SANTIAGO, Chile – Las creencias de los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a veces se confunden con las creencias y prácticas de otras religiones. Una de esas creencias se relaciona con la celebración de la Navidad. Los mormones tienden a ser personas que celebran apasionadamente la Navidad, junto con muchas congregaciones mormonas que reciben las festividades navideñas o cantos libres ( no necesariamente himnos oficiales de la Iglesia ) como el arreglo del conjunto del Mesías de Handel cada año.
Aunque el Viejito Pascuero (Papá Noel) aparezca en algunos hogares mormones, el enfoque siempre está en el significado de la Navidad. La Navidad es considerada una fiesta sagrada y se alienta a las familias mormonas a simplificar las partes seculares de ésta para hacer más espacio a los elementos espirituales de la celebración de Navidad.
Los mormones creen en la divinidad de Jesucristo y celebran Su nacimiento como un tiempo fundamental en la vida eterna. El Libro de Mormón, al que los mormones consideran un libro complementario de la Biblia, dice: “Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados” (2 Nefi 25:26).
Las creencias mormonas determinan que Jesucristo es el Redentor de toda la humanidad y que no hay otro camino sino mediante Él para lograr vida eterna y ser salvo. El Libro del Mormón contiene 284 referencias para ser salvo, en lugar de un debate extenso sobre el tema. A continuación se presenta algunos de los versículos al respecto:
“Y el que tome sobre sí mi nombre, y persevere hasta el fin, éste se salvará en el postrer día” (3 Nefi 27:6).
“Porque toda mi intención es persuadir a los hombres a que vengan al Dios de Abraham, y al Dios de Isaac, y al Dios de Jacob, y sean salvos” (1 Nefi 6:4).
«Porque nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros hijos, así como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con Dios; pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos» (2 Nefi 25:23).
Los mormones creen que la Navidad es importante debido a la Pascua y los dos feriados se entrelazan en sus mentes y en la celebración. Los discursos dados sobre el tema de la Navidad por lo general comprenden charlas sobre el sacrificio expiatorio del Salvador por nosotros y Su gloriosa resurrección de la muerte.
“Cuando todo se haya dicho y hecho, cuando se haya analizado todas las legiones de todos los tiempos, cuando se haya narrado la terrible inhumanidad del hombre hacia el hombre, cuando se haya medido el gran amor de Dios para Sus hijos, luego sobre todo permanece la gran imagen de Jesucristo, el Redentor del mundo, el Salvador de la humanidad, el Hijo viviente del Dios viviente, el Príncipe de Paz, el Santísimo.
«Isaías habló de Él siglos antes de Su llegada: ‘Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado estará sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.’ (Isa. 9:6)». (Ver Gordon B.Hinckley, “Devocional de Navidad de la Primera Presidencia: “Mi Redentor Vive””, Ensign-revista SUD en inglés, febrero de 2001, págs.70–73).
¿Cómo es una típica Navidad mormona?
Ésta puede ser diferente en cada familia, pero las tradiciones comunes incluyen:
Proyectos de Servicio
Muchas familias mormonas realizan servicio adicional durante toda la época de Navidad, al regalar juguetes a aquellos que lo necesitan, ofreciéndose como voluntarios en proyectos de servicio de la iglesia o de la comunidad o al ayudar en un almacén de comida. Por lo general, se reúnen regalos en la iglesia para ayudar a los miembros de la congregación que tienen poco, pero también los mormones donan a grupos de la comunidad.
Lectura de los cuatro evangelios
Los cuatro evangelios son los cuatro libros en el Nuevo Testamento que hablan sobre la vida de Jesús. Muchos mormones usan el tiempo de Navidad para leer estos relatos y para trabajar como una familia con el fin de entenderlos mejor. Se anima incluso al niño más pequeño a escuchar las historias en la traducción del Rey Santiago en inglés o Reina Valera, en español, tal vez complementado por la versión de un niño posteriormente. Sin embargo, ellos quieren que los niños se familiaricen con el lenguaje de la Biblia, incluso si son demasiado pequeños para entenderlo.
Lectura de literatura de Navidad de calidad
Los líderes de la Iglesia por lo general citan de la gran literatura que nos ayuda a recordar el profundo significado de la Navidad. Por ejemplo, el actual profeta mormón, Tomas S. Monson, lee tres libros cada Navidad: Lucas (el relato bíblico del nacimiento y vida del Salvador), Un villancico de Navidad por Charles Dickens, y La mansión por Henry Van Dyke. Las familias mormonas por lo general incorporan estos ejemplos así como sus favoritos personales a sus propias celebraciones de Navidad como distracción de la típica feria de Santa.
Canto de himnos sagrados de Navidad
A pesar de que las canciones navideñas más comerciales son divertidas, los mormones también cantan y escuchan una gran variedad de himnos sagrados de Navidad, muchos de ellos tradicionales en todo el mundo cristiano. Algunos de estos se incluyen en el libro oficial de himnos, como Noche de Luz, Noche de Paz y Lejos en un pesebre.
Representación de nacimientos.
La mayoría de hogares mormones mostrarán una escena navideña en toda la temporada de fiesta y muchos mormones coleccionan nacimientos. Incluso algunas familias mantienen uno o más nacimientos puestos durante todo el año a manera de mantener el significado de la Navidad en sus corazones durante todo el año.
Por supuesto, la Navidad también es tiempo para las familias.
Los mormones realizan las noches de hogar semanales en las que tienen pequeñas lecciones, juegos, música, y dulces. Éstas son solo para la familia y tienen el propósito de construir un lazo con los miembros de la familia y permitir a los padres el compartir sus valores con sus hijos. Además, incrementa habilidades de liderazgo, ya que todos se turnan al hacer varias tareas necesarias–como dirigir reuniones, dirigir la música, enseñar las lecciones y preparar refrigerios. Incluso el niño más pequeño puede tener la oportunidad de enseñar sobre Jesucristo a los miembros mayores de la familia. En diciembre, muchas familias enfocan sus lecciones en Jesucristo y en los mensajes de Navidad. Las noches de hogar por lo general también incluyen el planificar un proyecto de servicio familiar para realizarse durante el tiempo de Navidad.
Se animan a los mormones a simplificar sus fiestas para permitir más tiempo a la familia y a las cosas espirituales. No tenemos que ir a todas las fiestas, ni a todos los desfiles, o a todos los espectáculos. No necesitamos gastar mucho tiempo o dinero en comprar los regalos. Cuando reducimos la Navidad a sus componentes más simples, encontramos que éste es un tiempo gratificante que puede reforzar nuestros testimonios sobre Jesucristo.
Al iniciarse las fiestas de Navidad, todos deberíamos abrir nuestro corazón para recibir una vez más el testimonio de que Cristo nació como el Salvador del mundo, que vive, y que mediante Él, nosotros volveremos a vivir. Recordando los últimos Devocionales de Navidad, el presidente Thomas S. Monson, el presidente Henry B. Eyring, primer consejero, y el presidente Dieter F. Uchtdorf, segundo consejero, entre otras cosas referentes a estas fechas, nos animaron a abrir el corazón.
“No existe mejor época que ésta, esta misma época de Navidad, para que todos nos dediquemos de nuevo a los principios que enseñó Jesús el Cristo”, dijo el presidente Monson. Habló de ver la comercialización anual de la Navidad, de cómo la Navidad cada vez es menos acerca de Cristo y más acerca de ventas, fiestas y regalos.
Aun así, el presidente Monson dijo: “La Navidad es lo que nosotros hacemos de ella. A pesar de todas las distracciones, podemos asegurarnos de que Cristo sea el centro de nuestra celebración. Si no lo hemos hecho ya, podemos establecer tradiciones navideñas para nosotros y para nuestra familia que nos ayuden a captar y mantener el Espíritu de Cristo”.
El presidente Eyring relató las milagrosas historias de las escrituras acerca de las señales del nacimiento de Cristo. También comentó los relatos de las Escrituras que hablan de las visitaciones de ángeles para preparar el camino para la llegada del Redentor. Sin embargo, según dijo, la lección de este mensaje no es en cuanto a tener experiencias maravillosas.
“La lección no es que nosotros podemos tener esas maravillosas experiencias cuando las deseemos”, dijo el presidente Eyring, “ni que las tendremos aunque sintamos gran necesidad de que así sea. La lección es que Dios conoce todas nuestras necesidades, que nos ama, y que vela por nosotros”.
El presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, comentó en cuanto a la presión y ansiedad que a menudo sienten los que se centran en el aspecto temporal de la época de Navidad: “Nos hemos formado una imagen mental de cómo debe ser todo: el árbol perfecto, las luces perfectas, los regalos perfectos y los acontecimientos familiares perfectos. … [Pero] tarde o temprano, ocurre algo desagradable… y la Navidad perfecta que habíamos imaginado, la magia que habíamos intentado crear, se hace añicos a nuestro alrededor”.
Sin embargo, si estamos dispuestos a centrar el corazón y la mente en el espíritu de la Navidad, dijo el presidente Uchtdorf, “reconoceremos hechos maravillosos a nuestro alrededor”.
Reviviendo el Espíritu de la Navidad