Los que creemos en la inspiración de la Biblia o del Libro de Mormón no necesitamos pruebas sobre sus veracidades. Es el Espíritu de Dios que testifica de estas verdades. Pero también es bueno, cuando tenemos pruebas, poder compartirlas con nuestra familia, amigos, alumnos u otras personas que indaguen. Debemos responder con cariño a las preguntas que recibamos:
El élder M. Russell Ballard indicó, “Atrás quedan los días en que un alumno hacía una pregunta sincera y el maestro respondía: ‘¡No te preocupes por eso!’ Atrás quedan los días en que un alumno expresaba una preocupación sincera y el maestro compartía su testimonio como respuesta para no hablar del asunto’… Una forma de saber qué preguntas tienen sus alumnos, es escucharlos con atención… sus alumnos también tienen que ser bendecidos al aprender el contenido y contexto doctrinal o histórico por medio del estudio y de la fe, acompañado de un testimonio puro para que puedan experimentar una conversión madura y perdurable al Evangelio, y un compromiso de por vida con Jesucristo”.[1]
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está tomando importantes pasos para dejar todo documentado lo mejor posible en cuanto al Profeta José Smith y la restauración del Evangelio de Jesucristo, en los tomos Joseph Smith Papers. Existen muchas preguntas, también, en cuanto a la Biblia y su veracidad.
Hay un gran número creciente de eruditos que han estado atacando a la Biblia. Por ejemplo, algunos sugieren que el pueblo de Israel cruzó el Mar de Cañas (que no es muy profundo) en vez del Mar Rojo al escapar de Egipto. Otros, más extremistas aun, sostienen que el pueblo de Israel nunca vivió en Egipto. Si la Biblia muestra un milagro, ellos tratan de eliminarlo. Es por eso, que comenzando con Wellhausen, han desarrollado lo que se llama la hipótesis documentaria, o documentary hypothesis (DH) en inglés.
Es muy interesante, y triste, ver la sutileza con que vemos estos cambios. Por ejemplo, hace unas décadas se veían estos nuevos pensamientos al pie de la página de la Biblia; más recientemente las creencias tradicionales pasaron al pie de la página y las nuevas creencias las han reemplazado en el texto; y finalmente, hoy en día; sólo quedan las nuevas creencias sin ni siquiera una anotación al pie de la página en cuanto a las creencias tradicionales.
Mientras que en el pasado se suponía que los relatos de la Biblia eran verídicos a no ser que alguien mostrara lo contrario; hoy en día los que atacan la Biblia han dicho que los creyentes deben demostrar su veracidad con hechos. [2] He visto estas evoluciones de criterios y prácticas durante mi propia vida.
¿Existe alguna prueba de que el pueblo de Israel realmente vivió en Egipto?
Israel en Egipto
Recientemente, un erudito judío y rabino ortodoxo, Joshua Berman, [2] ha despertado el entusiasmo de tanto los creyentes judíos como cristianos en cuanto a su defensa de la Biblia, con algunos hallazgos bastante interesantes, por medio de un ángulo inesperado. Berman es el primero en reconocer que por el momento no existen hallazgos arqueológicos que prueben la estadía del pueblo de Israel en Egipto. Si bien es verdad que Goshen, el lugar donde vivieron los israelitas en su estadía en Egipto, está sumergido, Berman prefiere utilizar otros argumentos. El rabino encontró varias pruebas, las que se encuentran dentro de la misma Biblia.
Básicamente, estas pruebas muestran, por medio del lenguaje en la Torah, que efectivamente el pueblo de Israel vivió en Egipto. Berman insiste que el pueblo de Israel estaba empapado con la cultura egipcia y lo demuestra en varias formas. Por ejemplo, en el libro de salmos vemos la expresión “con mano fuerte y brazo extendido” (Salmos 136:12, בְּיָ֣ד חֲ֭זָקָה וּבִזְרֹ֣ועַ נְטוּיָ֑ה). Esta escritura, en su pleno contexto, habla de la mano poderosa del Señor que sacó a Israel de Egipto (ver también Salmos 136:10–15, sobre los detalles del éxodo).
Mientras que esta frase pudiera usarse en muchas situaciones, en el Antiguo Testamento sólo se ocupa en relación al éxodo. ¿Y por qué es tan interesante? Lo es ya que justamente en la historia de Egipto de ese tiempo, explica Joshua Berman, “que cuando lea las inscripciones egipcias, especialmente durante el reino nuevo [la época asociada con el éxodo] … atribuyen casi todo lo que hace el faraón a su ‘mano fuerte y brazo extendido’. Se encuentran docenas y docenas de tales inscripciones. Viéndolo de otra manera, la Torá se ha apropiado de la retórica de los faraones en un relato en contra de los faraones [o sea, el relato bíblico del éxodo—GB].” Berman nos asegura de que esta expresión no es ni algo típico entre las naciones antiguas de ese tiempo ni tampoco dentro de Egipto en otros tiempos. [2]
Es, entonces, un tipo de huichipirichi [3] en contra del abuso recibido de parte de los egipcios durante el cautiverio de Israel en Egipto. Es por eso que la expresión tiene aun más fuerza de lo pensado.
Los egipcios de ese tiempo pensaban que los faraones todo lo podían todo pero los israelitas dejaron claro que no podían en contra del Santo de Israel. Todo esto fue aun más potente para los israelitas, al apropiarse de esta expresión usada por sus opresores. [2]
Sólo incluiré un ejemplo más de varios. En cuanto a las plagas de granizo y de langostas, se usa una expresión parecida. “… tan grande cual [fue el granizo que] nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada” (Éxodo 9:23). Una vez más, Joshua muestra que esta expresión es interesante porque ocurre sólo en relación con la estadía de los israelitas en Egipto y porque es una expresión usada constantemente en esa época para loar a los faraones. [2] Viene siendo, entonces, otro huichipirichi.
Entonces, explica Joshua Berman, aunque todavía no se han encontrado hallazgos arqueológicos que demuestren que realmente el pueblo de Israel vivió en Egipto, sí existen estas pruebas idiomáticas en la misma Biblia. [2]
Más ejemplos del huichipirichi
Veamos otro ejemplo Bíblico en cuanto a los desaires. A través de los capítulos 36 y 37 de Isaías, los siervos de Senaquerib, el Rey de Asiria, se burlan de los Israelitas y de Jehová en la forma más terrible. En respuesta, por medio del profeta Isaías, el Santo de Israel consoló a su pueblo y se burló de Senaquerib: “Porque tu furor contra mí y tu arrogancia han subido a mis oídos, pondré, pues, mi argolla en tu nariz, y mi freno en tus labios y te haré volver por el camino por donde viniste” (Isaías 37:29).
O sea, el Santo de Israel guiaría a Senaquerib hacia su fracaso como a un toro o buey que se maneja por medio de una argolla en su nariz; o a un caballo que se domina por medio de un freno en su boca. Senaquerib sería tan impotente como un buey o un caballo dominado.
Conclusión
Hoy en día vemos idolatría intelectual o filosófica en contra de la Biblia y del Libro de Mormón. No hace mucho que los eruditos decían que no existió el Rey David, sino que era un mito Bíblico. Pero cada década va desenterrando más hallazgos que prueban que el Rey David existió. Inclusive, ya se ha excavado lo que es la Ciudad de David en Jerusalén. Junto con mi esposa vimos esto en nuestro viaje a la Tierra Santa. Cada día hay más pruebas sobre la veracidad de la Biblia y del Libro de Mormón y llegará el tiempo en que estas pruebas serán innegables.
Pero ninguna prueba es tan potente como la del poder testificador del Espíritu Santo.
[1] Las oportunidades y responsabilidades de los maestros del SEI en el siglo XXI. Élder M. Russell Ballard. Para los maestros de religión del SEI • 26 de febrero de 2016 • Tabernáculo de Salt Lake.
[2] Podcast: Joshua Berman on Whether the Exodus Really Happened, 10 de abril de 2019. URL: https://tikvahfund.org/library/podcast-joshua-berman-on-whether-the-exodus-really-happened/
[3] Escogí la palabra huichipirichi, una burla que viene del idioma mapuche o mapudungún, ya que creo que es la mejor para expresar este tipo de burla.
Imagen: G. Dore