Esposo SUD escribe dulce e inspirador tributo a su esposa que murió en un accidente esquiando.
Mientras esquiaba con su hijo de 10 años, el 25 de febrero, Kressyda Ming de 34 años chocó con un árbol en el Purgatory Resort en Colorado y murió prontamente después que llegara un helicóptero de rescate a la escena. La sobrevivió su esposo Cameron y sus 5 hijos.
Para muchos de sus familiares y amigos, será siempre recordada por tener un fuerte testimonio, una inspiradora y preocupada personalidad, por ser un gran apoyo y ser una querida amiga.
Escribiendo acerca de su ejemplar vida, su esposo comparte pensamientos sobre su querida esposa y como su vida puede enseñar a otros a tener fe, amar y a servir.
Kressyda Ming:
Hacen películas de gente como Kressyda. Viajó por todo el mundo. Encontró su camino en sus locas aventuras. Ella era hermosa y carismática. Amaba la gente y la gente la amaba a ella.
Viajó por todo el mundo por el trabajo de su padre y vió cosas que la mayoría de nosotros solo ve en libros de geografía. Experimentó la vida y la cultura a un nivel callejero y no tenía miedo de nadie ni a nada. Ya fuera alimentar tigres con biberones en la India o acampar en los Andes en Chile, Kressyda tenía que experimentar todo lo que podía. Había estado en 19 países y tenía 4 paises por visitar. Respiraba aventuras como si fuera oxígeno.
Toda esta exposición al mundo le dio una perspectiva única del evangelio. Podía tratar de transmitir a la gente en Estados Unidos sobre cómo se veía la verdadera pobreza, pero le costaba realmente hacerles entender. Fue esta experiencia y comprensión, lo que plantó una semilla en el corazón más generoso que ha existido. Entendió a la gente y las circunstancias de vida, y nunca juzgó a nadie por ello. Realmente amó al prójimo como a si misma.
En la mayoría de los lugares, hay mendigos. Kressyda no se permitiría a ella misma pasar por el lado de alguien que ella pensara que estaba en necesidad sin darle lo que pudiera. Les daría dinero, una bolsa de manzanas o el sándwich que iba a comer. En una ocasión fue a la tienda y se trajo el todo resto del pollo preparado en la rosticería. No podía entender lo que estaba haciendo. “Esta bien” dijo ella. Cargo todo en una bolsa y condujo al estacionamiento de la tienda, donde estaba una familia con un cartel que decía que necesitaban ayuda. Kressyda les entregó la bolsa de 4 pollos de la rosticería y les dijo “Oigan pensé que podían disfrutar estos”.
Cuando Kressyda aún estaban en la universidad, una familia al final de la calle habían estado teniendo problemas con su auto, el cual finalmente se descompuso. Ella vino a mi y dijo: “No te enojes, pero tenemos que darles nuestro auto”. ¿Cómo podría decirle que no?.
Kressyda sirvió activamente en la Iglesia. Era el perfecto ejemplo del amor puro de Cristo, la caridad. Trabajó en la guardería, fue presidenta de la primaria, presidenta de las mujeres jóvenes, presidenta de distrito de mujeres jóvenes y presidenta de la sociedad de socorro.
Era la clase de mujer que tenía un gran ingenio. Antes del mediodía había hecho más que cualquiera en dos días. Dos días antes de su fallecimiento, preparaba la cena para su familia cuando escucho que una de sus mejores amigas estaba también enferma, así que corrió a casa y preparó otra cena para ella y su familia de 8 personas. La Gente se preguntaba cómo lo había hecho. En su respuesta decía que solo lo había hecho a través de la ayuda del Padre Celestial. ÉL la había puesto en el lugar correcto en el momento correcto. Esa era la única forma de hacerlo.
Mientras estaba sirviendo en las mujeres jóvenes, ella era la directora de campismo. Cuando comenzó el campamento había un sentimiento extraño en todo el lugar. Se enteró que habían jóvenes con marihuana en el lugar. Kressyda supo quién era pero también sabía que si no manejaba bien la situación, esto destruiría a aquella joven. Kressyda reunió a las jovencitas y les preguntó quién tenía la marihuana. Nadie dijo nada. Volvió a preguntar y dijo que si nadie decía nada revisarían a cada jovencita. Aún nada. Mientras comenzó a dirigirse hacia la primera jovencita, la joven dio un paso adelante y dijo “fui yo hermana Ming”. Kressyda caminó hacia ella y la envolvió en sus brazos fuertemente y le dijo que la amada y ambas lloraron.
Tenía una gran disciplina personal. Mientras estaba en la universidad se planteó la meta de leer las escrituras todos los días. Luna de miel, vacaciones, campamento o en el hospital teniendo sus bebes, siempre leería las escrituras. Amaba el evangelio y tomó cada oportunidad que tuvo para compartir su testimonio a través de sus palabras y acciones.
Ella era realmente un instrumento en las manos de Dios. Tocó vidas alrededor del mundo. Ejemplificó todas las cosas buenas del evangelio. Amó a cada uno de sus hijos con todo su corazón. Amó a su esposo y compañero eterno. Dejó atrás un gran legado de su amor por el evangelio y su amor por servir a otros.