que los padres son el ejemplo principal para sus hijos, los líderes no querían poner a los niños pequeños en la posición de tener que elegir entre las creencias y el comportamiento que aprendían en su hogar y lo que se les enseñaba en la Iglesia.
“Queríamos facilitar la armonía en el hogar y evitar enfrentar a los hijos y sus padres”, dijo él.
Por eso, en 2015, se lanzó la política para ayudar a los hijos y sus padres en estas circunstancias, específicamente que los niños criados por padres LGBT no serían automáticamente elegibles para el bautismo al cumplir 8 años. Las excepciones a Esta política requerirían la aprobación de la Primera Presidencia.
“La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce, han continuado buscando la guía del Señor y orando a Él en favor de Sus hijos que se vieron afectados por la política de 2015”, dijo él. “Sabíamos que esa política creaba preocupación y confusión para algunos y angustia para otros. Eso nos afligía”.
“Cuando los hijos e hijas de Dios lloran — por el motivo que sea — nosotros también lloramos. Así que continuamos suplicando al Señor”.
Además, los líderes de la Iglesia se percataron de que los padres LGBT pedían permiso a la Primera Presidencia para que sus hijos fueran bautizados, dijo él. Casi en cada caso en que los padres LGBT aceptaron enseñar a sus hijos sobre el convenio del bautismo, y apoyarlos en esa responsabilidad, la excepción pedida se otorgó, explicó el presidente Nelson.
“Como resultado de nuestra súplica continua, recientemente hemos sentido la inspiración de ajustar la política para que los obispos puedan autorizar el bautismo de hijos de padres LGBT sin la aprobación de la Primera Presidencia, si los padres solicitan el bautismo y comprenden que al niño se le enseñará acerca de los convenios sagrados que hará al bautizarse.
“También determinamos que los padres LGBT podrán solicitar que un poseedor digno del Sacerdocio de Melquisedec le de un nombre y una bendición a su bebé.”
“Finalmente, también aclaramos que la inmoralidad homosexual debía tratarse en la Iglesia de la misma forma que la inmoralidad heterosexual”.
Aunque no haya parecido así para algunos, dijo el presidente Nelson, los ajustes en la política de 2015 y 2019 referentes a este asunto estuvieron motivados por el amor. “Debido a que sentimos la profundidad del amor de Dios por Sus hijos, nos preocupamos profundamente por cada hijo de Dios, sin importar su edad, circunstancias personales, género, orientación sexual u otros desafíos únicos”.
Verdad 5: Ustedes pueden saber por sí mismos lo que es verdad y lo que no lo es
El Presidente Nelson concluyó su mensaje con un desafío. “Mis queridos hermanos y hermanas, ruego que puedan buscar honestamente una confirmación del Espíritu Santo de que lo que les he dicho es verdad y viene del Señor.
“En calidad de presidente de la Iglesia, invoco una bendición sobre ustedes, amados jóvenes adultos, para que puedan discernir entre el bien y el mal, entre las leyes de Dios y las voces conflictivas del mundo. Les bendigo con poder para reconocer los engaños del adversario. Les bendigo con una mayor capacidad para recibir revelación. Y les bendigo para que puedan sentir el infinito alcance del amor perfecto de Dios por ustedes”, dijo él.
Leí y disfruté de cada palabra y frase del presidente.He percibido el interés sincero que tiene por el bienestar de la juventud y sus desafíos así como el amor por Dios y por sus Hijos. El don natural para encontrar, enseñar y transmitir las verdades divinas como en el punto 2 conciliando la ciencia y la religión.Sostengo su llamamiento.