Según lo describen sus compañeros y su presidente de misión, era un joven de una fe excepcional y un gran amor por la gente.
Hace poco días se dio a conocer la noticia sobre el trágico fallecimiento del élder Brennan Conrad, misionero estadounidense procedente de Hyde Park, Utah, quien se encontraba sirviendo una misión de 24 meses para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Santo Domingo, República Dominicana.
Brennan, el hijo menor de la familia Conrad, quien cumpliría 19 años en julio de este año, llegó al país en agosto de 2018, apenas un mes después de cumplir 18 años, la edad mínima reglamentaria para ser misionero de la Iglesia, lo que refleja el deseo que tenía de venir cuanto antes para dar su tiempo, talentos y recursos como siervo de Dios entre los dominicanos.
A pesar de su profunda tristeza, con fe y fortaleza que no dejan de sorprender a quienes han tenido contacto con ellos, la familia Conrad compartió sus sentimientos sobre Brennan y el gran deseo de servir al prójimo que le caracterizó, a través de una nota que citamos a continuación:
“Brennan fue un gran hijo, nieto, tío, sobrino, hermano y amigo de todos aquellos con los que entró en contacto. Fue un misionero dedicado desde el momento en que fue apartado. Amó servir a nuestro Señor Jesucristo y nos dijo que nunca había estado más feliz en toda su vida. También expresó repetidamente su sincero amor por la gente en la República Dominicana. En sus cinco meses como misionero, trabajó diligentemente y realmente nos enorgullece.”
Recientemente, la Iglesia introdujo un cambio a su política de comunicación entre los misioneros y sus familiares, el cual fue anunciado por la Primera Presidencia hace apenas una semana, mediante el cual los misioneros ahora pueden contactar a sus familias semanalmente, lo que permitió al élder Conrad conversar con su familia mediante videollamada el lunes pasado. La familia expresó lo que significó para ellos esa última interacción con él:
“El lunes anterior a su fallecimiento, recibimos la bendición de conversar con Brennan a través de una videollamada. Fue una dicha que todos estuviéramos juntos como familia y que él tuviera la posibilidad de llamarnos. El rostro de Brennan se veía radiante con la luz de Cristo y sonriendo de oreja a oreja mientras hablaba con nosotros. ¡Este es un recuerdo precioso que mantendremos con nosotros a lo largo de esta vida y una excelente manera de recordar quién era él!”
De su lado, su presidente de misión en Santo Domingo, Bret G. Smith, dijo que el élder Conrad fue un ejemplo excelente de lo que implica ser un misionero. Sin poder contener sus lágrimas, el presidente Smith relató varias experiencias que reflejan claramente sus atributos.
“El élder Conrad fue un gran hombre, con una fe excepcional. Cuando él llegó al país, pudimos sentir algo muy especial en él. En aquella época, decidimos cambiar a mi asistente especial, el élder Burrell, y poner al élder Conrad junto con él para prestar servicio en el sector El Almirante. Ellos jamás habían estado juntos y tuvieron que aprender cómo manejar los asuntos de la congregación…prácticamente, llegaron en blanco, como diríamos.”
“En tan solo dos semanas, muchas personas estaban escuchando el mensaje y muchos se bautizaron por medio de la fe de estos dos jóvenes, lo que fue un ejemplo brillante de fe en nuestro Padre Celestial de que él iba a proporcionar la vía para cumplir el propósito por el cual vinieron al país”.
De sus experiencias personales con el élder Conrad, el presidente Smith recuerda su primera entrevista con él:
“Después de las primeras seis semanas en su misión, tuve una entrevista con el élder Conrad y lo noté callado, no hablaba mucho, entonces le pregunté a su compañero y me dijo: ‘es un poco callado porque casi no habla español’. Entonces, le pedí al élder Conrad si podría esforzarse por aprender español con más diligencia y, desde ese día, nunca me volvió a hablar en inglés. Es más, a partir de entonces, me escribía una carta en español cada semana.”
Hace una semana, él había sido designado como líder de distrito, tomando en cuenta su madurez y dedicación, lo cual le permitió liderar a seis misioneros bajo su cargo junto a su compañero.
Por su parte, Rafael Gutiérrez, director de asuntos públicos de la Iglesia para el Caribe, expresó el sentir de los líderes y miembros de la Iglesia acerca del élder Conrad:
“Como comunidad cristiana, los santos de los últimos días deseamos honrar la memoria del élder Conrad recordándolo, no como el joven que murió al caer de una altura, sino como el misionero que se elevó a lo alto dejando voluntariamente la comodidad de su hogar y la seguridad de su vida en los Estados Unidos para venir y servir, por amor y fe en Dios, a sus hermanos dominicanos. Las personas a quienes enseñó y los compañeros en quienes influyó, son el legado de buenas obras que nos queda producto del servicio de este noble siervo de Dios.”
Sobre su fallecimiento
El élder Brennan Conrad falleció el miércoles 20 de febrero tras caer del techo del apartamento donde vivía en el sector Brisas del Este, Santo Domingo. Según informó su compañero, «subió al techo para buscar agua con una cubeta». El informe oficial establece que tuvo contacto con un cable eléctrico que se presume habría sido motivo de su caída.
La Embajada de los Estados Unidos expresó condolencias a sus familiares por el trágico incidente y colabora con la Iglesia y una empresa de servicios funerales locales en los arreglos de su traslado a su natal Utah, Estados Unidos, según estiman, a mediados de la semana próxima.
fuente: prensamormona.do