Una visión y contribución desde fundación Creo Familia, por Christian Chilán Director de Resolución de conflictos familiares, de Fundación Creo Familia.
Fundación Creo familia
La Fundación Creo Familia, como organización sin fines de lucro, está abocada íntegramente al fortalecimiento de las familias, sin importar cómo estén constituidas, raza, religión o nacionalidad. En sus esfuerzos por lograrlo ha diseñado programas sólidos con base en fuertes principios de preservar los lazos familiares, muy a pesar de las dificultades a las que se enfrenten o estén sometidos. La familia es el eslabón más importante de las sociedades y donde los individuos pueden desarrollarse como personas, con un profundo sentimiento de realización, integración y pertenencia. A través del amor familiar, el respeto, la comprensión, el trabajo, la mutua dedicación servicial y la aceptación de las diferencias entre las personas, se forja el carácter necesario para enfrentar las vicisitudes del diario vivir.
Resolver conflictos
Estamos rodeados de fuerzas, a veces externas, otras internas, que atentan contra la convivencia familiar y la desintegración de la misma como sistema. Todo esto se ve agraviado en los momentos de crisis económicas, sociales, incluso sanitarias como las que estamos viviendo durante esta pandemia. Creemos fehacientemente en aquellas familias que desean y se esfuerzan por mantener esos lazos y superarse; es nuestro leitmotiv colaborar en la tarea de
fortalecerlas para que ellas, por sí mismas, puedan lograr ese objetivo.
Programas y alternativas
Uno de los programas que ponemos a disposición de las familias y de la sociedad en general es la resolución de conflictos familiares, en el orden de las relaciones interpersonales. A través de un modelo con éxito comprobado desde los años 90, desarrollado por Gregorio Billikopf Encina, académico emérito de la Universidad de California, Davis y de la Universidad de Chile, llevamos adelante un proceso de mediación dirigida por los individuos.
Según este modelo, se guía a los involucrados, a que ellos mismos puedan llegar a solucionar sus conflictos, desacuerdos y desavenencias. El mediador es un instrumento de conducción, no de decisión, no juzga, no toma partidos, no efectúa acuerdos entre las partes. Mediante sesiones preliminares e individuales entre cada persona y el mediador, transitamos por el proceso hasta llegar a la sesión conjunta, donde las partes involucradas en el conflicto, se disponen a llegar a acuerdos fundamentales para la resolución de sus diferencias. El éxito de la mediación no radica
en el nivel de los acuerdos logrados, sino en el poder transformativo de los individuos al caminar por el proceso, con responsabilidad y deseo de superación. Durante un período de aproximadamente tres meses, la primera sesión preliminar es definida por una escucha empática fluida, seguida por al menos tres sesiones donde se construyen listas autoevaluativas; a su término le siguen otras cuatros sesiones donde se compartirá con los individuos herramientas de negociación interpersonal, que le permitirán prepararse para la fase final: la sesión conjunta. Es destacable el efecto que produce en las personas la escucha empática fluida. El mediador, a través de la no intervención verbal o interrupción se presta a demostrarle empatía al individuo al escucharle. La conducción de la conversación es dirigida
directamente por el individuo involucrado. A través de sus palabras, pasará por varias fases en su relato que incrementarán su capacidad de autorreflexión, a tal punto de posibilitar el descubrimiento de momentos transformativos de su propia persona.
La mayoría de las personas que están sometidas en conflictos interpersonales, están tan ocupadas en él, que no logran visualizar todo lo bien que llevan a cabo en sus vidas. A través de las primeras listas autoevaluativas, los individuos podrán descubrir aquellas cosas que hacen bien
con la oportunidad de pensar en ello durante un par de semanas, logrando una fermentación positiva para su visión de sí mismos. Una vez que logran elevar su autoestima, estarán en condiciones de descubrir y aceptar sus propias fallas y puntos ciegos. Tendrán la oportunidad de desear cambiar y establecer metas para
lograrlo. Estarán mucho más dispuestos a suponer los cambios que les pediría su contraparte, aceptándolo no como una crítica, sino como un fuerte compromiso a establecer mejoras en su relación.
La buena comunicación es clave en cualquier relación interpersonal, en especial entre cónyuges y familiares. En este contexto, puede ser sinónimo de buena negociación interpersonal. Durante las últimas sesiones preliminares, por medio de técnicas de negociación, el individuo alcanzará destrezas que le preparará y capacitará para lograr acuerdos con su contraparte.
Este proceso finaliza en la última sesión donde se juntan las dos partes a dialogar, donde el mediador casi semi presente, se dispone a escuchar como las partes llevan a cabo acuerdos transformativos por sí mismos, con todo lo adquirido en el proceso y las transformaciones logradas.
Llegar a este proceso de mediación requiere que las dos partes del conflicto participen activamente. Puede suceder que una persona abandone, o simplemente no acepte participar. Para la parte que permanece o que sí desea participar, ofrecemos un sub modelo de mediación llamado Gestión Proactiva de Conflicto, de características similares a lo expuesto con anterioridad, pero sin la sesión conjunta. No obstante, el proceso es muy favorable para que la persona puede fortalecerse, adquirir lo necesario para llevar adelante una buena gestión ante conflictos.
Para aquellas personas que no requieren una mediación completa, pero se sienten con la necesidad de liberarse de ciertas cargas ponemos también a disposición el sub programa «Habla que te escucho». A través de la escucha empática fluida, las personas podrán expresar sus angustias, congojas, felicidades, desahogos, con la garantía de que no serán interrumpidas, se les brindará la oportunidad de auto reflexión a través del respeto de las pausas. Se los conducirá empáticamente a través de la auto comprensión y descubrimiento. Los resultados serán sorprendentes y los sentimientos fortalecedores.
Todo esto se logra con amor, profundo respeto, arte y técnicas que hay que adquirir a través de un pormenorizado aprendizaje que facilitamos a voluntarios a través de la enseñanza de cursos específicos, intensos y comprometedores. Actualmente contamos con una treintena de voluntarios siendo capacitados en algunos de los cursos preparativos, algunos de ellos ya están activos en diferentes modelos de servicio, otros están prontos y deseosos de hacerlo.
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servicios que ofrecemos como en las oportunidades de servir a través del voluntariado.
En ambos casos la s experiencia s serán verdaderamente transformadoras, aplicables a tu propia vida y en diversas circunstancias. Te instamos a descubrir más de nuestros servicios y oportunidades de desarrollarte con herramientas poderosas que mejorarán sustancialmente tu vida y la de tus semejantes.
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En los tiempos que vivimos y con tantos conflictos de toda índole, es espectacular que exista quien se preocupe y ofrezca colaboración al respecto, me interesa el tema y también si hay oportunidad de aprender y desde luego poder ayudar a traer conciliación en medio de un mundo en convulsión.
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