Cantemos, gritemos, con huestes del cielo: ¡Hosanna, hosanna a Dios y Jesús! —El Espíritu de Dios
El templo de Concepción, Chile, será dedicado el domingo 28 de octubre de 2018. La dedicación será transmitida a todas las congregaciones a través de Chile. Es posible que parte de esta transmisión incluya el grito o exclamación hosanna. (Todavía no se ha anunciado algo oficialmente). El propósito de este artículo es el de compartir muy brevemente algunas cosas sobre el grito hosanna, algo de su historia y dejar un testimonio de la belleza y solemnidad de la exclamación.
Ya que he tenido la gran bendición de participar en cuatro transmisiones relacionadas con dedicaciones de templo (según mi diario de vida: en el 2000, Templo de Palmira, Nueva York; en el 2001, Templo de Winter Quarters; en el 2002, Templo de Nauvoo; y en el 2008, Templo de la Ciudad de México), y también presenciar la dedicación del nuevo tabernáculo en el año 2000, me gustaría compartir algo sobre este bello tema de la transmisión, del grito hosanna, y de los pañuelos blancos que lo acompañan.
Aunque generalmente la traducción oficial de “Hosanna Shout” del inglés al español ha sido “exclamación de hosanna”, al estudiar esta expresión, me parece que quizás la traducción más propicia sería grito en vez de exclamación. Es verdad que para nosotros, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la idea de gritar parece ir en contra de nuestra cultura. Pero sin embargo, es justamente un grito, “The Hosanna Shout is whole-souled, given to the full limit of one’s strength”, o sea, “El grito hosanna es de alma entera, dado al límite de nuestra fuerza” (The Encyclopedia of Mormonism, Hosanna Shout). Es por algo que la letra del himno relacionado con esta alabanza, «El Espíritu de Dios», es “cantemos, gritemos” (énfasis añadido). También ver, Teachings of the Presidents of the Church: Lorenzo Snow, “Queremos que cada hombre y cada mujer griten estas palabras en la medida máxima de sus voces… para que pueda llegar a los mundos eternos” (énfasis añadido).
Transmisión en los centros de estaca
En cuanto a las transmisiones relacionadas con el templo en las que me ha tocado participar, cada una se llevó a cabo en el centro de la estaca en la que residía. Para participar, había que (1) llegar media hora antes de su inicio (a nadie se le permitía entrar después); (2) presentar una recomendación del templo para ingresar (se imprimieron recomendaciones especiales para cada uno de estos eventos y uno podía obtenerlas por medio de su recomendación vigente, o a través de una entrevista con el del presidente de la rama o con un miembro del obispado del barrio); y (3) traer un pañuelo blanco y limpio para el grito hosanna.
Pero no se me ocurrió marcar a cada uno y asociarlo con su templo respectivo, lo que fue una equivocación. Tengo la intención de regalarle estos pañuelos a mis hijos, nietos o bisnietos algún día, y me hubiera gustado decirles a cuál de estos templos corresponden. Es por eso que le sugiero que no cometa el mismo error y su pañuelo asociado con el Templo Concepción quede adecuadamente marcado. Yo le sugiero que ponga su nombre y la fecha, también. Finalmente, se me recomendó anotar lo que sentí después de la dedicación y esa sería otra recomendación. Por ejemplo, yo anoté en mi diario: “Sentí un tremendo espíritu de gratitud al participar en la exclamación hosanna y me sentí muy afectado y sentí la inmensidad del momento”.
Hosanna (הֹושִׁ֘יעָ֥ה נָּ֑א)
Hosanna, en su contexto, significa ¡sálvanos Jehová! o ¡sálvanos ahora! Tal como en el himno “El Espíritu de Dios”, es un saludo de alabanza dirigido al Padre y al Hijo, “hosanna a Dios y Jesús”.
La palabra hosanna (הֹושִׁ֘יעָ֥ה נָּ֑א) en hebreo, la cual se pronuncia ho-shi-á-na. La primera hache se pronuncia levemente como si estuviera exhalando y pronunciando la letra «o» al mismo tiempo. La “sh”, como si estuviera tratando de calmar o callar a un niño, agregando la «I», «shi». Le agregué una tilde a la “a” que se pronuncia con un leve énfasis prolongando la letra «a». En hebreo, algunas palabras no se separan de otras, y esta es un ejemplo de dos palabras que se pronuncian como si fueran sólo una. Inclusive, se pronuncia sin detenerse en cada sílaba.
Dedicación del templo de Kirtland
En la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hay muchas narraciones bellísimas asociadas con la exclamación hosanna y la dedicación del templo de Kirtland. Hubo muchas manifestaciones divinas. Sólo compartiré una de ellas, relatada por la hermana Eliza R. Snow, la segunda presidenta de la Sociedad de Socorro:
«Un incidente extraordinario en relación con este grito puede ser desacreditado por algunos, pero en verdad es cierto. Se había circulado un aviso de que las guaguas no serían admitidas en la dedicación del templo [de Kirtland]. Una hermana que había recorrido una larga distancia con su guagua de seis semanas de edad, habiendo, a su llegada, oído hablar del requisito ya mencionado, fue al patriarca José Smith, Sr., en gran angustia, diciendo que no conocía a nadie con quien podía dejar a su hijo; y el hecho de ser privada del privilegio de asistir a la dedicación le parecía insoportable. El siempre generoso y bondadoso padre [o sea, el patriarca, el papá del profeta José Smith] se ofreció a tomar la responsabilidad sobre sí mismo, y le dijo a la madre que llevara a su hijo [a la dedicación], al mismo tiempo que le aseguró que su guagua no molestaría en nada; y la promesa fue verificada. Pero cuando la congregación gritó hosanna, esta guagua se unió al grito» (Eliza R. Snow, en Edward W. Tullidge, The Women of Mormondom [Nueva York, 1877], 94 – 95, Church History en lds.org). Truman G. Madsen (Joseph Smith the Prophet), hablando de este mismo episodio, nos recuerda que es notorio que las guaguas lloren cuando hay ruidos fuertes, lo que transforma esta historia en algo aún más impresionante.
Vida Preterrenal y Segunda Venida
Según la Encyclopedia of Mormonism, el grito se llevó a cabo durante la vida preterrenal y “El grito hosanna conmemora el Concilio pre-terrenal en el cielo,” al leer, “¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” (Job 38:6b–7). La piedra angular representa a nuestro Redentor. En cuanto a la última expresión, «y se regocijaban todos los hijos de Dios«, una traducción más fidedigna en cuanto al hebreo sería “y todos los hijos de Dios gritaron de gozo” (LBLA, NBLH). Ver nota técnica, al final del artículo.
Según el Presidente Lorenzo Snow, el grito hosanna va a llevarse a cabo una vez más, cuando el Mesías aparezca en su gloria.
El Presidente Hinckley explica y demuestra
El grito hosanna es muy sagrado y por lo tanto dejaremos que el Presidente Gordon B. Hinckley explique cómo se lleva a cabo. (Noten, además, la diferencia entre los dos himnos asociados con la dedicación.)
“Ahora, mis hermanos y hermanas, en un momento ofreceré la oración dedicatoria en la cual todos ustedes están invitados a participar. Inmediatamente a la conclusión de la oración dedicatoria, invitamos a cada uno de ustedes que desee participar que se ponga de pie y se una a nosotros en la Exclamación de Hosanna. Este sagrado saludo al Padre y al Hijo se da en la dedicación de cada uno de los templos; también se ha dado en algunas ocasiones de importancia histórica, como cuando se puso la piedra de coronamiento en el Templo de Salt Lake, y la celebración del centenario de la Iglesia en la conferencia general de 1930. Consideramos que es apropiado hacer la Exclamación en esta ocasión, al dedicar este grandioso edificio, tarea como la cual quizás jamás volvamos a emprender. En cualquier mención que los medios de comunicación hagan al respecto se deberá reconocer que para nosotros esto es algo muy sagrado y personal. Suplicamos que se trate con deferencia y respeto”.
“Demostraré ahora la Exclamación. Cada persona toma un pañuelo blanco limpio, sosteniéndolo por una de las esquinas, y lo agita mientras que repiten todos al unísono: ‘Hosanna, Hosanna, Hosanna, a Dios y al Cordero’, repitiéndolo tres veces, seguido de ‘Amén, Amén y Amén’”.
“Repito que los que deseen participar están invitados a ponerse de pie y dar la Exclamación inmediatamente después de la oración dedicatoria. Los que deseen permanecer sentados están en libertad de hacerlo. Si no tienen un pañuelo blanco simplemente pueden agitar la mano. Los que estén en otros lugares pueden unirse a dar la Exclamación si sus circunstancias se los permite”.
“A la conclusión de la Exclamación, el Coro del Tabernáculo, sin que se anuncie, entonará el Himno de Hosanna, que fue escrito por Evan Stephens para la dedicación del Templo de Salt Lake en 1893. Cuando el director lo indique, la congregación se unirá para cantar ‘El Espíritu de Dios’, que fue escrito por W. W. Phelps y se cantó por primera vez en la dedicación del Templo de Kirtland en 1836” (énfasis añadido).
El grito hosanna en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento la exclamación hosanna está asociada con la entrada triunfante de Cristo a Jerusalén en el Domingo de Ramos. El Presidente Boyd K. Packer explicó que los pañuelos blancos hoy en día toman el lugar de las palmas u hojas de palmeras en el Nuevo Testamento.
“Y trajeron el asno y potrillo de asno, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino. Y las multitudes que iban delante de él y las que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:7–9). Y también: “Tomaron ramas de palmeras y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!” (Juan 12:13).
Oración dedicatoria
Aquí vemos una pequeña parte de la oración dedicatoria del Templo de Kirtland, el 27 de marzo de 1836. De especial interés son las porciones que he resaltado que están asociadas con la exclamación hosanna.
“Para que se hallen limpios nuestros vestidos y seamos ataviados con mantos de rectitud, con palmas en nuestras manos y coronas de gloria sobre nuestra cabeza, y seguemos gozo eterno. ¡Escucha, escucha, escúchanos, oh Señor! Responde a estas peticiones, y acepta para ti la dedicación de esta casa, obra de nuestras manos, que hemos edificado a tu nombre; y también esta iglesia, para poner sobre ella tu nombre. Ayúdanos por el poder de tu Espíritu para que podamos unir nuestras voces a las de los fulgurosos y resplandecientes serafines que rodean tu trono, con aclamaciones de alabanza, cantando: ¡Hosanna a Dios y al Cordero! Y permite que estos, tus ungidos, sean revestidos de salvación, y que tus santos prorrumpan en voces de gozo. Amén y Amén” (DyC 109:78–80, énfasis añadido).
Ninguna mano puede detener el progreso de esta obra
El profeta José Smith dijo, y jamás me canso de repetirlo: “Ninguna mano impía puede detener el progreso de la obra: las persecuciones se encarnizarán, el populacho podrá conspirar, los ejércitos podrán juntarse, y la calumnia podrá difamar; mas la verdad de Dios seguirá adelante valerosa, noble e independientemente, hasta que haya penetrado en todo continente, visitado toda región, abarcado todo país y resonado en todo oído, hasta que se cumplan los propósitos de Dios, y el gran Jehová diga que la obra está concluida” (History of the Church 4:540). (“Cada miembro un misionero”).
Nota técnica sobre la traducción de Job 37:7
Hay veces que nuestra traducción SUD, basada en la Biblia Reina Valera, es mejor que la del Rey Santiago en inglés, pero esta no es una de ellas. Veamos, entonces, la expresión וַיָּרִיעוּ en hebreo (de Job 37:7b). Literalmente, significa “y ellos gritaron” y viene de la raíz רוע. La parte elíptica es el júbilo que sintieron, no el hecho de que hayan gritado, ya que fue el grito lo que está escrito. El contexto nos da a entender que fue un grito de júbilo, regocijo, o gran felicidad. La expresión se usa en Isaías 16:10 para explicar que ya no habría gritos de júbilo (לֹא יְרֹעָע) asociados con la vendimia. Mas the 30 de mis ediciones bíblicas en inglés usan la expresión o la idea de que gritaron de felicidad o júbilo y sólo dos expresan el júbilo pero no el grito (CEV, Bishops).
Antes de molestarnos con nuestra maravillosa edición SUD en español, deberíamos tomar en cuenta que la Iglesia no intentó corregir todos los errores bíblicos, sino que acercarse lo más posible a lo correcto, usando la edición Reina Valera 1909 como su base. El propósito principal de la edición SUD, vale notar, fue la de crear una Biblia en la que se pudieran agregar notas SUD, tal como la traducción del profeta José Smith, y que no estuviera bajo derechos reservados como la también magnífica Reina Valera 1960. En el futuro estaré escribiendo sobre el tema de las traducciones bíblicas y el gran desafío de la traducción.
[…] Publicado el Lunes 13 de Agosto de 2018 en El Faro Mormón Cantemos, gritemos, con huestes del cielo: ¡Hosanna, hosanna a Dios y Jesús! —El Espíritu de Dios El templo de Concepción, Chile, … Leer más […]