Puede ser que aun no seas miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que aún no tengas la edad suficiente, o que, por malas decisiones anteriores, el Señor te esté dando este tiempo de preparación para volver al templo. Sin importar la razón por la que aún no califiques para una recomendación para el templo, aún puedes ser partícipe de la influencia del templo en tu vida al visitar sus jardines.
El templo no es solo el edificio, sino también sus jardines. Luego de estudiar algunas oraciones dedicatorias de los templos podrás notar que el terreno del templo es dedicado de forma completa, incluso el suelo y sus jardines. Palabras como «dedicamos los jardines» o «consagramos los jardines» son comunes en estas oraciones dedicatorias. Estos jardines no solo están para hermosear el edificio del templo sino para que también sean parte del templo, un lugar donde todos pueden estar, un ambiente de tranquilidad donde está presente el Espíritu Santo de manera abundante al alcance de todo quien lo busque sin eximir a nadie, sin importar si tiene recomendación o no.
Algunas de las más importantes experiencias espirituales que han fortalecido mi testimonio en cuanto al templo han sido en los jardines del templo.
Hace algunos años, momento en el que estudiaba durante la mañana y trabajaba de tarde hasta las 21:30, mi tiempo no me permitía asistir al templo. En una oportunidad me sentía muy culpable por una decisión que había tomado, sabía desde un principio que estaba mal pero fui desobediente, estaba arrependito y necesitaba hablar con mi Padre Celestial. Luego del trabajo fui a los jardines del Templo de Santiago de Chile, estaba oscuro pero las iluminación del templo simbolizó para mi la luz que buscaba en ese momento. En oración me entregué a mi Padre en arrepentimiento, fui sincero, pedí perdón, y el Espíritu Santo invadió mi corazón. Sentí que se me concedía el perdón y recibí instrucción adicional.
Años antes, mientras servía como misionero en el norte del Uruguay, con mi compañero debíamos visitar Montevideo para un concilio de líderes de zona. La reunión se llevaba a cabo en la casa de misión y la capilla que se encuentran en la misma manzana del Templo de Montevideo. Con mi compañero esperábamos que dentro del programa del concilio se incluyera la asistencia a una sesión en el templo, pero no fue así.
Cuando ya había terminado el concilio y debíamos volver a nuestra área, recordamos una de las enseñanzas que el presidente Thomas S. Monson había dado en una conferencia general pasada: “Al tocar nosotros el templo, el templo nos tocará a nosotros”.
Hicimos caso a ese consejo. Aunque no podríamos entrar, si deseábamos fuertemente recibir la influencia de Dios que hay Su Santa Casa. Pusimos nuestras manos en una de las bellas paredes de granito del templo y lo que ocurrió espero nunca olvidarlo. Jamás imaginamos que la promesa del presidente Monson fuera tan real como en ese momento lo fue para nosotros: fuimos tocados por el templo y sentimos que estábamos en la Casa del Señor y que Él nos amaba. Luego de un momento, nos miramos con mi compañeros con los ojos entre lágrima y con este nuevo testimonio volvimos al norte a trabajar.
En abril de 2018, el presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, escribió en Twitter: «Si tú no calificas para una recomendación para el templo en este momento, visita los jardines del templo. Si lo escoges, puedes escuchar la voz suave y apacible del Espíritu en el templo o en sus sagrados jardines de maneras que nunca lo harías en un centro comercial, restaurante o en lugares públicos».
Puedo afirmar con seguridad que los templos son la Casa del Señor y que, cuando lo hacemos parte de nuestras vidas, la influencia del espíritu del templo nos tocará a nosotros y a nuestras familias. Más allá de nuestra condición actual, sin importar los desafíos que tengamos en nuestra vida, si ponemos al templo en nuestra mira recibiremos abundante ayuda del Cielo, sentiremos el amor de Dios por nosotros y nuestra vida será mejor.
Hola quiero comentarles que es una experiencia muy especial entrar y participar en las ordenanzas del Templo y que se siente muy especial tanto amor, respeto y dedicación de todos los miembros y que en el jardín encontramos la vida y respuesta a nuestras oraciones, si observan bien es un pequeño paraíso.-