El 24 de mayo a las 7:00 pm en el J.W. Marriott Salón Grand Piantini, se celebró la memoria anual de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días.
En un evento institucional donde socios, amigos y personalidades prominentes de la sociedad, y con una Gran Cena de Gala el propósito de la misma se mostró y conoció a la sociedad la trayectoria de trabajo a lo largo de estos 44 años de servicios.
Los oradores a cargo de las palabras de bienvenida y ejecutorias fueron: Miguel Ángel Tenorio director de asuntos temporales, Rafael G. Gutiérrez director de comunicación, Rufino J. Díaz, Gerente de FamilySearch, Josué D. Vanderhorst, Gerente de Bienestar y Autosuficiencia y las palabras centrales a cargo del Élder Eduardo Gavarret presidente del Área del Caribe.
La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días existe para bendecir a todos los hijos e hijas De Dios, organizada para enseñar el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial, ayudar a las familias a vivir mejor en esta tierra y prepararlos para el gozo eterno en la vida venidera.
La sede de la Iglesia se encuentra en Salt Lake City, Utah, en los Estados Unidos de América y cuenta con más de 16 millones de miembros, en más de 160 naciones.
Creemos que Jesucristo es el hijo De Dios y que la Iglesia fue organizada en la época de Cristo, bajo Su dirección. Hoy tenemos un profeta de Dios que preside la iglesia y un quórum de los doce apóstoles que dirige la Iglesia en todo el mundo.
La presentación de esta Memoria responde a nuestro compromiso de rendir cuentas y de avanzar en transparencia, ampliando cada año la información más relevante, y mostrando de forma más clara y concisa cuál es la contribución de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a la sociedad.
Pero, ante todo, es una verdadera oportunidad para hacer visible las actividades de valor que realiza la Iglesia cada año, gracias a tantas personas que contribuyen con su tiempo, dedicación y trabajo a hacer presente el mensaje del Evangelio en la sociedad y todo el país.
Esta labor que se muestra es la razón nuestra celebración donde el Evangelio de Jesucristo, y las obras caritativas, sociales, educativas y culturales, son posibles gracias al trabajo y la entrega de miles y decenas de miles de personas que, con su tiempo o sus recursos, participan de la misión de la Iglesia, conscientes de que ello también aporta al bien y la salud del país.
Con el deseo de que esta Memoria pueda también servir de reconocimiento y gratitud a quienes realizan toda esta labor, y a quienes la sostienen en beneficio de toda la nación y nos acompañan a lo largo de estos 44 años impulsando una mejor sociedad.
fuente: elcaribe.com.do