#SerieTemplos | El Templo de São Paulo Brasil 

Templo dedicado N° 17 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Ubicación

Dirección: Av. Prof. Francisco Morato, 2390
Caxingui
05512-300 São Paulo-SP
Brasil
Teléfono: (+55) 11-3723-7600
Servicios: Centro de visitantes, centro de llegada, hospedaje y centro de distribución.

Situado en una de las ciudades más grandes del mundo, el Templo de São Paulo Brasil ocupa una extensión de terreno bellamente ajardinada en el lado oeste de la ciudad, cerca de un importante centro comercial y de una estación de metro, que ofrece a los visitantes una opción de transporte público hasta el templo. En el terreno triangular contiguo al templo hay un centro de visitantes, un centro de alojamiento, un centro de estacas y las oficinas del Área Brasil. El terreno cuenta con una fuente decorativa y coloridos parterres.

Fechas importantes

	Fecha	Autoridad
Anuncio	1 de marzo de 1975	Spencer W. Kimball, presidente de la Iglesia
Primera palada y dedicación del terreno	20 de marzo de 1976	James E. Faust, asistente al Cuórum de los Doce Apóstoles
Puertas abiertas	septiembre de 1978
Dedicación	Del 30 de octubre al 2 de noviembre de 1978	Spencer W. Kimball, presidente de la Iglesia
Puertas abiertas	Del 17 de enero al 14 de febrero de 2004
Rededicación	22 de febrero de 2004	Gordon B. Hinckley, presidente de la Iglesia

Características del edificio

Terreno	0,7 hectáreas
Terminaciones exteriores	Hormigón armado revestido con piedra artificial compuesta de agregados de cuarzo y mármol fijados en cemento especial de base blanca
Elementos arquitectónicos	Aguja única adosada con estatua del ángel Moroni
Salas de ordenanzas	Dos salas de instrucción, cuatro salas de sellado y un bautisterio
Superficie total	5 504 metros cuadrados
Altura	30,8 metros
Elevación	736 metros

Historia del templo

El Templo São Paulo Brasil fue el primer templo construido en América del Sur (y en Brasil).

El Templo São Paulo Brasil fue originalmente llamado Templo São Paulo.

Los miembros latinoamericanos hicieron numerosos sacrificios de tiempo, dinero y tesoros materiales para recaudar dinero para el Templo São Paulo Brasil.

En el momento en que el Templo de São Paulo Brasil fue terminado, sólo había 15 estacas y alrededor de 54 000 miembros en todo el país. Después de la dedicación, se organizaron 41 estacas adicionales en los 12 años siguientes, con lo que la membresía nacional superó los 300.000 miembros.

Antes de que se construyera el Templo de São Paulo Brasil, el templo más cercano a los santos brasileños era el Templo de Washington D. C.

Al año siguiente de la inauguración del Templo de São Paulo Brasil, la Iglesia organizó el primer centro de capacitación misional de Sudamérica en São Paulo.

Durante un tiempo, el Templo de São Paulo Brasil ofreció sesiones de investidura nocturna de viernes a sábado para acomodar a los muchos miembros que venían el fin de semana.

El 20 de agosto de 2003, se añadió una estatua dorada del ángel Moroni al Templo de São Paulo Brasil, 25 años después de su dedicación durante un extenso proyecto de renovación y ampliación.

Durante la jornada de puertas abiertas que precedió a la rededicación del Templo de São Paulo Brasil, 99 000 visitantes recorrieron el interior reformado.

Cuando el Templo de São Paulo Brasil fue rededicado en 2004, la membresía de la Iglesia en Brasil había crecido a más de 867 000.

El 20 de enero de 2019, el primer centro de visitantes del templo en América del Sur abrió sus puertas en los terrenos del Templo de São Paulo Brasil. La antigua instalación de alojamiento de los participantes fue renovada y reutilizada como centro de visitantes, centro de alojamiento y edificio de oficinas para el Área de Brasil.

Antecedentes del templo

El élder L. Tom Perry calificó el asombro y las lágrimas de agradecimiento que siguieron al anuncio del Templo São Paulo Brasil como «la mayor reacción del público que he visto nunca». Incluso antes de que se cantara una canción o se ofreciera una oración, el Presidente Spencer W. Kimball se puso de pie ante la congregación reunida para la Conferencia de Área de São Paulo Brasil de 1975 y dijo: «Tengo un anuncio importante». El silencio se apoderó de la multitud. «Se construirá un templo en Brasil», continuó mientras se desvelaba una representación del edificio ante un coro de jadeos. «Se construirá [aquí] en São Paulo».

Los santos de toda América Latina se alegraron enormemente por el anuncio. En aquel momento, se esperaba que los miembros recaudaran un tercio del coste del nuevo templo. Como muchos tenían tan poco, los miembros hicieron sacrificios extraordinarios para recaudar dinero. Una donación memorable fue un puente dental de oro que un argentino regaló a un par de misioneros. Al principio declinaron el regalo, diciendo que no podían llevarse los dientes del hombre, pero él respondió: «No pueden negarme las bendiciones que recibiré al dar esto al Señor para su templo». El élder James E. Faust, que servía como supervisor del Área Sudamérica para la Iglesia, escuchó la historia y pagó una generosa suma de dinero por el oro. Desde ese día, conservó el puente dental como recuerdo de los innumerables sacrificios de los santos.

Otro ejemplo conmovedor es el servicio de Helvécio Martins, un respetado hombre de negocios negro de Río de Janeiro que fue designado para coordinar las relaciones públicas del templo. Aunque la política de la Iglesia en aquella época no permitía a los afrodescendientes ejercer el sacerdocio o entrar en el templo, el hermano Martins y su esposa, Rudá, trabajaron incansablemente para avanzar en la construcción de un edificio en el que sabían que nunca podrían entrar. Sin embargo, pocos meses antes de la dedicación, se recibió la histórica revelación que ponía fin a la restricción impuesta a los negros. El Presidente Kimball se emocionó al ver a los Martins en la dedicación: «No sé cuándo me he sentido tan conmovido como al ver a ese hombre y a su esposa en la congregación cuando estábamos dedicando el Templo de São Paulo, y verlos enjugarse los ojos durante toda la sesión. Estaban tan emocionados de que se les permitiera recibir las bendiciones». El 31 de marzo de 1990, Helvécio Martins fue sostenido como la primera autoridad general negra de la Iglesia.

Los visitantes de la jornada de puertas abiertas del templo fueron agasajados con una producción teatral titulada «La Puerta», escrita por Ana Glucia Ceciliato. En las semanas anteriores a la inauguración, unos sesenta niños, jóvenes y adultos de la Iglesia se reunieron en São Paulo para ensayar la obra, procedentes de diversas ciudades de la región. Más de 20 000 personas disfrutaron de los talentos y testimonios de estos santos, convirtiéndose en una de las herramientas misioneras más eficaces.

Tras la dedicación del Templo de Campinas Brasil, situado a unos 100 kilómetros al noroeste de São Paulo, el templo de São Paulo cerró en agosto de 2002 para someterse a un importante proyecto de renovación y ampliación. La adición más notable fue una estatua del ángel Moroni instalada en la cima de la aguja única del templo, que anteriormente carecía de estatua. Se amplió el sótano y se modernizaron los sistemas mecánicos. El mobiliario original -de excepcional calidad, fabricado en la fábrica del primer presidente de estaca de Brasil- se restauró con facilidad y quedó en magníficas condiciones.

Durante la jornada de puertas abiertas que precedió a la rededicación del templo, 99 000 personas recorrieron el nuevo y reluciente interior. Los visitantes quedaron impresionados con un sentimiento de paz, que se tradujo en 6 000 solicitudes de visitas misionales y varias historias de conversión. Entre los invitados distinguidos se encontraban el gobernador del Estado de São Paulo, Geraldo Alckmin, y el expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello. «El templo es magnífico», dijo Collor de Mello. «Enhorabuena por su fe en Brasil y por la fuerza y la fe de su pueblo».

Distrito del templo

El Templo de São Paulo Brasil, presta servicio a miembros de 47 estacas con sede en el sureste de São Paulo:

Presidentes y directoras del templo

Presidente	Directora de las obreras	Años de servicio
Reinaldo de Souza Barreto	Glaucia Regina Caverni Barreto	2024–
Paulo Roberto Toffanelli	Marilú Pereira Toffanelli	2021–2024
Romeo Antonio Piros	Ilza Maria Alves Piros	2018–2021
Fernando Antonio Muniz e Silva	Monica Lacerda Muniz e Silva	2015–2018
Paulo Roberto Puerta	Rita Cundari Puerta	2012–2015
Stanley Duane Neeleman	Sheryl Lynn Hunt Neeleman	2009–2012
Jairo Mazzagardi	Elizabeth Ienne Mazzagardi	2006–2009
Joseph Kent Jolley	Jill Waldram Leishman Jolley	2003–2006
Oswaldo Silva Camargo	Beatriz da Silva Camargo	1999–2003
Aledir Paganelli Barbour	Christine Barbour	1996–1999
Athos Marques de Amorím	Maria Alice Pires Ferrao Amorím	1993–1996
Helio da Rocha Camargo	Nair Belmira de Bouvea Camargo	1990–1993
Wayne Moore Beck	Evelyn Williams Moon Beck	1987–1990
Hal Roscoe Johnson	Virginia Pond Johnson	1984–1987
José Benjamim Puerta	Diva Euzébia Puerta	1979–1984
Finn Bergstedt Paulsen	Sara Melissa Broadbent Paulsen	1978–1979

Oración dedicatoria

Sesiones dedicatorias del 30 de octubre al 2 de noviembre de 1978, por Spencer W. Kimball, presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Nuestro Padre Celestial, Tú que has creado los cielos y la tierra, y todas las cosas. Tú, el Más Glorioso, nosotros, Tus hijos, nos inclinamos ante Ti en esta sagrada casa, edificada a Tu santísimo nombre.

Amado Elohim, Tú levantaste a Tu siervo, José Smith, profeta, vidente y revelador, y con la ayuda de ángeles, Tú le permitiste restaurar Tu gloriosa Iglesia en su plenitud, por el poder de Tu precioso Sacerdocio de Melquisedec revelado a través de santos ángeles, que poseían ese sacerdocio especial cuando el Salvador estaba en la tierra.

Te agradecemos, Padre Santo, que revelaste a través de los profetas la construcción de muchos templos en los que las ordenanzas son y han sido administradas por los vivos y los muertos.

También Te damos gracias, Padre nuestro, por la perfecta organización de Tu Iglesia en la actualidad.

A la Primera Presidencia de Tu Iglesia, por favor revélales con gran claridad y poder Tu mente y voluntad en todas las cosas esenciales para el bienestar de Tu pueblo. Dales sabiduría celestial, fe abundante para dirigirlos a dar liderazgo apropiado e inspirado a Tu reino terrenal de rápido crecimiento.

Acuérdate con amor de tu siervo, a quien has llamado profeta en este día para toda la humanidad, cuyos días han sido muchos sobre la tierra. Alarga su vida mortal y dale los poderes y dones, y de la misma manera bendice a sus consejeros en la presidencia.

Da a los Doce Apóstoles una rica investidura como Tus testigos especiales.

Padre nuestro, bendice al Patriarca para la Iglesia y a todos los patriarcas del mundo. Por favor, inspíralos en sus bendiciones a Tu pueblo de Israel. Que les brinden alivio, consuelo y aliento.

Bendice también a Tus siervos, los setentas, en su predicación de Tu palabra a los cuatro extremos de la tierra. Que ellos lleguen al mundo con el estandarte del evangelio en cada tierra, en cada lengua, en todas las islas y los continentes.

Te rogamos que influyas sobre los gobernantes de las naciones y los gobiernos de la tierra, para que las barreras que ahora se interponen en el camino de la difusión de Tus verdades sean removidas y las verdades puedan penetrar en todos los rincones de la tierra y, según lo ordenado por Tu Hijo, nuestro Salvador, que cada nación, tribu, lengua y pueblo pueda escuchar el mensaje de salvación y exaltación.

Te pedimos también una bendición especial sobre el Obispado Presidente. Inspírales y guíales en su supervisión de los asuntos temporales de Tu Iglesia.

Te pedimos que bendigas a todos los consejeros de zona, supervisores de área, representantes regionales y presidencias de estaca y misión y obispados. Que actúen con justicia y misericordia.

Bendice abundantemente, oh Señor, a los sumos sacerdotes, setentas y élderes tal como Tú los has llamado como presidentes, consejeros, obispos, miembros de los sumos consejos, y en todos los oficios a los que su sacerdocio y llamamiento les da derecho a servir.

Bendice a los presbíteros, maestros y diáconos, para que todos desempeñen diligentemente su parte en las gloriosas labores que has llamado a llevar a cabo a los poseedores del Sacerdocio Aarónico.

Inviste abundantemente a todas las hermanas con el espíritu de sus exaltados llamamientos y responsabilidades. Así, también, en sus diversas necesidades, confiere preciosos dones de sabiduría, fe y conocimiento sobre ellas.

Haz prosperar todas las instituciones que existen entre nosotros para el bienestar de nuestros hijos, las escuelas, seminarios e institutos de la Iglesia, y las organizaciones auxiliares. Haz que aumente el número de sus miembros para que, desde su más tierna edad, nuestros hijos sean educados diligentemente en los caminos del Señor.

Acuérdate de tus misioneros que están proclamando las verdades salvadoras reveladas para la redención del hombre a los millones que ahora están ensombrecidos por profundas tinieblas espirituales. Bendícelos con los poderes de su ministerio.

Padre nuestro, que la paz habite en todos los hogares de tus santos. Que los santos ángeles los protejan. Que la prosperidad brille sobre ellos y que la enfermedad sea rechazada de entre ellos. Que su tierra sea fecunda. Que las aguas sean puras y el clima templado para la comodidad y el bienestar de Tu pueblo.

Bendice a los pobres de tu pueblo, para que el grito de miseria y sufrimiento no ascienda hasta tus santos.

Te damos gracias porque trajiste al Padre Lehi y a su familia a esta tierra de promisión y estableciste a Tu pueblo, los Nefitas y los Lamanitas y su Libro de Mormón.

Señor, vemos con profundos e indescriptibles sentimientos la finalización de este templo sagrado. Por favor acéptalo y bendícelo con santidad.

Estamos jubilosos y tenemos el corazón lleno de alabanzas a Ti porque nos has permitido ver este día por el cual hemos esperado, trabajado y orado. Te dedicamos esta sagrada casa que hemos construido a tu gloriosísimo nombre.

Hoy dedicamos este santo templo a Ti, con todo lo que le pertenece, para que sea una casa de oración, una casa de alabanza y de adoración; para que Tu gloria descanse sobre él; para que Tu santa presencia esté continuamente en él; para que sea la morada de Tu amado Hijo, nuestro Salvador; para que los ángeles que están ante Tu faz sean los mensajeros santificados que lo visiten.

Te rogamos que todos los que entren en el umbral de ésta, Tu casa, sientan Tu poder y se vean constreñidos a reconocer que Tú la has santificado, que es Tu casa, un lugar de santidad.

Te rogamos, Padre Celestial, que aceptes este edificio en todas sus partes, desde los cimientos hasta el chapitel que adorna su punto más alto.

Te rogamos que bendigas las paredes, los tabiques, los suelos, los techos, los tejados, los ascensores, las escaleras, las puertas, las ventanas y otras aberturas, todo lo relacionado con la iluminación, la calefacción y los aparatos sanitarios, las tuberías y los cables de conexión, y todos los artículos utilizados o relacionados con las sagradas ordenanzas que aquí se administran. Bendice los velos y los altares, la pila bautismal y los bueyes sobre los que descansa, y todo lo que pertenece a ella, lavabos y pilas.

Bendice también, oh Padre, las cajas fuertes, las bóvedas y los registros mismos, así como los libros, documentos y papeles pertenecientes al templo.

Te rogamos que bendigas todos los muebles, asientos, cerraduras y cerrojos y todos los demás aparatos y accesorios que se encuentran en este templo y anexos y toda la ornamentación de los mismos, la pintura, el dorado y el bronceado, el trabajo fino en madera y metal de todo tipo, el bordado y la costura; el hierro y todos los demás metales y piedras.

Oh Señor, te rogamos que bendigas y santifiques todo el terreno sobre el que se levantan estos edificios, los muros y cercados, las aceras, los senderos, los árboles, las plantas, las flores y los arbustos que crecen en esta zona. Que su belleza añada sacralidad y santidad a este programa del templo.

Preserva estos edificios, te suplicamos, de todo elemento destructivo, destrucción por inundación o fuego o terremoto.

Bendice, Padre Celestial, a Tu siervo, el presidente del templo, y a aquellos que trabajan con él. Bendice a todos ellos con el espíritu de sus llamados y con el don de discernimiento.

Bendice a todos los que con él realicen las ordenanzas: bautismos, confirmaciones, lavamientos, unciones, sellamientos, investiduras y ordenaciones, para que todo sea santo y aceptable a Ti, nuestro Padre Celestial.

Bendice también, en sus diversos llamamientos, a los registradores, los ingenieros, los guardias.

Recuerda también en tu misericordia a todos aquellos que han trabajado en la erección de esta casa, o que de alguna manera, por sus medios o influencia, han ayudado a su terminación.

Te rogamos que confirmes sobre nosotros el Espíritu de Elías, para que podamos redimir a nuestros muertos y también conectarnos con nuestros padres hasta el principio en lazos indisolubles soldados por el santo sacerdocio.

Padre Todopoderoso, aumenta en nosotros el poder de la fe, fortalécenos con los recuerdos de las gloriosas liberaciones del pasado.

Y ahora, Padre nuestro, te alabamos; te glorificamos; te adoramos. Día tras día te magnificamos y te agradecemos. Te rogamos en nombre de tu Hijo Jesucristo, nuestro Salvador, que escuches estas nuestras humildes súplicas y nos respondas desde el cielo, y aceptes esta santa casa y todo lo que a ella pertenece, la bendigas y la protejas. Te la dedicamos con todo nuestro amor y devoción en Tus propósitos en el nombre de Tu Hijo, Jesucristo, amén y amén y amén.